Referéndum por la reducción de los megasueldos
Se votó a favor de que los accionistas limiten los salarios de altos ejecutivos
ZURICH.– Nuevamente los suizos sorprenden al mundo con el resultado de una de sus habituales consultas populares. En 2012 lo hicieron al votar en contra de un aumento de los días de vacaciones. Este año votaron a favor de una iniciativa que intenta fortalecer a los accionistas, dándoles mayor participación y responsabilidad en lo referente a las remuneraciones del directorio y los mandos ejecutivos de las empresas, y así lograr una mayor transparencia. El resultado de la votación sorprende porque Suiza se precia de ser un país favorable y liberal para los negocios.
Con una mayoría del 67,9%, la iniciativa Abzocker –que podría traducirse como contra las compensaciones abusivas–, votada mediante referéndum el 3 de marzo, ha sido una de las que más adhesión generó en el pueblo suizo. La ley, que deberá ser incluida en la Constitución, se aplica a las empresas suizas que coticen en el mercado de valores suizo o del extranjero y establece que serán los accionistas los que decidan anualmente durante la asamblea general los siguientes ítems:
- Los montos de las compensaciones, ya sea en salarios, bonos y beneficios adicionales, del directorio y de los altos mandos.
- La elección del presidente y de los miembros del directorio.
- La elección de un delegado imparcial que represente a otros accionistas en la asamblea general.
La nueva ley va más allá, y obliga a los fondos de pensión, que suelen ser grandes accionistas de empresas cotizantes en Bolsa, a votar en las asambleas para beneficio de sus contribuyentes. Además propone terminar con los llamados golden parachutes, ya que ni el directorio ni los mandos ejecutivos pueden recibir compensaciones o indemnizaciones adicionales al dejar a la compañía ni al entrar en ella, ni tampoco beneficios por comprar o vender empresas, ni contratos por consultoría para otra compañía del mismo grupo empresario.
Compensaciones
La iniciativa, también llamada Minder por el nombre del senador que la propuso, fue largamente debatida. La sociedad se expresó en las urnas y puso en evidencia la tradición democrática del voto directo del país.
Todo comenzó a fines de 2001 con la quiebra de la aerolínea Swissair. Thomas Minder, entonces presidente de Trybol AG, una empresa familiar, comenzó su campaña contra las remuneraciones abusivas, luego de que estuviera cerca de la quiebra al no recibir pagos por los productos que proveía a la aerolínea. Mientras Swissair se había quedado sin dinero, se las arregló para pagar poco tiempo antes un anticipo de 12 millones de francos suizos –unos 9,6 millones de dólares en ese momento– a su director general, Mario Corti, quien se retiró poco después del colapso de la aerolínea.
En 2008, Minder amplió su campaña acusando a varios banqueros de llevarse compensaciones exorbitantes, mientras los grandes bancos debían ser rescatados por el gobierno. Fue entonces cuando presentó su iniciativa. En 2011 ganó las elecciones como candidato apartidario a senador nacional.
El resultado del referéndum fue catalogado por la prensa internacional como una de las leyes más estrictas en materia de sociedades de accionistas. Algunos como el Wall Street Journal o el británico The Telegraph lo ven como un golpe a las empresas internacionales que han mudado sus casas matrices a Suiza aprovechando los bajos impuestos. El debate también se ha instalado en Alemania, Francia y Bruselas, adonde la EU acordó restringir los bonos de los banqueros al doble de su salario anual como máximo.
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