Revolución del empleo: cuál será el límite de los robots en el mundo del trabajo
¿Los robots reemplazarán a los humanos o colaborarán con las tareas? ¿Conviene desarrollar habilidades técnicas o sociales para estar preparados? Estas preguntas, entre otros interrogantes, son las que se abren al pensar los trabajos del futuro que, para algunos, estarán signados por la empatía y tendrán que ver con el cuidado de los mayores o con el entretenimiento ya que -si se redistribuyen adecuadamente los recursos- las personas trabajarán menos.
De estos temas se habló en la sexta jornada de Management 2020 quinta edición, el ciclo organizado por LA NACION y Accenture con la presencia de profesionales de distintos sectores.
Que los robots avanzan es innegable. Por ejemplo, Pepper, uno de los más famosos, se está vendiendo para cumplir actividades religiosas como trabajar en un funeral por US$350. Y también está Flippy, el robot cocinero, que se puede programar para cocinar la carne con distintos puntos de cocción. Con lo cual la pregunta válida es cuál será el límite de las funciones que pueden desempeñar.
En este sentido, Eduardo Levy Yeyati, decano de la Escuela de Gobierno de la Universidad Torcuato Di Tella y socio fundador de Elypsis, dio un contraejemplo. "Ya hay robots que componen música y pintan cuadros. Ahora ¿Una pintura pintada por un robot va a tener el valor que tienen pinturas pintadas por humanos? Walter Benjamin hablaba del aura de las obras. Hay un límite sobre el que el robot no puede avanzar. Si un médico me tiene que decir que tengo cáncer ¿Voy a querer que me lo diga un robot? Si voy a confesarme a la iglesia porque tengo una angustia muy grande ¿voy a hacerlo con un robot? Hay un límite en el arte y la capacidad de escucha humana".
Por su parte, el director general de Humanize Consulting, Alejandro Melamed, dijo que las actividades empáticas "son de seres humanos". "Si hay que reemplazar a un monje sin empatía un robot puede servir, pero no reemplaza a cualquiera ni a otras actividades como la enseñanza o el turismo", agregó.
En este punto, Alicia Caballero, decana de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Católica Argentina (UCA) y directora del Banco Nación, aportó que hay estudios que demuestran el efecto de la estimulación temprana en la capacidad cognitiva de los chicos y que esto es "afecto humano". "Hay muchas dimensiones de lo humano. Tenemos pasión. Y esto se ve hasta en microfinanzas. Una experta me contó que lo que ayuda a las personas a tomar un camino virtuoso es la interacción humana con un oficial de cuentas y no el sistema".
En tanto, el presidente y CEO de Sinergium Biotech, Alejandro Gil, citó un ejemplo en su empresa. "En todos los aspectos la robotización ha hecho un avance impresionante. Nosotros tenemos un equipamiento que produce 18 mil jeringas por hora de una vacuna, algo imposible de hacer con humanos. Pero, en determinados momentos, la línea tiene problemas con alguna jeringa que se desvía y se para o se frena. Ahí entra el recurso humano: el equipo de ingeniería. La mano del hombre en algún momento es imprescindible y habrá otras nuevas facetas que aparecerán".
Por último, Ignacio Stegmann, subsecretario del Parque de la Innovación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, sentenció que lo "que es automatizable se va a automatizar", pero esto no es una tragedia. "No lo veamos como una amenaza sino como una oportunidad. Tenemos la posibilidad de insertarnos con nuevas actividades y, a partir de ahí, generar empleo", concluyó.