Ricardo Arriazu, en AEA: "Nos comimos la gallina de los huevos de oro; nos gastamos todo y pedimos prestado"
"Crecer al 5%, con los recursos que tiene la Argentina, técnicamente no es difícil. Pero en la Argentina cada cosa que hay que hacer es considerada políticamente incorrecta. Como país no nos damos cuenta que seguir de esta manera solo va a hacer un país invivible, con pobreza en crecimiento y todos los recursos que tenemos serían totalmente desaprovechados", dijo hoy el economista Ricardo Arriazu en la IV Jornada de la Asociación Empresaria Argentina (AEA) que se desarrolla en el Hotel Sheraton de Retiro.
En este sentido, señaló que "el gran desafío de nuestra dirigencia es cómo se logra esto. Necesitamos gente capacitada para explicar y convencer a la población".
"Cuando me invitaron a participar decidí que no iba a hablar del tipo de cambio y esas cosas, sino de los temas importantes. Me llegó la invitación antes de la PASO", sostuvo el economista y arrancó una risa al auditorio, repleto de empresarios y gerentes de empresas.
El titular de la consultora Arriazu Macroanalistas se refirió a una dinámica que denominó "la decadencia secular argentina", que, según precisó, lleva ya casi un siglo. "La carrera de los argentinos para elevar la tasa de crecimiento es una tarea que sigue pendiente. Es un fracaso que empezó en la década del 20", apuntó.
Como país no nos damos cuenta que seguir de esta manera solo va a hacer un país invivible, con pobreza en crecimiento y todos los recursos que tenemos serían totalmente desaprovechados
"Lo que nosotros nunca aprendimos es a ser prudentes. En los momentos de intercambio favorable hay que ahorrar para momentos malos, pero lo que nosotros hacemos es gastarnos todo y pedir prestado. Tenemos una gran fiesta y después tenemos que pagarla", apuntó.
A su vez, Arriazu señaló que la restricción externa solo existe si hay gasto de más y explicó: "La gente recuerda con mucho cariño al que gasta y siempre odia al que tiene que poner la casa en orden". "Nos comimos la gallina de los huevos de oro y hasta el cajón de la gallina de los huevos de oro", graficó al mostrar los índices de crecimiento del consumo durante la última década.
"En un país desarrollado por cada punto que crece la economía crece 0,5% el empleo. En un emergente, crece 0,4%. En la Argentina entre 0% y 0,1% porque emplear gente en Argentina es un mal negocio", sostuvo.
Para el economista hoy la productividad es negativa. "Tenemos un enorme problema de organización industrial", apuntó, pero revisando otros momentos de la historia señaló que "los argentinos enfrentados a la competencia en un marco equitativo reaccionan con un enorme aumento de la productividad". "Somos capaces, pero las reglas del juego no lo permiten", añadió.
Jamás voy a mejorar la competitividad tocando el tipo de cambio. Tengo que bajar los costos laborales, la carga impositiva, la carga financiera y los costos de las regulaciones
El economista insistió en la necesidad de reducir el déficit y de ser prudente en el manejo de los ingresos. "Cuando éramos la China del mundo ahorrábamos e invertíamos. Ahora no ahorramos ni invertimos. Y si no lo hacemos, ¿cómo vamos a hacer para crecer? ¿Y si además invertimos mal? ¿Y si además tenemos restricciones al uso eficiente de la mano de obra y falencias en la educación? ¿Cómo diablos no vamos a estar en decadencia?", apuntó.
Arriazu se refirió también al problema de la pobreza, y señaló que "si queremos bajarla al 10% depende cuanto tiempo nos queremos tomar y cuanto crezca la población". "A 10 años, sin crecimiento de la población, tenemos que crecer al 6,7%", dijo, y agregó: "Es decir, no la voy a bajar de la noche a la mañana: es una tarea larga. La máxima aspiración es reducir la indigencia". Por otro lado, consideró que si bien el crecimiento del PBI contribuye, "no es suficiente". "Un marginal, hijo y nieto de marginales no sale solo con crecimiento económico".
Luego de hacer un diagnóstico detallado, señaló que "hay que atacar todos los problemas al mismo tiempo". No existen las soluciones mágicas sino "oportunidades" y señaló, como un ejemplo, la oportunidad de invertir grandes sumas para potenciar la producción de petróleo y gas de manera importante.
"Jamás voy a mejorar la competitividad tocando el tipo de cambio. Tengo que bajar los costos laborales, bajar la carga impositiva, la carga financiera y los costos de las regulaciones. Y todo eso hay que hacerlo de forma simultánea". Además, señaló que los impuestos representan una carga fiscal que ronda el 42% del producto. "Lo único que estamos haciendo es poner impuesto para financiar gasto improductivo", sostuvo.
"Nuestra atención está devorada por la coyuntura"
La exposición de Arriazu estuvo precedida por las palabras del presidente de AEA, Jaime Campos, que anticipó una línea discursiva que luego retomarían, de algún modo, cada uno de los expositores de la jornada. "El empresariado requiere para el desarrollo de todas sus potencialidades de la estabilidad macroeconómica", dijo. "Hoy carecemos de legitimidad monetaria y la Argentina debe recuperarla. Tampoco nos cansaremos de subrayar que la existencia de reglas de juego claras y previsibles contribuye decisivamente a estimular las inversiones. Los cambios inesperados en las políticas han sido particularmente nefastos a este respecto".
Campos dio cuenta del contexto turbulento en el que se realizó la jornada anual de la organización al señalar que "una vez más la atención cotidiana está devorada y justificada por la coyuntura, por la inmediatez". Para Campos, el camino más eficaz para generar más ingresos, empleos y reducir la pobreza es "movilizar las energías del sector privado". "Esto es, permitir y estimular tato a individuos como a pequeñas, medianas y grandes empresas a emprender, desarrollar nuevos proyectos, invertir, innovar y conquistar mercados externos", apuntó.