Redrado y Melconian, críticos con la negociación de Guzmán por la deuda
Martín Redrado, expresidente del Banco Central durante el gobierno de Cristina Kirchner, todavía no se había expresado de manera pública sobre la coyuntura económica ni, en especial, sobre la estrategia del gobierno de Alberto Fernández para renegociar la deuda. En un evento en el cual compartió espacio con su colega Carlos Melconian, ambos economistas criticaron la duración que está tomando el proceso de reestructuración y destacaron la importancia de diseñar un plan económico para la recuperación de la actividad.
Redrado fue uno de los candidatos hasta último momento para dirigir el Palacio de Hacienda, que finalmente quedó bajo la conducción del académico Martín Guzmán. En una conversación que tuvo con la organización estadounidense The Atlantic Council, el director de Fundación Capital contó que tiene diseñado con su equipo de trabajo un análisis macro para lograr crecimiento sostenible y consistente de 3,5% por año con reducción de la inflación. Su plan incluye aumentar el ratio de inversión sobre el PBI de 14 a 21% y el de exportaciones, de 13 a 18% del PBI. "Para esto hay que tener un programa monetario, fiscal y un plan de reformas para dar un horizonte a la economía argentina, que hoy no tiene", indicó.
De esta manera, criticó al Gobierno por no haber diseñado su programa económico previo a comenzar las negociaciones por la deuda externa. "El nuevo gobierno, en vez de establecer un programa económico que daría un horizonte a los inversores y a la población argentina, decidió iniciar la negociación de la deuda primero. En mi opinión, puso el carro en frente del caballo. Ahora no estaríamos discutiendo tres o cincos centavos por dólar, como estamos haciendo [con los acreedores], si hubiéramos tenido un programa económico que hubiera asegurado una exit yield de 10% o en el rango de 8% a 6% y que es donde debería estar en este contexto mundial de tasas de interés en 0%", señaló.
A su vez, comentó que "se perdió mucho tiempo en el comienzo discutiendo el análisis de sostenibilidad de la deuda". "Ese análisis tenía muchas hipótesis, que en particular eran muy débiles en este momento en el cual tenemos una pandemia y donde los parámetros van cambiando en el día a día. En vez de lograr un diálogo constructivo con los inversores, entramos en los detalles del análisis de la sustentabilidad de la deuda, que tenía muchas asumpciones sin sentido en términos de la negociación", criticó Redrado.
Luego dijo que, tras el default de 2001, la Argentina aprendió "de mala manera el costo que implicó para la población con el incremento de la pobreza". Es por eso que, según el economista, "hay un consenso de que debemos llegar a un arreglo".
"Nuestro escenario base es que la Argentina llegará a un acuerdo. En mi opinión hay que mirar no solo la deuda con los inversores externos, sino con los locales y también con el FMI. No se puede separar una de la otra. Lo que recomendaría al negociar con el FMI es el costo del paquete económico, que en términos de tasa de interés en 2018 era 4,25%, en un contexto en el cual la tasa de la Reserva Federal (Fed) era 1,75%. Sabemos lo que pasó con el costo del crédito en Estados Unidos y en resto del mundo, hay más espacio para negociar el costo de refinanciar con el FMI", comentó.
En relación a la negociación de deuda emitida bajo legislación extranjera, Redrado dijo que él cedería más en los términos legales, en vez de ofrecer más dinero. "Desafortunadamente, la dinámica de la negociación que tomamos fue de una postura dura, pero con un contenido débil. Me gustan las negociaciones donde hay un contenido duro y un acercamiento diplomático, porque ya nos movimos de 40 centavos por dólar a 53 y todavía no tenemos un acuerdo", indicó.
"En términos de lo que la Argentina podría ahorrar desde ahora a 2028, el objetivo era que iba a ser US$50.000 millones. A este punto, la nueva oferta está por debajo de eso. En mi visión, hay que ver toda la situación de la Argentina y el acuerdo que hay que hacer con el FMI, más las condiciones legales para estar cerca de cerrar un arreglo con el resto de los acreedores", agregó el también expresidente de la Comisión Nacional de Valores (CNV).
Melconian, por su parte, coincidió en que "es mejor arreglar un acuerdo que entrar en default", y señaló que es una condición necesaria, pero no suficiente, para contener la situación macro. "Podría proveer cierta certidumbre al contexto actual. Nuestra situación monetaria y nuestros problemas inflacionarios van a seguir siendo relevantes después del arreglo, pero es absolutamente claro que la mayoría prefiere el acuerdo. Aun considerando que fueron mucho siete meses para llegar a un arreglo, es importante cerrarlo", consideró el expresidente del Banco Nación.
Asimismo, recomendó ir inmediatamente a un nuevo acuerdo con el FMI luego de cerrar el trato con los bonistas. "Dado que se está ahorrando menos dinero que en la oferta inicial, vamos a necesitar discutir con el FMI un nuevo acuerdo y quitar los ruidos acerca de las necesidades brutas de financiamiento y del análisis de sostenibilidad de la deuda. Tal vez el mismo FMI modifique los objetivos de deuda. Tenemos que revisar nuestra relación con el gobierno de Estados Unidos, porque su importancia en el directorio del FMI equivale a casi el 20%", comentó.
Sobre el contexto económico actual, el director de la consultora Macroview indicó que "la Argentina estaba en emergencia antes de la pandemia". "Sin mercado doméstico, porque la sociedad rechaza la moneda local, y en medio de la negociación de la deuda, la única fuente de financiamiento es la emisión del Banco Central, que este año alcanzará el 9 o 10% del PBI; es tres veces la base monetaria", dijo.
Según las proyecciones de su consultora, la economía argentina caerá este año entre 12 y 14%, lo que hará volver al PBI per cápita a los niveles de 1999. "Es un problema grande. Y después de la crisis no esperamos un crecimiento en forma de 'V', como ocurrió tras las crisis de 1989 y 2001. Será difícil volver a los niveles pre crisis, la recuperación será frágil, en un contexto macroeconómico complicado", estimó.
Redrado coincidió en que la actividad económica caerá 13% este año e indicó que para crecer es necesario recuperar la confianza en el país. "Estamos en una crisis de confianza. Se debe establecer un programa de largo plazo pero con objetivos de corto, para ir reconstruyendo esa confianza en el frente monetario, fiscal y en las inversiones. La Argentina necesita un análisis de cómo se logra un proceso de normalización fiscal. Este año tendremos un déficit de 7,5% del PBI y eso es insostenible", señaló.
"Me gustaría ver un consenso en el Congreso donde se pueda tener un análisis plural para establecer un programa fiscal de cuatro años y que sea votado tanto por el oficialismo como por la oposición. Así recuperamos la confianza, estableciendo hacia dónde va la Argentina, y toda la comunidad financiera sabrá cuál es nuestro norte. En esta situación, también se debe presentar una reforma tributaria que ataque la informalidad", concluyó.
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