Recorte a la niñez: duro documento sobre el ajuste oficial que más preocupa a Cristina Kirchner
Unicef presentó esta tarde en una comisión del Congreso un análisis sobre cómo impacta el proyecto de presupuesto 2023 en los programas destinados a los niños en la Argentina; más de la mitad de los chicos son pobres
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La conclusión arrasa con el centro de gravedad del kirchnerismo, que lidera Cristina Kirchner. Según Unicef, el proyecto de presupuesto 2023 contempla un ajuste -en la mayoría de los escenarios- en las políticas públicas destinadas a la niñez. Esta situación se dará además en un contexto crítico en el que más de la mitad de los chicos son pobres.
Según un documento que se presentó esta tarde en la Comisión de Familia, Niñez y Juventudes de la Cámara de Diputados, la iniciativa que envió el Gobierno implica “riesgos de desfinanciamiento significativos para algunas políticas fundamentales para la niñez, como la prestación alimentaria”.
El informe de Unicef fue presentado por Sebastián Waisgrais, economista y especialista en inclusión social de Unicef. Participó, además, Juan Camisassa, analista de Protección Social de Cippec, entre otros.
Según el último dato del Indec, con base en los relevamientos que realiza la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), el 50,9% de chicos de hasta 14 años es pobre por ingresos en la Argentina.
El documento elaborado por Javier Curcio y Julia Frenkel, ambos de Unicef, estipuló que, a nivel agregado, el presupuesto transversal para la niñez previsto para 2023 representa una reducción interanual de alrededor de 0,2 puntos porcentuales del PBI, equivalentes a una caída del orden del 10% en términos del nivel de actividad respecto del cierre previsto para el año en curso.
“En valores constantes, esa caída esperada representa una contracción de alrededor de 15% interanual si se contempla el escenario de inflación más pesimista para 2023, aproximadamente 8% de caída con la hipótesis intermedia y un sostenimiento del poder adquisitivo (+1% interanual) de las respuestas del gobierno nacional para la niñez si se materializan las proyecciones más optimistas, que suponen una caída abrupta de los niveles de inflación durante la segunda mitad del próximo año”, estimaron.
Los escenarios de precios proyectados para 2023 fueron tres: uno con el índice de precios implícitos con proyección del PBI, que da 76,5%; un segundo con promedio real de IPC más REM, de 91,3%, y el 60% real punta a punta.
Con ese ajuste, afirmaron en la agencia de la ONU, existen amplias posibilidades de incumplir lo dispuesto por el artículo 72 de la Ley de Protección integral de los derechos de niñas, niños y adolescentes (Ley Nº 26.061), que establece la intangibilidad de los fondos destinados a la infancia y prohíbe las reducciones presupuestarias en relación con la previsión o ejecución de los ejercicios anteriores.
En respuesta a LA NACION, Waisgrais fue más allá: “Si no hay modificación parlamentaria al tratamiento, entendiendo el contexto de inestabilidad e incertidumbre y las restricciones fiscales, está en riesgo el desafío de reducir la pobreza en la niñez y de favorecer los derechos de los niños”.
El proyecto de presupuesto del equipo del ministro de Economía, Sergio Massa, contempla, según Unicef, “riesgos de desfinanciamiento significativo para algunas políticas fundamentales para la niñez, como la prestación alimentaria, las acciones vinculadas a la protección de ingresos y las respuestas orientadas a la expansión de la oferta de servicios de educación y cuidado de la primera infancia”.
Tras dar cuenta del peso que tienen los programas destinados a la niñez en las cuentas públicas y luego de un análisis funcional del presupuesto, los analistas de Unicef se fijan en los detalles del ajuste.
Según estimaron los expertos, el proyecto de ley de presupuesto 2023 asigna $2.710.482 millones del presupuesto nacional a programas dirigidos a la niñez y la adolescencia, lo que representa 1,84% del PBI. En relación con el presupuesto vigente para 2022 –que asciende a $1.676.326 millones o 2,05% del producto–, “el presupuesto previsto para 2023 representa una reducción de los recursos invertidos en la niñez y la adolescencia de alrededor de 0,2 puntos porcentuales del PBI”.
