Qué aprende hoy la Generación Z
Más de 70 chicos que debían jurar la Bandera frente a la Fragata Sarmiento quedaron varados por un piquete
Era un día perfecto, con sol y una temperatura agradable. Unos 764 chicos de cuarto grado, de entre 8 y 9 años, estaban citados para jurar la Bandera frente a la Fragata Presidente Sarmiento, en Puerto Madero.
Hay que tener en cuenta que ésta es la siguiente generación de trabajadores, que hoy se llama Generación Z, y que dentro de unos 10 años estará haciendo sus primeras incursiones en el mercado laboral. Es necesario empezar a pensar quiénes serán los próximos médicos, maestros, ingenieros, abogados, arquitectos, músicos, entre otras profesiones.
Para futuros empleadores y políticos será, según diferentes estudios, una generación que demandará respuestas, transparencia y toda la libertad que ofrece el mundo digital para informarse, opinar y generar cambios.
Demorados en Retiro
A las 13.30 en punto, al toque de atención de una trompeta desde la popa del buque construido en 1897, una banda militar comenzó a cruzar el Puente de la Mujer. Al llegar a la fragata, hoy museo, donde estaban formados los chicos de 12 de las 14 escuelas invitadas a la ceremonia, llegó la orden: había que poner un freno, dos de las escuelas citadas estaban varadas en un piquete en Retiro.
A partir de allí, más de una hora de espera, donde el nerviosismo de los padres y abuelos que esperaban a los chicos rezagados se hizo notar, hasta con lágrimas. El resto de los chicos esperó pacientemente, en fila. Toda su vida, unos nueve años, estuvo signada por piquetes. No conocen otra realidad.
Justamente uno de los suboficiales que estaba a bordo estaba esperando a su hija, Thaís, que estaba en uno de los ómnibus que no podían avanzar por el piquete. Venía de la Escuela Número 24, de Ramos Mejía, y habían salido a las 11.30. "Estaba preocupado porque sabía que éste era un día muy importante para ella. Ella se fue a acostar solita a las 9, el día anterior, porque se tomo muy en serio la ceremonia."
La vicedirectora de la escuela, Liliana Allende, estaba tanto o más preocupada que los padres. Los chicos se habían preparado mucho para este momento. Entonces se bajó del ómnibus y, empleando el arte del convencimiento, logró que pudieran traspasar el piquete convenciendo a los camioneros que se movieran un poco. Los ómnibus llegaron una hora y cuarto más tarde, con los 78 chicos. El otro colegio atrasado, Manantiales, había demorado apenas unos minutos menos en llegar.
Finalmente siguió el acto de promesa de lealtad a la Bandera, que fue muy emotivo, con las palabras de Carlos Alberto Zavalla, director del buque museo, y la participación de la mezzosoprano María Amelia Mayol, que canto el Himno Nacional. Todos los chicos lograron jurar la Bandera, a pesar del piquete, esta vez llevado adelante por los portuarios.
Estos chicos van a entrar en el mercado laboral dentro de unos 10 años; serán jefes en unos más. Habrá que ver a cuál de las dos argentinas, la de Manuel Belgrano, o la del sálvese quien pueda, se van a sumar.
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