Qué pueden aprender las empresas de la cultura open source
Las compañías más tradicionales enfrentan el desafío de adaptarse al nuevo paradigma laboral abierto y colaborativo propio del código abierto
Las compañías de las industrias tradicionales están inquietas y preocupadas. Si al abrumador cambio tecnológico pueden adaptarse con mayor o menor dificultad, el nuevo paradigma laboral les cuesta más. El liderazgo tradicional vertical, tan esencial en este tipo de organizaciones, se resquebraja: las “directivas” pierden impacto y las jerarquías han comenzado a desaparecer. Cuál es el camino a tomar para subsistir o sobrevivir a estos grandes cambios es el desafío que muchas de ellas deben afrontar en un plazo más corto que largo.
Una de las claves es entender que la cultura de trabajo ha mutado hacia una concepción mucho más horizontal, que se ve perfectamente reflejada, por ejemplo en las empresas de tecnología de código abierto. Las nuevas generaciones son más transparentes y colaborativas. Por eso, hoy día la gran innovación es la participación. El desafío de las empresas es rediseñar su estructura interna para hacer de estas premisas su nuevo ADN. Y en ese sentido es fundamental trabajar sobre la figura del líder abierto, es decir ese que se caracteriza por ser auténtico, accesible, arriesgado y motivador.
“El líder no es solamente una persona que tiene más conocimiento y experiencia que los demás y que por ende cumple su trabajo de forma estática. En función de cada situación, buscamos líderes específicos en esa materia para encabezar el proyecto, organizar y potenciar un equipo. Esa es la manera de liderar de manera abierta y colaborativa”, señala Diego Crespo, Director de Recursos Humanos de Red Hat, una compañía basada en la cultura open source. Los nuevos líderes ayudan a sus equipos a comprender la importancia de su trabajo y el impacto de su contribución en los resultados organizacionales fomentando entornos de diálogo y colaboración. La escucha activa les permite tener un mayor empoderamiento para ayudar a sus equipos a alcanzar sus objetivos y aportar ideas creativas y diversas.
El caso de Red Hat es un buen ejemplo para las empresas más tradicionales donde la cultura colaborativa digna del código abierto es parte de su ADN. Pero la búsqueda por profundizar esa metodología de trabajo y por llevarla a la organización interna nunca se detiene. Recientemente crearon el puesto de employee experience, que se encarga de velar por la cultura de la compañía. “La función principal de este rol es la de trabajar fuertemente en generar buenas experiencias para el empleado, en el denominado “momento de la verdad”, que son los puntos de conexión entre la empresa y la persona. Si ese contacto no genera una experiencia satisfactoria, el empleado va a perder el encanto por su trabajo, desconectarse de la organización y eventualmente irse. Al lograr un buen vínculo, se incrementa el compromiso con la organización, el sentido de pertenencia y la lealtad hacia la compañía. En Red Hat no buscamos retener talento, sino que los empleados trabajen acá porque eligen todos los días colaborar con esta causa y bajo estos valores”, explica Crespo.
Para las empresas que necesitan reformular sus procesos y forjar una nueva cultura de trabajo más afín a los paradigmas actuales, la propuesta colaborativa del open source es un buen modelo para dar los primeros pasos.
LA NACION