Rechazo de la oposición a los cambios en el Indec
Roberto Lavagna dijo que la salida de la directora, a cargo de la medición de la inflación, es un paso "grotesco y grave"; Macri calificó la remoción como un acto de cinismo
Mientras el presidente Néstor Kirchner volvía a aprovechar un acto en la Casa Rosada para revelar índices oficiales que arrojan datos auspiciosos sobre la economía, su anterior ministro de Economía y ahora candidato a Presidente para las elecciones de octubre próximo, vaticinaba la defunción de la credibilidad de las estadísticas del Gobierno.
Todo a partir del desplazamiento del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) de dos funcionarios claves de ese organismo: la directora nacional de Estadísticas, Clyde Trabuchi, y, particularmente, de la directora de Indices de Precios al Consumo, Graciela Bevacqua. Según señalaron a LA NACION distintas fuentes vinculadas con el organismo oficial, ambas habían sido desplazadas de sus cargos, aunque sin precisar si seguirían desempeñando alguna otra función en la misma dependencia.
Lavagna salió hoy a respaldar, especialmente, a Bevacqua. "Es una profesional designada hace 15 o 16 años. Estuvo resistiendo presiones en octubre, noviembre y diciembre, cuando se le pedían cambios o información estadísticamente reservada para influir sobre el índice", dijo, en declaraciones a Radio América.
Calificó como un "paso grotesto y grave" la intervención en el organismo y advirtió: "Va a hacer perder absolutamente credibilidad. A partir de ahora, nos podemos olvidar de los índices oficiales".
Lo curioso es que el propio Lavagna tuvo también sus cruces con funcionarios del Indec por las estadísticas. En 2003, decidió no confirmar a Juan Carlos del Bello al frente del Indec, luego de haber polemizado con él por los índices de pobreza e indigencia y decidió encargar un sondeo paralelo al oficial, con el que disentía.
Intromisiones. "El año pasado hubo un pedido [a Bevacqua] de que se le diera el nombre de las empresas, los puntos donde se toman los precios y demás información estadísticamente reservada para influir sobre los precios y lograr el dato artificial de un poquito menos de 10 por ciento que se anunció en diciembre", dijo Lavagna.
"[Bevacqua fue] echada porque el índice registra valores más altos, porque se forzaron precios hacia abajo para que diera 9,8 por ciento. Entonces -razonó Lavagna- rompen el termómetro. Si la fiebre es muy alta, deciden que el termómetro está mal, y lo rompen".
Lavagna no fue el único referente de la oposición que rechazó los cambios en el Indec. El presidente de Compromiso para el Cambio (CPC) y diputado nacional (PRO), Mauricio Macri, definió hoy como “un verdadero acto de cinismo la remoción de Bevacqua, y consideró que el hecho revela “las necesidades cortoplacistas de este Gobierno para ocultar la inflación”.
"Es inútil tapar el sol con la mano porque la inflación la verifican cotidianamente los consumidores cuando cambian los precios en las góndolas”, enfatizó Macri, según un comunicado de prensa.“El Ejecutivo no puede pretender cambiar la realidad económica, alterando artificialmente los instrumentos de medición y encima haciéndonos creer que se trata de un acto inocente; eso es cinismo en un país con nuestras urgencias”, agregó.
Apoyo con condiciones a los cambios previsionales