Razones por las que debe ser aprobado el paquete fiscal
Más allá de la conveniencia política del Presidente de demostrar que le sancionan sus leyes, desde lo práctico resulta clave que el contenido de esta iniciativa se haga realidad
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Parecía estar cerca la sanción de la primera ley impulsada por Milei y, en el Senado, con un exagerado espíritu crítico, algunos legisladores impusieron una lista de cambios al proyecto consensuado y aprobado por Diputados. Varias de estas propuestas nos permiten dudar de la real intención de mejorar el proyecto.
Más allá de la conveniencia política del Presidente de demostrar que le sancionan sus leyes, desde lo práctico resulta clave que el contenido del paquete fiscal se haga realidad, tal como explicamos abajo.
1. Moratoria y blanqueo. Son odiosos para los contribuyentes cumplidores, pero los nuevos gobiernos suelen necesitar estas medidas. La magnitud de la crisis económica amerita dar una mano a muchos que intentan salir a flote: para esto sirve la moratoria, para regularizar deudas tributarias.
Paralelamente, el Tesoro puede transformar un stock (incobrable en el corto plazo) en un flujo constante de fondos, que también recibirán las provincias. Libera, asimismo, a los tribunales de causas penales tributarias –proliferan expedientes de poco monto–, permitiéndoles abocarse a los casos más trascendentes.
En tanto, el blanqueo intenta captar el flujo informal generado durante muchos años de presión fiscal récord, controles de cambios, éxodo de contribuyentes, capitales y con la peor inseguridad jurídica tributaria de la historia. Para que sea exitoso –los antecedentes avalan esto–, el blanqueo debe ser muy amplio.
Resulta hipócrita criticar la regularización barata o gratis, cuando todos los blanqueos anteriores contenían alternativas sin costo. Aun con estos beneficios va a ser muy difícil convencer al público, sobre todo por la persecución fiscal durante el gobierno K a quienes ingresaron al blanqueo de Cambiemos. Por su parte, el intercambio de información con EE.UU., bastante limitado, ya no es un cuco para los evasores. El incentivo para formalizar debe ser muy generoso.
Sorprenden las tardías críticas por el posible ingreso de fondos de origen criminal si recordamos la laxitud de los blanqueos aprobados durante el kirchnerismo con casi inexistentes controles. En lugar de bloquear el proyecto con numerosos cambios, debería reforzarse el papel de la UIF.
2. Cambios a Bienes Personales. Inexplicable tributo, aplicado en muy pocos países a patrimonios bastante más elevados que los alcanzados aquí. De baja recaudación, castiga activos que ya tributaron impuestos y afecta a los sectores medios. Desalienta el ahorro y la inversión, y le ha costado muchos éxodos fiscales al país. El Gobierno decidió mantenerlo, por razones económicas y políticas. Sin embargo, lo mejora: elimina la alícuota diferencial para activos en el exterior (creada por el kirchnerismo), actualiza alícuotas y escalas y lo reduce paulatinamente hasta quedar en 0,25% desde 2027.
También introduce un régimen especial de ingreso de bienes personales (Reibp): por adelantar el impuesto de cinco años se obtiene una alícuota reducida y estabilidad fiscal hasta 2038. Si bien la seguridad jurídica tributaria debería ser general, no hay nada que objetar a esta propuesta.
3. Beneficio para contribuyentes cumplidores. Aunque ínfimo –por las restricciones presupuestarias–, nunca fue un factor decisivo al momento de aprobar o no las amnistías fiscales.
4. Cambios en Ganancias para trabajadores dependientes. La aventura electoral del entonces ministro-candidato Massa trajo alegrías para muchos dependientes por la cuasi eliminación del tributo, pero con un insostenible costo fiscal. Los impuestos que debían suprimirse a nivel nacional eran otros (impuesto PAIS, débitos y créditos, derechos de exportación, etc.). Ganancias es el más progresivo y se aplica en los países desarrollados con una mayor carga sobre personas humanas. El gobierno anterior debió haberlo reformulado con alícuotas razonables y graduales según el nivel de ingresos. El proyecto del Poder Ejecutivo va en este sentido.
También es muy importante aprobar la reforma para convalidar legalmente lo que se tributó durante 2023. La falta de certeza sobre las normas aplicables genera un importante caos administrativo entre el fisco y los profesionales que liquidan los impuestos. De no aprobarse la ley, se retrasará la recaudación.
5. Monotributo. Los nuevos topes mejoran sensiblemente el régimen y permitirán que muchos contribuyentes no caigan en el gravoso régimen de autónomos. Falta contemplar el reingreso de monotributistas excluidos en los últimos años.
6 Régimen de transparencia fiscal al consumidor. Impecable propuesta con impacto cultural, consensuada con casi todos los partidos. Implica tener información en los tickets de los impuestos sobre cada bien o servicio.
7. Desgravación de retenciones impositivas en cobros electrónicos. Urge desarmar el saqueo del Estado en cada operación donde se transfiere dinero mediante bancos o billeteras virtuales.
Los múltiples sistemas de retenciones y percepciones ordenados por la Nación, las provincias y la ciudad de Buenos Aires han dañado seriamente la digitalización –y formalización– de la economía que se había logrado con las billeteras virtuales durante la pandemia.
El proyecto impide a nivel nacional las retenciones para operaciones por debajo de cierto monto. También invita a las jurisdicciones subnacionales a adherir a esta iniciativa. Un punto de partida.
8. Régimen de incentivo para grandes inversiones (RIGI). En la Argentina se presentan como privilegios, pero son las condiciones legales e impositivas de un país razonable. Más aún para quienes inmovilicen grandes sumas de dinero por un largo plazo. Pareciera que el Gobierno, cuando mejore el panorama, apunta a generalizar esta situación impositiva.
Esperamos que los legisladores aprueben un proyecto que es solo un punto de partida para generar condiciones que permitan al país volver a crecer.
El autor es abogado. Profesor de la Maestría en Derecho Tributario de la Universidad Austral. Socio de Expansion Business