Pymes del año: un reconocimiento a las chicas que piensan en grande
Organizaciones chicas con aspiraciones grandes, las pymes son el motor que impulsa el desarrollo económico del país y generan el 80% del empleo en la Argentina. Innovadoras, globales, familiares, tecnológicas y sustentables, las pymes toman distintas formas en la medida en que realizan sus actividades y luchan por sacar sus negocios adelante. Son tiempos desafiantes para las más pequeñas, aquellas que tienen entre 10 y 50 trabajadores, ya que cayeron un 2,5% en facturación interanual a finales de 2017. Los costos laborales, que representan $33 por cada $100 de sueldo bruto que recibe el trabajador son algunos de sus principales obstáculos para ser competitivas.
Así, con el objetivo de reconocer a las "chicas que piensan en grande", LA NACION y HSBC entregaron el premio a las pymes del año, en un encuentro que se llevó a cabo en la Redacción del diario. "Ocho de cada diez empleados que se contratan son a través de las pymes; uno de cada dos pesos que se facturan también. Las que invierten son las pequeñas organizaciones y ¿de quién tenemos que pedir nosotros mucho más? De las pymes", dijo Gabriel Martino, CEO de HSBC, en diálogo con José Del Rio, secretario general de Redacción de LA NACION.
Los ganadores resultaron del análisis de 200 casos de pymes nacionales para buscar a aquellas que rompían el molde y se distinguían en alguna de las seis categorías evaluadas: Innovación, Tecnología, Sustentabilidad, Empresa familiar, Conectividad y Trayectoria. Cada categoría tuvo tres empresas ternadas y un ganador, además se destacaron tres menciones especiales, y un premio de oro final. La elección estuvo a cargo de un jurado, integrador por cuatro referentes: el publicista Carlos Pérez, presidente de BBDO; Patricia Bindi, directora de Banca de Empresas de HSBC; Silvia Torres Carbonell, directora ejecutiva del Centro de Entrepreneurship del IAE y José Del Rio.
Papelera San Andrés de Giles fue la gran ganadora: se hizo del premio de oro a la pyme del año, además de liderar la categoría Innovación, donde también fueron ternadas Vacavaliente y Guapaletas. La papelera es una empresa familiar con treinta años de experiencia en el sector y también fue reconocida a nivel internacional por su tecnología en los premios PPI Awards, en Bruselas.
Máximo Gagliardi, dueño de la firma, remarcó la importancia de invertir para crecer. "Sin el foco puesto en la inversión no hay manera de sobrevivir. Somos benchmark en el sector, nos ven como el modelo aunque seamos chicos", explicó. Vacavaliente, que recibió una mención especial por su "talento creativo al mundo", es una firma que utiliza descartes de cuero de manera innovadora para producir objetos de diseño y decoración que exporta a 85 países. En tanto, Guapaletas le dio una vuelta de tuerca al mundo de los helados, no con el sabor, sino con su formato: su helado artesanal en palito hoy se vende en 90 sucursales y emplea a 100 personas.
En la categoría Tecnología la ganadora fue VeriTran, una empresa de pagos electrónicos que logró expandirse en la región y concentra el 40% del mercado mexicano. Entre los finalistas se encontraba también la mendocina Belatrix, que desarrolla software y productos digitales para el resto del mundo, y cuenta con clientes como Disney y Adobe. La otra finalista fue IguanaFix, la plataforma que conecta a usuarios que necesitan un arreglo en su hogar o auto con los respectivos profesionales.
El rubro Sustentabilidad reconoció a aquellas empresas cuyo foco está en dejar el mundo mejor que como lo encontraron. Desde reciclaje hasta empleo para quienes viven en cárceles, las maneras de ayudar fueron variadas. Ganó Diaser, una organización puntana fundada en 1968 que diversifica sus negocios agroindustriales para incorporar biocombustibles y paneles solares de energía renovable. Entre las finalistas se encontraba Xinca, que fabrica zapatillas con caucho reciclado y emplea a presos en su manufactura, lo que le valió la mención especial por su "inclusión sustentable". La tercera de la terna fue Iatasa, responsable de importantes obras públicas a lo largo del país.
En la categoría Empresas Familiares se buscó premiar a las organizaciones que con lazos de sangre construyen sus negocios y equipos. La ganadora fue Frigorífico Gorina, el mayor exportador de carne del país, que pertenece a la familia Riusech. Entre los finalistas se encontraban Patagonia Berries, cuyo dueño y director, Manuel Cabrales, es el sobrino de Martín Cabrales, vicepresidente de la firma homónima. También fue ternado Grupo Saporiti, proveedores de colorantes, saborizantes y conservantes para la industria de alimentos desde 1927, que recibió una mención especial por su resiliencia familiar.
En Conectividad se identificó a quienes apuestan por un mundo más unido. Ganó Satellogic, la argentina que lanza nanosatélites de bajo costo al espacio. Los finalistas fueron Domaine Bousquet (la finca orgánica de fundadores franceses instalados en el país) y Silkey, que fabrica productos de cosmética.
Finalmente se premió la trayectoria. Los finalistas fueron la pinturería Sinteplast, los juguetes Rasti y Cerámica Ctibor. El premio lo recibió Sinteplast, fundada en 1950, con tres generaciones de la familia Rodríguez al mando.