Qué es el design thinking, el método para innovar que usan las grandes empresas
Los equipos de trabajo de las compañías más creativas del mundo cumplen con una serie de etapas para llegar a la mejor solución frente a los problemas que les presentan usuarios y clientes. Las empresas de hoy buscan la innovación constante. Saben que en estos tiempos de transformación digital, alta competitividad y demandas de los usuarios o clientes el negocio depende de ese camino. Por eso, tanto en el mundo más avanzando como en la Argentina, va ganando terreno una metodología de trabajo que apunta a crear equipos ágiles, creativos e innovadores. Se llama Design Thinking, una disciplina que en español suele traducirse como "pensamiento de diseño" y que se enfoca en resolver los problemas de usuarios y clientes con un enfoque multidisciplinario.
"Muchas veces, ante un problema, se va directo a una solución, sin saber si es la más efectiva. El design thinking es una metodología de trabajo que nos permite entender primero qué estamos resolviendo", empieza a explicar Gabriel Lopatín, coordinador del Programa Design Thinking de Digital House, escuela que brinda un curso inmersivo de 5 días para conocer y ejercitar esta disciplina. "El Design Thinking es un proceso con instancias o etapas en las que cada una tiene un objetivo y un abordaje que devuelve información concreta para poder tomar esas decisiones", completa Lopatín.
Pilares y etapas del Design Thinking
Son varios los pilares que sostienen a esta disciplina como metodología. En primer lugar hay que decir que se trata de una forma de trabajo necesariamente colectiva y colaborativa. Luego, que es un proceso sumamente empático, que exige ponerse en los zapatos del otro, en este caso usuario o cliente. Y, por último, es también una disciplina que trabaja con la experimentación: probar, fallar, aprender y volver a probar genera un conocimiento colectivo de muchísimo valor, especialmente cuando el proceso se logra en un marco reducido de tiempo y recursos.
Aunque existen distintas versiones del Design Thinking, los especialistas en general coinciden en que las instancias de esta forma de trabajo son empatizar, definir, idear, prototipar y evaluar. Aunque no son necesariamente lineales, cada una de ellas debe ser transitada. Se trata de un proceso que en realidad nunca termina, que una vez aprendido y ejercitado se naturaliza y que va y viene entre sus momentos de manera constante. Una de las grandes ventajas es que a la hora de evaluar los resultados se cuenta con muchísima información cuantitativa y cualitativa. "Si nos equivocamos se aprende mucho. Quizás hace unos años el error era sinónimo de despido o de mala performance. Hoy equivocarse rápido y barato habla de un aprendizaje. Es importante incorporar estas habilidades dentro de una empresa y no tercerizarlas porque si no ese aprendizaje queda afuera", dice Gabriel Lopatín.
Cómo formarse en Design Thinking
La cultura de diseño en la que se encuadra el Design Thinking está muy expandida en otras partes del mundo, incluso al nivel de la vida cotidiana de las personas.Compañías como Google, Apple o Zara trabajan con Design Thinking en múltiples áreas, que van desde el desarrollo de productos hasta la mejora de procesos. Airbnb pegó el salto cuando sus fundadores incorporaron esta metodología en su proyecto.
En la Argentina hace tiempo que esta cultura está presente en las grandes empresas de tecnología, pero recién ahora está entrando de a poco en otras industrias, como la de los bancos, la salud o la administración estatal. Por eso es que hoy es un activo importante contar con cierta formación en esta disciplina.
El Programa Design Thinking, de Digital House dura una semana intensiva y está dirigido a profesionales y líderes de una empresa que estén en áreas de impacto directo en la operación de la organización, y a emprendedores que quieran explorar procesos de innovación aplicables a sus proyectos. Empieza el lunes 25 de junio y se cursa de 10 a 18. Como la disponibilidad de vacantes es limitada, se debe sortear un proceso de admisión previo al ingreso al programa.
LA NACION