Prepagas: qué trámite debe hacerse para no tener aumentos de cuotas y qué pasará el mes después del congelamiento
El Gobierno habilitó el formulario y explicitó los requisitos para pedir la suspensión de los aumentos en los próximos meses; la suba de costos que se acumule se incorporará luego a los precios
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Cuando, en enero de 2024, los afiliados a las prepagas deban abonar las cuotas de sus planes de salud, se encontrarán con una suba que será equivalente al incremento que haya acumulado el índice que mide los costos de salud en cuatro meses. Esto será así, según explicó a LA NACION el presidente de la Unión Argentina de Salud (UAS), Claudio Belocopitt, porque la medida de congelamiento anunciada por el ministro de Economía, Sergio Massa, dos semanas después de la devaluación oficial del peso, implica una “suspensión” de la aplicación de las subas.
Es decir, no habrá un pago retroactivo por la falta de actualización de las cuotas a pagar en octubre, noviembre y diciembre. Pero, al retomarse la dinámica de las alzas que rige hasta ahora, se acumularán los porcentajes de suba de costos del período y eso se incorporará a los precios (a la evolución del costo de los tres meses con congelamiento, se sumará la correspondiente al mes de referencia para la cuota de enero). La suspensión no será automática ni regirá para todos los usuarios, sino que deberán cumplirse varios requisitos y habrá que hacer un trámite, cuyo paso a paso se explica en esta nota.
La decisión de que las cuotas se mantengan sin variación por tres meses significa, así, un alivio temporal para los usuarios, e implica patear una suba de precios (y de su incidencia en el índice de inflación) para después de las elecciones. Massa, candidato a presidente por el oficialismo, anunció el domingo 27 de agosto, a través de un video de Instagram y de manera inconsulta, que se dispondría un congelamiento por 90 días, como una forma de aliviar el fuerte impacto en los precios que tuvo la devaluación oficial del día posPASO.
En los últimos días, los referentes de la actividad mantuvieron conversaciones con funcionarios de Economía. Llegaron a un acuerdo, que incluye beneficios impositivos para el sector prestador y financiador de la salud (clínicas, otros prestadores y prepagas) y la suspensión de las subas para las cuotas a pagar por los afiliados en octubre, noviembre y diciembre.
La factura que se abona en estos primeros días de septiembre, en cambio, sí tiene el aumento de 7,18% (o del 5,58%, en caso de los usuarios con suba topeada) que el Gobierno ya había autorizado más de un mes atrás.
A los referentes del sector privado de la salud el anuncio del congelamiento les cayó como un balde de agua fría, en un contexto en el que estaban manifestando su preocupación por los efectos de la devaluación y por las dificultades para importar insumos para las prestaciones. Según un índice específico elaborado por el Gobierno y publicado por la Superintendencia de Servicios de Salud, en los últimos tiempos los costos de la prestación de salud subieron a un ritmo mensual de entre un 7% y casi un 9%.
Los requisitos y el paso a paso para acceder al congelamiento
El congelamiento no sucederá de manera automática ni de forma generalizada. Según puntualizó Belocopitt, el acuerdo al que se llegó con Economía incluye que los usuarios deberán completar una declaración jurada online y cumplir con varios requisitos vinculados con los ingresos y con el patrimonio del grupo familiar adherido al plan de salud.
La Superintendencia de Servicios de Salud, en tanto, habilitó en la tarde del lunes el formulario para solicitar “la suspensión provisoria de la aplicación de actualización de valores de planes de empresas de medicina prepaga”.
La declaración, que habrá que realizar en cada uno de los tres meses (la actual será para las cuotas de octubre, que tienen previsto un aumento de 6,97%), consiste en marcar la opción “sí” o “no” a las afirmaciones a través de las cuales se explicitan los requisitos para acceder al congelamiento. Marcar que “no” claro, implica que no regirá la suspensión de los aumentos. Los requisitos se refieren al grupo familiar y son los siguientes:
- No tener ingresos brutos mensuales iguales o superiores a $ 2.000.000.
- No ser propietario de dos o más inmuebles.
- No ser propietario de tres o más vehículos (excepto los hogares en los que haya alguien con Certificado Único de Discapacidad).
- No ser propietario de aeronaves o embarcaciones de lujo.
- No ser titular de activos societarios “que exterioricen capacidad económica”.
