Reservas del Banco Central: el Gobierno está a punto de lograr uno de sus grandes objetivos, aunque con condiciones
Las reservas internacionales netas están cerca de dejar el terreno negativo, sin contar las deudas por el bono importador; es un paso clave para pensar en la salida del cepo cambiario
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“En breve, las reservas netas serán positivas. Fin”, anunció el vocero presidencial, Manuel Adorni, el viernes pasado. Se trata de uno de los grandes objetivos que tiene el Gobierno desde que asumió el 10 de diciembre, tras haber heredado reservas negativas por US$11.200 millones de la gestión anterior, ya que se trata de una condición clave para poder plantear una salida del cepo cambiario.
La semana pasada, a pesar de haber contado con tres días hábiles, el Banco Central (BCRA) logró hacerse de US$1032 millones. Fue la mayor racha de compras para un período de tres ruedas desde, al menos, 2003, según señaló Facimex Valores.
Aunque se espera que en las próximas semanas el ritmo de compras se acelere por una mayor liquidación del agro por el comienzo de la cosecha, los analistas señalan que en las últimas ruedas el saldo positivo se explicó por los ingresos “extraordinarios” que vinieron del sector energético.
De esta manera, las reservas netas (aquellas que realmente tienen libre disponibilidad) cerraron la semana en US$1720 millones negativas, según estimaciones de la consultora económica LCG. Este número reflejó una mejora de US$9400 millones desde la asunción de Javier Milei, el 10 de diciembre pasado.
Sin embargo, si se descuenta el pasivo que implica la colocación de los bonos para importadores (Bopreal) para dar salida a esa deuda comercial, las reservas netas se reducirían a menos US$7000 millones negativas. En este caso, se trata de una mejora “acotada” de US$4100 millones en los últimos cuatro meses.
“Ahora se inicia una etapa bisagra para el esquema cambiario monetario. Para este segundo trimestre, la dinámica depende esencialmente de lo que ocurra con la liquidación de la cosecha gruesa: no solo se pondrá en juego la recuperación de las reservas internacionales necesarias para la eventual unificación cambiaria, sino también la estabilidad de la brecha cambiaria”, dijeron desde Ecolatina.
Para la consultora, el principal desafío que tendrá el Gobierno será alinear las expectativas de los exportadores, los importadores y los diferentes actores del mercado financiero sobre el sostenimiento del crawling peg (microdevaluaciones diarias) al 2% mensual. Este ritmo se mantiene desde el 13 de diciembre, cuando Economía devaluó el dólar mayorista a $800, pese a que la inflación de los últimos meses tuvo dos dígitos mensuales.
“El principal efecto no deseado del atraso cambiario es el desincentivo a liquidar exportaciones, lo cual podría impactar no solo sobre la recaudación de las reservas internacionales netas, dificultando aún más un potencial levantamiento o flexibilización de los controles cambiarios, sino también sobre la calma en las cotizaciones financieras, dado que el 20% de las exportaciones se liquidan al dólar contado con liquidación (CCL)”, coincidieron desde Equilibra.
Mientras tanto, se intensifica el debate sobre un eventual levantamiento del cepo, una de las promesas más esperadas desde que asumió Milei. Desde el Gobierno son precavidos y no pusieron una fecha concreta, sino una condición: que el balance del Banco Central esté saneado y que se eliminen los pasivos remunerados. “Nuestra esperanza es que podamos entrar al segundo semestre en esa condición”, dijo el Presidente en las últimas horas.
De acuerdo con un informe de la consultora económica Equilibra, para que la administración actual se garantice una salida del cepo “exitosa” debería contar con un stock de reservas internacionales netas de al menos US$10.000 millones. “El BCRA necesita contar con reservas suficientes para sostener una mayor demanda de divisas (importaciones, giro de utilidades y formación de activos externos)”, explicaron.
“Gran parte del equipo económico que logró la eliminación del cepo en 2015 hoy se encuentra repartido entre el Ministerio de Economía y el BCRA. A diferencia de aquel entonces, el Presidente remarca la necesidad de llegar al equilibrio financiero lo antes posible. Habiendo aprendido de la experiencia de 2015-2019, tiene sentido que el Gobierno se maneje con prudencia, poniendo como prioridad la salud de las cuentas del Estado. Por ello, cada resultado fiscal es analizado con el máximo detalle”, resaltó la sociedad de bolsa GMA Capital.
Todavía quedan un par de desafíos por delante, a pesar de que se vienen meses de cosecha gruesa. El Ministerio de Economía confirmó que agrupará todos los pagos pendientes con el FMI de abril para finales de este mes, por un monto cercano a los US$1940 millones. Además, según estimaciones de Ecolatina, entre diciembre y febrero el ratio de importaciones pagadas y devengadas fue del 28%, mínimo histórico para la serie iniciada en 2003. Al momento, acumuló nueva deuda comercial por US$9400 millones, cifra que supera los US$8000 millones adjudicados al Bopreal.
“Durante el último trimestre, las compras del BCRA se apalancaron en una demanda reprimida por el pago escalonado del 25% para el grueso de las importaciones, sumado a restricciones cruzadas en el Mercado Único Libre de Cambios (MULC)-CCL”, completaron.
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