Recuperar la confianza, un desafío para la economía que se amplía en la pandemia
En un simposio organizado por una universidad suiza, líderes globales del ámbito de los negocios y de otros sectores de la sociedad expusieron sus visiones sobre lo que viene; aceleración digital, cambios laborales y medio ambiente, temas en agenda
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“Estamos viviendo tiempos similares a las protestas del ’68”, expresó Dominic Barton, embajador canadiense en China y exdirector ejecutivo de McKinsey. Y consideró que hay una creciente falta de confianza por parte de los jóvenes, que se ven condenados a habitar un planeta dañado y a pagar las colosales deudas que toman los países a raíz de la pandemia. También las clases trabajadoras sienten desconfianza, consideró, porque se sienten menospreciadas y excluidas, y lo manifiestan votando populismos. Hay falta de confianza, ejemplificó, en la justicia y en la policía (expresada en este último caso en movimientos como “black lives matter”), en los gobiernos, en las redes sociales con sus noticias falsas, en el capitalismo que daña al medio ambiente. También en los imperios digitales que manejan datos y conocen nuestros gustos antes que nosotros mismos.
Desde Londres, Lord Brian Griffiths, vicepresidente de Goldman Sachs, dijo que “para generar confianza, líderes e instituciones deben decir la verdad y esto parece ser un desafío político y social”.
Esas reflexiones dominaron la apertura de la edición número 50 del Simposio de la Universidad de St. Gallen, en Suiza, que se realizó este año de manera virtual y con la guía del lema “Trust matters” (“La confianza importa”).
Muchos líderes se mostraron entusiasmados de cara al futuro, pese a que la gestión gubernamental de la pandemia fue muy criticada. El impacto del SARS-CoV2 fue subestimado en el mundo y así lo consideró Karin Keller-Sutter, ministra de Justicia de Suiza. “No estábamos preparados”, dijo. Sobre la marcha, agregó, se empezó a colaborar entre países, ya que la crisis no se resuelve individualmente. Sostuvo que es necesario crear reglas e instrumentos que puedan aplicarse internacionalmente , y mencionó al sistema de reparto de vacunas Covax como un buen ejemplo.
Algo que se vio en la pandemia es que la tecnología avanza más rápido que las instituciones, especialmente por la aceleración digital. Zoom, por caso, que de 10 millones de usuarios diarios en diciembre de 2019 pasó a 300 millones cuatro meses después, implementó 400 mejoras a su producto en un año.
Además, nunca se vio un mayor grado de colaboración. Y la rápida creación de varias vacunas contra el Covid-19 así lo demuestra. Para Christoph Franz, Presidente de la firma Roche, este logro sin precedentes fue posible porque todos los actores involucrados se vieron obligados a confiar unos en otros.
El consenso entre los líderes indica que hay un cambio de paradigma en el mundo laboral. Y de eso también se habló en el encuentro. La inteligencia artificial complementará el trabajo humano, que se desarrollará de manera virtual y también presencial. Lo importante es saber que la tecnología es un medio y no un fin, se concluyó.
Pero la digitalización no avanza a la misma velocidad en todas partes. Para Roshni Nadar, presidente de HCL Technologies, se tenderá a una hiperpersonalización en el estudio y en el trabajo.
Según Michael Sandel, profesor de filosofía en Harvard, el rol de la educación terciaria y el del trabajo deben ser repensados. Según afirmó, los tecnócratas de los últimos 40 años han reducido el bien común a meros términos económicos. Y la brecha entre ganadores y perdedores se incrementó dando lugar a una creciente inequidad. Su tesis es que el rol de la meritocracia, entendida por él como la elite universitaria de Estados Unidos, ha llevado a que la clase trabajadora se sienta subestimada y humillada. Y eso polariza.
La pandemia reveló esta inequidad entre los que podemos trabajar desde casa y los que no. Sin embargo, también demostró cuan dependientes somos de los “trabajadores esenciales”, que suelen estar mal pagos. Por ello, Sandel propuso iniciar un diálogo que re-dignifique el valor del trabajo.
¿Cómo crear un paradigma de trabajo digno en un mundo de creciente automatización? Las tecnologías son herramientas; son los humanos quienes determinan cómo utilizarlas y esas son decisiones políticas. La creación de la vacuna contra el Covid-19 innovó en tecnología, pero se desarrolló gracias a una decisión política. Contra la malaria aún no hay vacuna por falta de decisión.
La política lleva tiempo. En cambio, los empresarios están repensando sus industrias. Daimler Mercedes, está reconvirtiendo sus vehículos, su producción y su cadena de suministro hacia la neutralidad en emisiones de carbono en 2039. Sin embargo, para Luisa Neubauer, activista medioambiental, esto no es suficiente. “Científicamente necesitamos tener cero emisiones en 2035” recalcó. “Las empresas están siendo campeonas en marketing verde, pero las moléculas no mienten. Esto no puede funcionar sin el nivel de transparencia necesario” concluyó.
Luego de tres días de debates, los estudiantes de St. Gallen cerraron el simposio advirtiendo que el diálogo es el comienzo, pero que esperan hechos. Queda confiar en que los líderes políticos y empresarios de hoy estén a la altura de las circunstancias.
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