Quién es Lascurain, el expresidente de la UIA que apoyó al kirchnerismo y está detenido por un fraude millonario
Juan Carlos Lascurain, detenido ayer en el marco de la causa por la mina de Río Turbio, fue presidente de la Unión Industrial Argentina ( UIA ) durante el kirchnerismo. Se inició como dirigente metalmecánico en 1975, el año del Rodrigazo.
Hijo de un gendarme correntino, llegó a convertirse en dueño de una empresa y en líder de la entidad con más influencia en el modelo económico de la posconvertibilidad. Juan Carlos Lascurain padre fue destinado a Buenos Aires y en el Hospital Militar, el 24 de septiembre de 1946, nació el actual líder manufacturero. Vivían en Liniers, el niño Juan Carlos se pasaba el día jugando al fútbol en la calle y asistía a una escuela pública.
Pero su padre después se retiró de la Gendarmería, fue taxista y terminó siendo comerciante. Así consiguió pagarle a su hijo la secundaria en el Colegio Ward, de Ramos Mejía. Allí tuvo como compañero a José Noberto Royo, hijo del dueño de una fábrica de tubos de acero donde, años más tarde, iniciaría su carrera industrial. Con el ómnibus escolar y una barra de amigos seguía a todas partes a Independiente con una bandera de 21 metros. Todavía tiene abono en la platea del Rojo, pero no siempre la usa.
A los 18 sacó el registro de taxista y se anotó en la Universidad de Buenos Aires (UBA) para ser contador, pero tuvo que dejar los libros porque se pasaba muchas horas al volante. Había aprendido a manejar con un Chevrolet 41 de su padre. Hace un año y medio encontró un modelo igual en un desarmadero cercano a su campo de Entre Ríos, lo compró, fue encontrando las piezas originales en Warnes y el mes próximo, calcula, tendrá el motor en marcha.
El joven Lascurain cambió el taxi por un trabajo en la consignataria de hacienda Adolfo Bullrich, que lo becó para que estudiara en la Universidad Argentina de la Empresa (UADE). Primero se recibió de licenciado en administración de empresas y después de contador. Más tarde fue docente de contabilidad en la UBA y en la UADE, donde tuvo como alumno a Guillermo Moreno.
A los 27 años, el licenciado y contador se casó con Priscila, su mujer de toda la vida, con la que tuvo tres hijos, Lara, Martín y Facundo. Es familiero y algunos fines de semana se marcha con ellos a su casa en Colonia. A los 28, entró a M. Royo como adscripto a la gerencia general.
Luego se convirtió en su director ejecutivo y más tarde en socio de Royo en la fábrica de calderas Fainser.
A los 29, los Royo, más ocupados de su empresa, lo designaron representante en la Cámara de Fabricantes de Caños. Encabezó esa cámara entre 1983 y 1997, cuando alcanzó la presidencia de una de las dos entidades más importantes de la UIA, la proteccionista Asociación de Industriales Metalúrgicos (Adimra). La otra es la liberal Coordinadora de Industrias de Productos Alimenticios (Copal).
En 2000, Lascurain visitaba los despachos del gobierno de Fernando de la Rúa con una caja de 100 herramientas de origen asiático que había importado por sólo $3. Al año siguiente dejó la presidencia de Adimra y se convirtió en vicepresidente Pyme de la UIA. Fue mano derecha de Mendiguren, que presidía la patronal fabril.
Elegido en 2007 presidente de Adimra, asumió en la UIA justo cuando el Gobierno y Techint protagonizaban una pelea por la responsabilidad en el caso Skanska.
Nota publicada originalmente en 2008 por el periodista Alejandro Rebossio
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