¿Puede el iPhone volver a deslumbrar?
Apple tiene un desafío de marketing y diseño con la nueva generación de su teléfono
SAN FRANCISCO—¿Puede el iPhone reencantar a los usuarios?
Con más de 128 millones de iPhones vendidos desde 2007, la ubicuidad del teléfono ha creado un dilema de marketing y diseño para Apple Inc., que tiene que buscar la forma de sorprender a los consumidores en un mercado de celulares inteligentes ya maduro y donde muchas alternativas parecen iguales al celular de la empresa. Ese es un desafío que Apple enfrentará el martes, cuando se espera que presente la quinta generación del iPhone.
La empresa ha estado trabajando en un modelo que es más delgado y ligero y que tiene una cámara de ocho megapíxeles, pero otros detalles no son tan claros.
Ahora, la pregunta es qué características serán necesarias para deslumbrar a los consumidores.
Por años, Apple ha logrado convertir a muchos a su tecnología en parte gracias a la frescura de sus diseños y las capacidades de su software, que no se podían encontrar en ninguna otra parte. Ahora, sin embargo, enfrenta una compe-tencia más fuerte de teléfonos inteligentes que usan el sistema operativo Android de Google Inc., que también tienen pantallas táctiles y acceso a miles de aplicaciones. Algunos incluso superan las características del iPhone.
En total, los aparatos con Android representan 43% del mercado de teléfonos inteligentes de Estados Unidos, frente a 28% de Apple, según Nielsen Co. De todas formas, Apple sigue siendo el principal productor de teléfonos inteligentes.
Algunas encuestas sugieren que la demanda para un nuevo iPhone sigue siendo fuerte. El teléfono fue actualizado por última vez en junio de 2010. Un sondeo realizado por ChangeWave Research en julio encontró que 46% de los consumidores que planeaba comprar un teléfono inteligente en los próximos 90 días escogería un iPhone.
Pese a que muchos consumidores esperan que Apple siga innovando su diseño, "tiene que haber un punto en el que las expectativas superan las capacidades", señala Roger Kay, analista de Endpoint Technologies Associates.
A diferencia de años previos en los que el presidente ejecutivo Steve Jobs presentaba un nuevo iPhone frente a una gran audiencia en un lugar céntrico de San Francisco, esta vez Apple tiene prevista una convocatoria más pequeña en su sede en Cupertino, California. Jobs renunció a la presidencia ejecutiva el mes pasado y fue sucedido por el ex director operativo, Tim Cook.
Sorprender a la gente con un diseño innovador puede ser particularmente difícil en el caso del iPhone 5. "El diseño industrial es importante, pero en este pequeño paquete empezamos a tropezarnos con las leyes de la física", dijo Tim Bajarin, consultor de Creative Strategies Inc.
Por eso el software es aun más importante para diferenciar al iPhone de la competencia, añadió Bajarin. En abril de 2009, Apple actualizó su modelo 3G con uno llamado 3GS que tenía variaciones en unos componentes internos e hizo énfasis en algunas funciones de software.
La empresa quería enviar el mensaje de que el software es una parte importante de la evolución del teléfono, de acuerdo con una persona que conoce la estrategia de la compañía.
Pero Apple también enfrenta competencia en el área del software para teléfonos inteligentes.
En junio, la empresa presentó un anticipo de las capacidades de su sistema operativo de próxima generación, incluyendo un servicio de mensajería de texto llamado iMessage y almacenamiento y sincronización inalámbrica a través del servicio iCloud. Funciones similares ya están disponibles en el BlackBerry de Research In Motion Ltd. y la tienda de música digital de Amazon.com Inc.
Un potencial as en la manga de Apple es un software desarrollado por Siri Inc., una empresa que Apple compró el año pasado y que diseñó un asistente personal activado por voz, dijeron analistas. Apple no se ha pronunciado sobre sus planes con Siri.
Los procesos internos de Apple están establecidos para evitar hacer sólo cambios incrementales en sus productos, dice una fuente que conoce la forma en la que trabaja la empresa.
La compañía no realiza sondeos entre consumidores sobre lo que quieren en la próxima generación de productos. En lugar de eso, desafía a sus diseñadores para que creen visiones radicales para sus productos.
The Wall Street Journal