“Cabe también advertir que, dados los altos niveles de ejecución que presentan algunos de los programas con mayor peso en el presupuesto etiquetado total al momento de elaboración de este informe -fundamentalmente las políticas de transferencias a las familias con niñas, niños y adolescentes, como las asignaciones familiares y la prestación alimentaria-, es muy probable que sus créditos sean ampliados durante el cuarto trimestre de 2022, aumentando el presupuesto total asignado a políticas de niñez y adolescencia para el cierre del año en curso”, indicó el documento, y sentenció: “De concretarse estos incrementos en el último trimestre del año, se acentuaría la caída interanual proyectada del presupuesto 2023 en términos reales en todos los escenarios de inflación considerados”.
El ajuste, en detalle
El presupuesto 2023 para las asignaciones familiares asciende a $1,432 billones (0,97% del PBI), de los cuales $748.000 millones (0,51% del PBI) son para financiar las asignaciones familiares contributivas de activos y pasivos y $684.000 millones (0,47% del PBI) son para financiar la Asignación Universal por Hijo y la Asignación por Embarazo para Protección Social. “Estos montos implican caídas en términos reales para todas las líneas: entre un 6% y un 14% para el total de Asignaciones Familiares (AAFF), entre 9% y 16% para las AAFF contributivas, y entre 3% y 10% para las Asignaciones Universales por Hijo y por Embarazo (AUH-AUE)”, precisó Unicef, con base a sus tres escenarios ya informados.
Lo mismo ocurre con la Tarjeta Alimentar. El crédito de $342.000 millones (0,23% del PBI) dispuesto para 2023 significa una caída muy significativa en términos reales para cualquiera de los escenarios de inflación analizados (25% para el escenario 1; 30%, para el 2, y 17%, para el 3. “El presupuesto de $37.000 millones asignado para la construcción y equipamiento mobiliario de edificios educativos de nivel inicial a través del programa ‘Fortalecimiento de Jardines infantiles’ implementado por el Ministerio de Educación, representa una reducción de entre 14% y 28% en términos reales respecto del presupuesto 2022, según el escenario de inflación que se considere. Este desfinanciamiento para 2023 se suma al recorte presupuestario de $15.000 en la Decisión Administrativa 826/2022 en agosto de 2022″, indicaron.
El documento informa además que se reducen también los presupuestos para la construcción y remodelación de los Centros de Desarrollo Infantil que implementan tanto el Ministerio de Obras Públicas en el marco del programa “Fortalecimiento de la infraestructura social del cuidado y sanitaria”, como el Ministerio de Desarrollo Social en el marco del programa “Apoyo al Plan Nacional de Primera Infancia”. Ambas líneas presupuestarias ven reducidos sus presupuestos en 2023, incluso en términos nominales.
Hay varios programas que quedan protegidos, dice Unicef. El primero, la “Promoción y Asistencia a Espacios de Primera Infancia” y, el segundo, las “Acciones de nutrición- Programa 1000 días”. En el ámbito de la educación se refuerza el Conectar-Igualdad (+0,07% del PBI) y también los programas “Gestión Educativa y Políticas Socioeducativas”, e “Innovación y Desarrollo de la Formación Tecnológica”. Además, el presupuesto global para la niñez y adolescencia en el área de la salud “ha sido protegido” en el contexto de contracción general del proyecto, ya que aumenta 3% en términos reales en el escenario 1 y cae 5% en el escenario 2. También mejoran los fondos para promoción y protección de los derechos y de la Defensoría.
“Con signo contrario, entre los programas del sector educativo que muestran signos de alerta para 2023 se encuentra el de “Infraestructura y Equipamiento” (con reducciones en términos reales de entre el 2% y el 18% según el escenario considerado)”, estimaron los expertos de Unicef, que además agregaron que debe señalarse también la caída del presupuesto para el “Fondo Nacional de Incentivo Docente”, que tendrá una asignación de $125.000 millones para 2023. “Este programa también exhibe una reducción importante en términos reales (-15%) incluso en el escenario más optimista de inflación”, cerraron.
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