Qué dice el informe que Nicolás Dujovne le entregó a Macri sobre los impuestos en la Argentina
El peso de los impuestos en la economía vuelve a ser un tema de campaña en la Argentina. Tras los reclamos empresarios, las críticas del lavagnismo a la presión impositiva y los pedidos del Fondo Monetario Internacional (FMI) por una "reforma integral" en materia tributaria, el Gobierno salió a defender su gestión sobre los gravámenes que se pesan sobre el sector privado.
En ese sentido, LA NACION accedió al informe que el Ministerio de Hacienda que conduce Nicolás Dujovne le presentó al presidente Mauricio Macri sobre la presión impositiva en la Argentina, y los cambios que se hicieron en los últimos años a los tributos nacionales. El tópico se volvió ahora un tema de campaña, con un lavagnismo reclamando bajas de impuestos para reactivar la economía pese al escaso margen fiscal y el kirchnerismo discutiendo números del déficit fiscal, el gasto y la herencia que Cristina Kirchner le dejó a Macri.
Justamente, el informe "Menos gastos, menos impuestos" comienza con una crítica a la herencia recibida por el gobierno de Macri en 2015, un dato no menor luego de los chispazos que Dujovne y el candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, se sacaron ayer. "El kirchnerismo duplicó el gasto público y aumentó la presión tributaria en seis puntos del PBI. El gobierno de Cambiemos, en cambio, bajó el gasto en más de cinco puntos del PBI al mismo tiempo que logró bajar los impuestos y reducir el déficit fiscal. Esta es la consolidación fiscal más importante de América Latina de los últimos 30 años", recalcó el documento.
Según el informe del Gobierno, durante el kirchnerismo, el gasto primario el gobierno nacional pasó de 12% a 24% del PBI, mientras que los impuestos pasaron de 20,6% a 26,2% del PBI. "Este aumento en la presión tributaria nos llevó a ser uno de los países de mayor presión impositiva en Latinoamérica", definió, y contrastó: "Durante esta administración, en cambio, se llevaron adelante varias medidas para aliviar la carga tributaria de las personas y las empresas. Entre 2016 y 2019, la presión tributaria habrá bajado en dos puntos del PBI".
Según le presentó el equipo de Dujovne a Macri, "además de ser altos, los impuestos eran distorsivos y regresivos". Así justificó el ministro la aplicación de la reforma impositiva 2017. "La agenda de reducción en las contribuciones, en el impuesto a las ganancias para las empresas y en el impuesto al cheque está asegurada por la reforma", estimó la presentación. Nada señaló, en tanto, del pacto fiscal para bajar Ingresos Brutos en parte de la cadena y los impuestos a los sellos, objetivos que fueron retocados en medio de la negociación del presupuesto y la crisis.
El informe de Dujovne para Macri llega días después del staff report sobre la cuarta auditoría que realizó el FMI a la economía argentina. En el informe, el equipo liderado por Roberto Cardarelli reclamó una reforma holística para eliminar impuestos distorsivos. "Se necesita una reforma integral del sistema tributario para reducir las distorsiones y mejorar la eficiencia", reclamó el Fondo, que celebró la reforma fiscal de 2017 y el Pacto Fiscal de 2018.
"Sin embargo, siguen vigentes varios impuestos distorsivos (por ejemplo, el impuesto a las transacciones y los impuestos a la exportación), y la tributación combinada de los ingresos laborales sigue siendo alta con relación a la comparación internacional", escribió el organismo dirigido por David Lipton, que además pidió extender el impuesto a las ganancias, reducir las exenciones al IVA y aumentar los ingresos por impuestos al consumo.
Días después, fueron los empresarios de nucleados en AEA quienes recibieron a varios ministros y secretarios del Gobierno para debatir el acuerdo entre la Unión Europa y el Mercosur. Allí se registró el mismo reclamo: "Hay que eliminar los impuestos distorsivos".
No obstante, el Gobierno replicó las críticas. "Entre 2004 y 2015 la presión tributaria nacional aumentó seis puntos del PBI. La suba en los impuestos nacionales se explica por la suba en aportes y contribuciones a la seguridad social (+4,2% del PBI) y en Ganancias (+1,8% del PBI). En el caso de los derechos de exportación, el mayor valor se alcanzó en 2008, cuando llegó a representar 3,14% del PBI; en 2015 representó 1,3 puntos del PBI", explicaron.
"Con el cambio de gobierno se rompió la tendencia al aumento en la presión tributaria", esgrimieron en Hacienda, y aseguraron que, entre 2015 y 2018, la presión tributaria nacional cayó 2,6 puntos del PBI. Las principales bajas se ven en el impuesto a las ganancias (-1,31% del PBI), en aportes y contribuciones (-0,71% del PBI) y en derechos de exportación (-0,49% del PBI). "Por motivos de emergencia, este año puede revertirse transitoriamente una parte de la baja en impuestos. Aún así, la presión tributaria proyectada para 2019 será 2 puntos porcentuales del PBI más baja que en 2015", calcularon los técnicos oficiales.
