Quilmes se suma a la batalla de las microcervecerías, un fenómeno que crece cada día
Con su marca Patagonia competirá con Kunstmann, ya instalada el año pasado por CCU; el sector pretende seguir los pasos del vino

De la mano de las grandes multinacionales, la guerra de las microcervecerías está llegando al mercado local. A simple vista puede parecer una contradicción, pero el hecho de que los principales grupos corporativos sean los que están impulsando el desarrollo de marcas y proyectos más artesanales responde a una tendencia internacional ya consolidada y que con un poco de retraso arriba a la Argentina.
Si bien en CCU -la empresa controlada por la familia chilena Luksic y la holandesa Heineken- se puede jactar de haber sido la pionera en recorrer este camino en el país con la puesta en marcha hace un año de una microcervecería con la marca Kunstmann en Bariloche, el gran salto se espera que se produzca antes de fin de año cuando el grupo Quilmes, que es líder indiscutido en el mercado cervecero, lance su propio proyecto.
En Quilmes, por el momento, no quieren adelantar nada sobre este emprendimiento, aunque fuentes del mercado ya confirmaron que la empresa controlada por la multinacional AB InBev -la dueña de Budweiser, Stella Artois y Brahma- escindirá a su marca Patagonia para crear una nueva unidad de negocios concentrada en el negocio de las cervezas artesanales y que contará con su propia estructura industrial y comercial.
El debut de Patagonia también se concretaría en Bariloche, con una microcervecería que combinaría la fabricación artesanal del producto con una propuesta gastronómica. Patagonia es en la actualidad la marca líder en el segmento de cervezas de nicho o artesanales, pero hasta ahora integra el portafolio de productos de Quilmes, conviviendo con marcas ultramasivas como Quilmes o Brahma.
Lo que viene
La avanzada de las grandes cerveceras en el negocio de los productos artesanales es un fenómeno global y de hecho en los últimos años todos los gigantes del mercado terminaron comprando a algún competidor más chico o creando sus propias marcas para competir en el negocio de las "craft beers" (como se lo conoce en Estados Unidos). AB InBev se alzó con un par de pequeñas cerveceras en Estados Unidos (Goose Island y 10 Barrel) y con la colombiana Bogotá Beer. Por su parte, su competidor en Estados Unidos, Miller Coors, creó una división independiente para impulsar sus marcas artesanales Blue Moon y Peroni, mientras que otro peso pasado como Carlsberg decidió agrupar a 28 marcas de cerveza que se venden en Inglaterra en una nueva cartera premium.
"Es un fenómeno que se está dando en cada vez más mercados, pero igualmente no siempre alcanza con ser un producto artesanal y también deben ofrecer una sofisticación del consumo. En nuestro caso, hoy el grupo CCU es nuestro socio con el 50% de las acciones, pero mantenemos el otro 50%, lo que nos permitió lograr una combinación muy ventajosa. CCU se encarga de la distribución y las ventas y nos permite acceder a menores costos especialmente en materia de logística. Pero la esencia y el ADN de la marca siguen en manos de la familia Kunstmann", aseguró Armin Kunstmann, fundador de Kunstmann.
Como el vino
Detrás de esta apuesta por los productos artesanales se encuentra la intención de la industria cervecera de recorrer un camino similar al que vivió el negocio del vino, buscando seducir a consumidores más sofisticados y que no estén interesados tanto en el volumen sino en la calidad de lo que beben.
"Estamos frente a un fenómeno similar al que generó un nuevo consumo en el vino en la década del 90 y que se explica por un claro cambio en los hábitos de consumo. Mientras las cervezas industriales están en una meseta o en una caída leve de volumen, las artesanales están creciendo fuertemente. El público tomador de cerveza reemplaza los litros de una bebida plana, de escaso sabor y fundamento refrescante por otras cervezas plenas de aromas, sabores, diversidad de estilos donde el disfrute y la cultura que rodea el producto lo transforman en una tendencia irreversible", asegura Pablo Rodríguez, socio fundador de Cervecería Antares, la firma líder entre las cerveceras artesanales e independientes del mercado local.