Quita del IVA. Qué pasará con el precio de los alimentos tras la medida
La suspensión por cuatro meses del IVA a un conjunto de productos de necesidad básica fue una de las medidas con las cuales el Gobierno apunta a aliviar el impacto del salto del dólar en el bolsillo de las familias argentinas. En términos concretos, la resolución comprende una eliminación temporaria del impuesto que implica una alícuota del 21% para la mayoría de los bienes, y un 10,5% para algunos bienes esenciales (harinas, pan, carnes, frutas, hortalizas, cereales, entre otros).
El impacto de la quita de este impuesto sobre los valores que los consumidores verán en las góndolas es una cuestión que plantea dudas y complicaciones en un contexto inflacionario como el actual. El propio Dante Sica, ministro de Producción, relativizó esta cuestión y sostuvo que las medidas buscan "morigerar el impacto que pueden tener sobre los precios y el salario real".
Más allá de la quita del IVA, la suba en los costos producto de la devaluación tendrá impacto en las góndolas. Luego del salto de casi el 25% del tipo de cambio esta semana, muchos proveedores anunciaron nuevas listas de precios y remarcaciones, que elevarán la inflación de este mes.
La aplicación del IVA
Si la eliminación del IVA se trasladara directamente a los precios finales la rebaja implicaría una reducción del 17,4% en el valor de los productos que tributan un 21%, y de un 9,5% para aquellos que tenían una alícuota del 10,5%.
Suponiendo un producto teórico que vale $121 en la góndola de un supermercado, el monto que corresponde al IVA (con una alícuota del 21%) dentro de lo que paga el consumidor es de $21, mientras que los $100 corresponden a otros rubros (costos, otros impuestos, rentabilidad). De esta manera, esos $21 del IVA representan un 17,4% sobre el precio final.
En el caso de un producto sobre el que recae una alícuota por IVA del 10,5%, la situación es diferente. Si el precio final del bien es de $110,50, este impuesto representa $10,50, equivalente a un 9,5% sobre el precio final.
Para calcular cuánto es el monto que debería reducirse el precio final de un producto -sin considerar otros aumentos de costos- hay que restarle esos porcentajes (17,4% ó 9,5%) al precio de los productos.
"El IVA en Argentina es un impuesto indirecto que paga el consumidor final. Si el Gobierno dice que va a sacar el IVA por cuatro meses, quiere decir que el consumidor final no va a tributar eso. Eso debería hacer que los precios finales bajen mientras rija la exención", dijo a LA NACION Nadin Argañaraz, especialista en temas tributarios y director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf).
Desde el Gobierno informaron que el costo fiscal de la suspensión temporal del IVA es de $10.000 millones, mientras que desde el Iaraf estimaron que rondará los $11.300 millones.
Si se toma como referencia el último informe de precios del Indec, el kilo de pan francés tipo flauta en julio valía $88,68. Si a ese bien, que tributaba 10,5% de IVA, se le resta el peso del impuesto, el precio debería caer a $80,26.
En el caso de la carne picada, otro de los productos con alícuota del 10,5%, el precio de $141,2 por kilo debería caer a $127,69. El paquete de un kilo de harina de trigo, que según el Indec tenía un precio de $34,85, sin el IVA costaría $31,54.
En tanto, el paquete de un kilo de arroz carga con un IVA de 21%. Si al precio relevado por el Indec en julio ($45,83) se le resta el peso de ese impuesto, el valor final debería caer a $37,86). Situación similar tiene lugar con el paquete de un kilo de azúcar, que ante la eliminación del IVA debería pasar de $39,17 a $32,35.
Los problemas en la eliminación del IVA
Más allá de la decisión del Gobierno, el impacto de la quita del IVA en estos cuatro meses no será pleno sobre el precio final de los productos. Con la suba del dólar, el costo de fabricación de muchos productos se incrementó. De esta manera, los proveedores actualizaron sus listas de precios a los comerciantes, y eso se trasladará al precio final de los bienes en las góndolas.
"En todos los impuestos indirectos como el IVA, siempre está la cuestión de cuánto traslada el empresario o el comerciante al consumidor. Obviamente los bienes tenían un precio antes de las PASO, y después hubo un escenario de suba de precios por la devaluación", remarca Argañaraz, al explicar por qué, más allá de la medida oficial, los precios aumentarán.
Además, el escenario ya lucía negativo para el consumo, que en junio había caído un 7,8%, la mayor baja del año. Con la rentabilidad en baja y caída en las ventas, el traslado de la quita del IVA al precio final podría ser menor, al utilizar ese margen las firmas de la cadena productiva para recomponer su rentabilidad.
"Al tener una inflación como la que tenemos, no resulta visible la baja del IVA porque los precios siguen subiendo, y cada uno vende al precio que puede. Los valores van a bajar o no van a subir tanto, pero también depende de la situación del mercado y el escenario monopólico que haya en cada sector", añade Argañaraz.
A su vez, otro factor que impacta negativamente es la informalidad en la economía. La venta en supermercados e hipermercados representa menos del 40% del consumo general, mientras que la mayor parte de las transacciones se dan en el canal tradicional (60%). Esto comprende autoservicios, supermercados chinos, almacenes de barrio y verdulerías, donde históricamente hubo altos niveles de evasión, donde consecuentemente las medidas vinculadas con el IVA no tendrán impacto.
Según especialistas consultados por LA NACION, una medida "efectiva" para lograr que la quita del IVA llegue al consumidor final es el mecanismo de reintegros a las compras con medios electrónicos de pago.
"Es el mecanismo que se aplica hoy en todo el mundo desarrollado, y la tecnología disponible actualmente permiten la segmentación y aplicar reintegros a quien realmente lo necesita", afirma el tributarista César Litvin.
"Una medida así sería efectivo porque te garantizas que le podés devolver a quien se le quiera devolver el IVA. Al hacer una compra con tarjeta de débito, yo sé que independientemente del precio que tenga, me van a devolver un 17,4% del IVA. De la otra forma, no está garantizada", añade Argañaraz.
La Argentina tuvo vigentes medidas de este estilo y fueron eliminadas. En enero de 2017, días antes de la jura formal de Nicolás Dujovne al frente del Ministerio de Hacienda, se puso fin al régimen que establecía la devolución del 5% del IVA en las compras con tarjeta de débito que regía desde 2001.
En febrero de este año, a su vez, el Gobierno eliminó el reintegro del 15% del IVA para jubilados y pensionados de haber mínimo, beneficiarios de AUH y trabajadores del servicio doméstico. Ese régimen, que alcanzaba a 1,2 millones de personas y tenía un tope mensual de $300, fue dado de baja por cuestiones fiscales en el presupuesto de 2019.
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