Luego, también se debe marcar “sí” a la afirmación: “Autorizo a la Superintendencia de Servicios de Salud a validar los datos ingresados con otros Organismos”, con lo cual se da el consentimiento para un cruce de datos entre entes estatales.
¿Cómo se llega al formulario? Quienes no lo hayan hecho antes (para pedir topes a las subas de algunos meses de este año) deberán ingresar, como primer paso, a la página de la AFIP con clave fiscal e ir, entre las opciones de “Mis Servicios”, a “Administrador de Relaciones de Clave Fiscal”. Allí se desplegará un listado de organismos estatales; se debe clikear en el logo de la Superintendencia de Servicios de Salud y, entre los títulos que se despliegan, elegir Mi SSSalud.
Luego, confirmar la adhesión, desloguearse y volver a entrar a la página de la AFIP, para chequear que el servicio haya quedado incorporado. Una vez hecho esto, se podrá ingresar desde la página https://www.sssalud.gob.ar/misssalud/ (se pide clave fiscal) a los servicios interactivos de la Superintendencia, entre los que se debe elegir el correspondiente a la declaración jurada de ingresos. También se puede ingresar desde la propia página de la AFIP, clickeando “Mi SSSalud” que -si previamente se hizo el ya mencionado trámite de habilitación- aparecerá entre los títulos de “Mis servicios”.
En el formulario, el primer dato que se pide es el de la prepaga a la cual la persona está afiliada. Hay que seleccionar la opción correcta en un listado, ingresando el número de CUIT de la entidad o escribiendo las primeras letras de la denominación. En la Superintendencia no precisaron hasta qué día hay tiempo para hacer el trámite.
Hasta la semana última, estaba vigente otro formulario, el que se estableció a inicios de este año -con vigencia hasta julio de 2024-, por el cual quienes tienen ingresos de un monto no mayor salario mínimo multiplicado por seis, pueden pedir que se les aplique una suba topeada. Ese techo equivale al 90% de la variación mensual de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte). Ese mecanismo se retomaría, según lo previsto, en el primer mes de 2024.
El pago a los prestadores
Belocopitt señaló que eel período de congelamiento habrá subas de aranceles a los prestadores, pero no del nivel previsto hasta ahora. Según el régimen actual, con las últimas subas las prepagas debieron actualizar los precios que les pagan a los efectores en un 92% del porcentaje de incremento que sufren los usuarios. El tema no es menor, porque algunos prestadores, como el Hospital Austral ubicado en Pilar, ya habían comenzado a anunciar el cobro de copagos o bonos contribución para consultas médicas y prácticas, alegando la situación crítica por la que atraviesa el sector y la insuficiencia de los ingresos para solventar los costos.
Más allá de los montos que reciben por sus prestaciones, una advertencia recurrente de las clínicas y sanatorios es que los pagos les llegan con demora, lo cual produce un descalce que califican como nada menor. Después de la devaluación del 13 de agosto, Adecra+Cedim, instituciones que nuclean a 420 prestadores, señalaron en un comunicado que “a la crisis estructural de financiamiento que se atraviesa desde hace años, producto fundamentalmente de un descalce entre costos y aranceles, se suma la problemática coyuntural, que se agravó y que tiene que ver con serias dificultades para adquirir insumos claves para la atención de los pacientes, como materiales descartables y medicamentos de uso habitual”.
Según dijo el presidente de la UAS, que agrupa a entidades de prepagas y de clínicas, los prestadoras no podrán cobrar copagos como los que se habían anunciado en los últimos días. En la última semana de octubre habrá nuevas reuniones para evaluar la situación del sector y la incidencia de las medidas de alivio fiscal.
Esas medidas incluyen una ampliación de beneficios otorgados por un decreto de 2020 y prorrogados luego. Hoy rige, con vigencia hasta la finalización de este año, una rebaja del 50% de las contribuciones patronales para las empresas del sector, que pasará temporariamente al 100%. El régimen también implica una reducción de la alícuota del impuesto sobre los débitos y créditos bancarios. Según Belocopitt, además de esos alivios habrá un diferimiento del pago de saldos de IVA, que podrán abonarse en 9 cuotas, en lugar de 6. “Se le da un poco de aire al sector”, afirmó el ejecutivo, que insistió en que no se le da una solución a los problemas que se arrastran desde hace años, y lamentó que el sistema sanitario no sea un tema en la campaña electoral.
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