Uno de los puntos principales que atacó el oficialismo es el impuesto a las ganancias para las personas físicas. Según estimaron, ese gravámen pasó de representar un 4,6% del PBI en 2003 a un 6,4% del PBI en 2015. Entre 2016 y 2018, en cambio, el impuesto bajó 1,3 puntos hasta 5,1% del PBI. "Una de las razones por las que aumentó entre 2003 y 2015 es que la tablita que determinaba las alícuotas que tenían que pagar los contribuyentes se mantuvo congelada durante 15 años en un contexto inflacionario", cuestionaron al kirchnerismo, y agregaron: "Esto condujo a que la gran mayoría de las personas que quedaban alcanzadas por el impuesto tuvieran que tributar con la tasa más alta. El resultado fue la virtual desaparición de la gradualidad del impuesto y un importante crecimiento en la recaudación".
"Una de las primeras medidas de este gobierno fue actualizar la tabla de alícuotas del impuesto a las ganancias para las personas. Con esto se lograron dos cosas. En primer lugar, la alícuota efectiva del impuesto bajó para todos los que pagan. En segundo lugar, se recuperó la gradualidad del impuesto: ahora los trabajadores alcanzados están mejor repartidos entre todos los escalones del impuesto", indicaron. Agregaron, además, que se bajó la alícuota del impuesto a las ganancias de las empresas, que llegará a 25% en 2020.
No obstante, no aparecen en el documento que se le presentó al Presidente los impuestos sobre los dividendos o a la Renta Financiera. Tampoco la suba que tendrá Bienes Personales, alza que un proyecto del ahora candidato a vice, Miguel Pichetto, logró morigerar tras su paso por el Senado. No hay referencias a algunas subas vinculadas al IVA, como la imposición a los servicios digitales, la eliminación gradual del decreto 814 o de los reintegros a los consumos con tarjetas de crédito.
Por otro lado, el Gobierno recalcó la "baja de los impuestos al trabajo" con la fijación de un mínimo no imponible (MNoI) de implementación gradual que exime del pago de contribuciones patronales. A partir de la reforma tributaria, se estableció un MNoI de implementación gradual: hoy es de $7000 y en 2022 será de $17.500. Estos montos se actualizan automáticamente de acuerdo a la evolución de precios, lo que hará que en 2022 un salario de $40.000 pesos sólo tribute por $22.500, especificaron en el documento que ya vio Macri. Algunos sectores ya tuvieron un adelantamiento de MNol, como el textil o las economías regionales.
Sin embargo, en lo que respecta a los llamados impuestos al trabajo, se impulsó una unificación de alícuotas en 19,5%, lo que significó un alza para algunos sectores o diferentes regiones, algo que no aparece en este informe, pero que Dujovne sí incluyó entre los anexos de su última presentación en conferencia de prensa para presentar los datos fiscales del primer semestre.
El documento también ensalza la mejora en los costos laborales en el sector de confección en la provincia de Buenos Aires, y la recientemente aprobada Ley de Economía del Conocimiento.
Por último, se refiere a las polémicas retenciones a la exportación. "Antes de diciembre de 2015 pagaban retenciones todos los bienes menos los lácteos. En diciembre de ese año se eliminaron las retenciones para la gran mayoría de los productos y se redujeron para los restantes", señaló ese capítulo.
"En septiembre de 2018, como resultado de los shocks externos, se fijó un aumento en los derechos de exportación para acelerar el camino hacia el equilibrio fiscal. Pero estas nuevas retenciones son doblemente transitorias: en primer lugar, porque tienen vencimiento en diciembre de 2020; en segundo lugar, porque, por los topes de $3 y $4 por dólar, las retenciones se licúan con el aumento natural del tipo de cambio", explicaron.
Sin embargo, el informe oficial olvida mencionar que el Gobierno también impulsó un aumento indirecto a los impuestos a los exportadores, cuando rebajó los reintegros que otorgaba; o a los importadores, cuando decidió (meses atrás) subir la llamada tasa de estadística.
Otras noticias de Nicolás Dujovne
Más leídas de Economía
Habrá cambios. Cuánto costará el dólar tarjeta en enero
Advertencia. El CEO de una cadena francesa de supermercados no quiere comprar carne del Mercosur
El camino emprendedor de Gwyneth Paltrow. De ganar un Oscar a ser la CEO de una empresa con 80 empleados
Valor del día. ¿A cuánto cotiza el real este jueves 21 de noviembre?