“Precios justos”: rechazo frontal del empresariado a una propuesta de Massa

La Secretaría de Comercio inicia el segundo día de reuniones con distintas empresas de consumo masivo para elaborar nuevo un acuerdo de precios por los próximos entre 90 y 120 días, pese a que relanzó Precios Cuidados el lunes pasado. Hoy, Matías Tombolini, su titular, recibirá a ejecutivos de Deheza, Quilmes y Coca Cola.

Ayer, se reunió con Bimbo, Mastellone y Molinos Río de la Plata. Para esta iniciativa, no tiene previsto reunirse con supermercadistas. En los próximos días, pasarán por su oficina otras empresas como P&G y Danone. Fueron convocados cerca de 20 CEOs (no está confirmada la presencia de Massa en los encuentros).

La primera reacción de los empresarios fue de rechazo a una de las condiciones que impulsa el ministro de Economía. Su idea es que los productos contemplados en el acuerdo lleven el precio acordado en el empaquetado.

Las alimenticias tildaron de “inviable” el pedido, por los costos y la dificultad operativa que conlleva. Incluso, algunas de las empresas pidieron prórrogas a la implementación del octágono de la ley de etiquetado por las complicaciones que les representa cambiar el packaging, según informaron fuentes del sector.

Ante la consulta de LA NACION a la Secretaría de Comercio sobre el rechazo del sector privado a la medida, dijeron que “para el secretario, no es verdad que los empresarios rechazan la propuesta de Massa”.

Los empresarios se mostraron dispuestos a acordar una canasta con referencias de precios en lo inmediato. Sin embargo, expresaron que es impracticable la idea de las etiquetas porque el proceso de cambio llevaría, por lo menos, 70 días. “En el medio, todos están trabajando en el marco de la Ley de Alimentación Saludable”, expresó una fuente.

“La preocupación pasa por las distorsiones que generan las alternativas que proponen, cómo mantener las referencias por un tiempo determinado”, agregaron. De acuerdo con el sector, el volumen de productos que planteó el Gobierno también traba la implementación de un acuerdo.

A través del nuevo programa, que se bautizaría “Precios Justos”, Sergio Massa y su equipo buscarán un pacto con las compañías que representan más del 65% de lo que se consume. Por ahora, el Gobierno no busca un congelamiento general, sino que establece subas consensuadas y paulatinas durante el período que dure el plan.

Por segundo mes consecutivo, el rubro de Alimentos y Bebidas del índice de inflación del Indec estuvo por encima del nivel general de aumento de precios y se registró un aceleramiento de los incrementos en los primeros días de octubre.

De agosto a septiembre, algunos productos básicos del hogar escalaron por encima de un 11% y hasta un 46%, lo que encendió las alarmas en sectores de la coalición de gobierno, que reclamó al Ministerio de Economía mayor intervención en la política de precios de las empresas. Sin embargo, la mayoría de los incrementos más importantes se dieron en productos frescos, que no estarían contemplados en el acuerdo.

La presión está en ascenso hace semanas. Dieciocho días atrás, el organismo estadístico reveló el índice de pobreza e indigencia para el primer semestre, lo que despertó un reclamo por parte de Cristina Kirchner vía Twitter. La indigencia, que está fuertemente vinculada al precio de los alimentos, subió de 8,2% a 8,8%. Las fuertes subas de principio de año en este sector -por encima de la inflación a nivel general- fueron impactaron en esa variable.

Durante las reuniones, también se revisará el cumplimiento del programa Precios Cuidados, que se supone que convivirá con el nuevo esquema. El Gobierno indagará a las empresas sobre el abastecimiento en góndola. El lunes pasado (feriado), el Gobierno difundió la entrada en vigencia de la nueva lista de Precios Cuidados, en la que se redujeron los productos incluidos. Contuvo 452, frente a los más de 1600 que llegaron a estar contemplados en versiones anteriores. Las subas pautadas fueron del 3,3% en octubre, 4,7% en noviembre y 4,4% en diciembre.

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