Guzmán al círculo rojo: no bajarán impuestos ni el gasto y defendió el rol del Estado
“Hemos ido deshaciendo la reforma tributaria del gobierno anterior”, dijo Guzmán; el ministro de Economía participó en un encuentro del Consejo Interamericano de Comercio y Producción
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Martín Guzmán se extendió tanto explicando los bloques que integran los pilares económicos que impulsa–macroeconomía estable, reglas de juego que den previsibilidad y más presencia del Estado– que se le enfrió el café con leche. No era para menos. En el jardín del Four Seasons el frío era intenso.
En una sesión híbrida –parte presencial y parte virtual– en el lujoso hotel lo escuchaban, ávidos, referentes de las principales cámaras de la industria, los bancos, la construcción, el campo, la bolsa y el comercio. El círculo rojo, que un tiempo atrás lo aplaudió de pie.
“Bienvenido a una reunión a cielo abierto”, lo recibió –con una metáfora minera– Daniel Funes de Rioja, presidente del Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICyP). El flamante titular de la Unión Industrial Argentina (UIA) y de Copal venía de un caliente contrapunto con el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas. Guzmán ahondó la herida. “Con nosotros la industria está creciendo, con el gobierno anterior se achicó” , le dedicó mientras sacaba un block de hojas en las que había anotado las medidas para el sector. Un reflejo que alguna vez tuvo Francisco Cabrera en la UIA. Fue una crítica calcada a la de Kulfas, al cual Guzmán nombró. La “alianza de los racionales” se mantiene.
Lo que a los empresarios les importaba llegó, como siempre, al final con la primera pregunta (y también con la segunda). ¿Qué va a pasar con los impuestos? Conociendo el paño, Guzmán ya se había anticipado en su discurso: “Hemos ido deshaciendo la reforma tributaria del gobierno anterior”. Aunque reconoció que aún “falta camino” .
“Si la idea es un país de impuestos bajos y gasto bajo, esa no es nuestra idea”, dijo sobre la presión tributaria luego. “El Estado tiene un rol en la estabilidad macro y en generar condiciones propicias para promover la actividad privada. Consideramos que es muy importante que el Estado tenga capacidad de financiamiento de la estructura pública, educación en ciencia y tecnología, inversión social activa”, estimó el ministro, que remarcó que ahora ese Estado lo manejan el Presidente y la vicepresidenta. Luego trajo la historia. Citó a Ronald Reagan, a George Bush y a Donald Trump; y habló de Europa y Gran Bretaña para afirmar que la idea de bajar impuestos no funcionaba para generar crecimiento. “La generación de incentivos que expande la oferta resultaron en un debilitamiento del Estado, de la macro e incertidumbre que debilitaron al sector privado”, estimó y agregó: “El gobierno anterior achicó el tamaño del Estado y bajó impuestos pensando que eso iba a generar un sendero de crecimiento y no pasó ni pasa nunca”. Los empresarios no quisieron preguntar más nada.
El ministro buscó explicar a los empresarios –Javier Bolzico, Ivan Szczech, Adelmo Gabbi, Nicolás Pino, Mario Grinman, Luis Betnaza y Miguel Angel Rodriguez– el rumbo para”tranquilizar la economía”.
Pese al cierre de las exportaciones de carne, el ministro reivindicó la necesidad de sumar ventas al exterior y no sufrir “la restricción externa”, que vacía las reservas de dólares y frena el consumo interno. Dijo que las medidas tomadas –subas de impuestos, creación de nuevos y rediseño de otros– fomentan la estabilidad macroeconómica, ofrecen “reglas de juego claras” al sector privado “para que pueda ser pujante”, y habilitan que el Estado pueda tener más presencia en la economía para fortalecer un rol contracíclico que ayude a reconstruir la demanda. Sacó entonces “el montón de hojas” para mostrale a Funes de Rioja “lo que el Gobierno hizo por la industria”. Ante las críticas privadas del avance estatal, también dijo tener un listado de los procesos de “articulación del sector privado con el público”.
“La sostenibilidad fiscal es una condición necesaria para la estabilidad”, afirmó y lo combinó con otra máxima (contradictoria) de un Estado que gaste más. Pese a esa necesidad de hacer caja y direccionarla, el ministro reconoció que hubo “parches” tributarios en el pasado, que hoy subsisten, y que responden a capas de viejas crisis.
Señaló que busca “hacer sentido común” de la negociación del FMI con apoyo internacional, pero también “puertas adentro”. Mencionó que las condiciones externas son más robustas. No dio pistas sobre los tiempos. Guzmán celebró que la brecha del dólar pasara de 150% a 70% y reconoció que la inversión extranjera pide el fin del cepo. Repitió que la inflación es multicausal y felicitó a los gremios por alinearse con sus expectativas y su enfoque integral. No nombró a Hugo Moyano, que pidió 45% de aumento. Luego reclamó a las empresas que se sumen a esa “cooperación”.
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