Matías Kulfas, ministro de Desarrollo Productivo: entre la heterodoxia económica, la guitarra y su pasión por Boca
Una pasión que identifica a Alberto Fernández con su ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, -además del kirchnerismo- es la música. Más precisamente la guitarra. El economista y guitarrista, amante de Jimi Hendrix, David Gilmour y Jimi Page, es parte de la banda "Yamina del Real y sus Matías". Yamina, nacida en México, es su esposa desde hace meses y el otro Matías es Albamonte, también economista. El trío ejecuta hasta hoy "rancheras deconstruidas".
Kulfas tiene 47 años, y es papá de una hija de 11 y un hijo de 14 años con Ana Correa, la escritora y actual referente del feminismo argentino. Es economista recibido en 1995 en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y tiene un máster en Economía Política en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).
"Siempre fue de una corriente cepalina, filoperonista y estructuralista", lo calificó un economista que lo conoce. En la Facultad de Ciencias Económica, el exalumno del colegio Carlos Pellegrini militaba con Martín Abeles y Cecilia Todesca, hoy marido y mujer, y también cercanos a Alberto. Abeles fue nombrado más adelante titular de Cepal en el país y fue cuestionado por viejos colegas por haber "desmantelado" esa comisión, que este año debió reconocer que los índices de pobreza del cristinismo no era confiables.
Esa militancia universitaria cruzó a Kulfas varias veces con el Tontos pero No Tanto (TNT) de Axel Kicillof (en ese entonces, de ideología marcadamente marxista) con el objetivo de desafiar a José Fanelli, símbolo -para ellos- del mainstream académico. En un acto por los desaparecidos en la universidad, cuentan, el economista conoció a su primera gran jefa, Felisa Miceli, quien reemplazó en el Ministerio de Economía a Roberto Lavagna.
Pero, apenas recibido, Kulfas ya había realizado algunos trabajos para el Ministerio de Economía durante el menemismo. Varios recuerdan, por caso, que era el encargado de elaborar el informe que todos los jueves presentaba Alieto Guadagni en público. Aunque ya en 1991 había hecho tareas de asistente de fiscalización en la DGI.
El economista desarrollista, hincha de Boca Juniors (suele ir a la cancha), pasó por el Banco Ciudad durante el ibarrismo. Allí fue gerente de Estudios Económicos. Desde ese lugar, y desde otros bancos, llegó financiamiento para la creación del Centro de Economía y Finanzas para el Desarrollo de la Argentina (Cefid-Ar) dirigido por su amigo Abeles y en el que Kulfas trabajó como uno de los investigadores principales.
Apenas recibido, Kulfas ya había hecho trabajos para el Ministerio de Economía durante el menemismo. Algunos recuerdan, por caso, que era el encargado del informe que todos los jueves presentaba Alieto Guadagni
Entre 2006 y 2007 llegó a la Subsecretaría de la Pequeña y Mediana Empresa (Sepyme) y Desarrollo Regional, su primer desafío en el kirchnerismo. Kulfas siempre participó de la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (Fides), que dirige Mercedes Marcó del Pont, expresidenta del Banco Nación y hoy sugerida para comandar la AFIP. Allí recaló Kulfas primero en Garantizar SRG y luego como director de ese banco hasta que Marcó del Pont fue designada en el Banco Central (BCRA) en medio del escándalo con Martín Redrado.
La salida de Redrado determinó también la de algunos importantes directores, como Hernán Lacunza, Pedro Rabassa o Francisco Gismondi. Entre 2012 y 2013, Kulfas fue gerente general de un BCRA en el que estaba prohibido mencionar la palabra inflación. Incluso algunos cambiaron los nombres de varios informes del banco para evitar el concepto que Cristina Kirchner sancionaba. Sin embargo, para tener datos reales de lo que sucedía con los precios, los economistas a cargo de los mismos en la entidad monetaria usaban para deflactar el tipo de cambio multilateral el índice de precios mayoristas, menos retocado por Guillermo Moreno. Algunos aún creen que Marcó del Pont fue despedida por mencionar la palabra prohibida en una entrevista que dio a los medios y que enfureció a la entonces presidenta.
En los pasillos del poder se cuenta esta historia: Sebastián Katz, actual viceministro de Hacienda, era director allí y fue entonces "freezado". El economista comenzó a escribir en un blog con el seudónimo de Segundo Campos. Ante las críticas, Kicillof pidió su cabeza. Kulfas protegió a Katz. Hoy Kicillof y Kulfas no tienen la mejor relación. Otras versiones dicen que ese desencanto tiene otros orígenes más oscuros. Esas versiones nunca se confirmaron.
"Fue en esa gestión cuando instaló el cepo, porque se comieron todos los stocks y había que administrarlos. Allí ya no se creía además en que la emisión monetaria fuera la causa de la inflación", cuenta un economista que estuvo allí. En octubre pasado, Kulfas habló en la convención anual Pro Textil y dejó entrever su línea de pensamiento. "El camino del carry trade, de la especulación financiera, podrá ser un negocio para unos pocos, pero no hay ningún país del mundo que se haya desarrollado por esa vía", dijo y habló de "industricidio".
Fue entonces cuando reclamó un "acuerdo económico y social" para "cortar la inercia inflacionaria", a la que le no le asignó una causa puramente monetaria: "Por supuesto que hay que tener una política monetaria, y fiscal prudente y consistente, pero no es lo único", dijo.
"Matías tiene una visión heterodoxa de la economía", afirma una de sus exjefas. "Sus grandes temas son industrialización, flujos de capitales y concentración económica", describe un colega que lo conoce de la facultad. "Es sensato, no es un radicalizado ni mucho menos, pero no es un especialista financiero. Tiene un estilo sobrio, tranquilo, quizás demasiado tranquilo para el momento que vive la Argentina", detalló.
El economista desarrollista, hincha de Boca Juniors (suele ir a la cancha), pasó por el Banco Ciudad durante el ibarrismo
Kulfas, hombre del Grupo Callao, tiene influencia en el presidente electo. El comunicado tras la reunión del presidente con el FMI machacó sobre la "fuga de capitales", un tema que el actual profesor de la Universidad de San Martín y de la UBA conoce desde que debió investigarlo con Eduardo Basualdo (hombre de Flacso) para la Comisión Especial Investigadora sobre Fuga de Divisas en 2002 y 2003. También trabajó con otro experto de Flacso, Martín Schorr. Es un sociólogo que estudia la concentración económica. Es por eso que no resultó extraño que entre las dos causas de inflación que Alberto Fernández mencionó se haya encontrado esa letra, la misma que ya acompaña con su guitarra el futuro ministro de Desarrollo Productivo.
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