Precios Justos. Los almaceneros se quejan porque ellos no acceden al programa
El 70% de los consumidores compra en comercios de cercanía que no integran el programa oficial; proponen una canasta reducida
- 4 minutos de lectura'
CÓRDOBA.- Los almacenes y autoservicios del país subrayan que no integran el relanzamiento de Precios Justos por una decisión del Gobierno y que podría existir una canasta reducida de productos para esos canales de comercialización con un acuerdo con los mayoristas. Según datos de la consultora Nielsen, las diferencias entre los valores del programa y los de los comercios de cercanía oscilan entre 24% y 108%.
Desde la Confederación General Almacenera insisten ante LA NACION en que quedar afuera del programa implica que los sectores más pobres de la población no puede acceder a los productos con precios acordados. Los relevamientos de mercado muestran que las grandes cadenas concentran el 31% de las ventas de alimentos, bebidas, higiene y limpieza; el resto del consumo se hace en comercios de cercanía.
“De Precios Justos, Cuidados o el nombre que le van poniendo, en el interior del interior nunca vimos ni un papelito. Ya se lo hemos dicho a todos y les hemos presentado facturas para que vean que pagamos desde 20% a 40% más”, sostiene Héctor Paván, titular de la Confederación. Y enfatiza: “No existe nada de nada y ahora súmele lo que está pasando con las facturas de luz, que son insostenibles. Multiplique por 12 lo que se paga en el AMBA y es lo que se paga acá”.
El presidente de la Federación de almaceneros de la provincia de Buenos Aires, Fernando Savore, apunta que el 80% de lo que venden en el sector proviene de los mayoristas y distribuidores. “Para hacer un esquema de precios hay que sentarnos todos en la mesa y discutir rentabilidades; si no nosotros compramos al precio que deberíamos venderle al cliente”, explica.
Para graficar lo “complejo” que son los acuerdos repasa que en mayo del año pasado, cuando Roberto Feletti era secretario de Comercio Interior, se lanzó una canasta para almacenes de 61 productos para los que se establecieron precios de costo y de venta, diferenciando la logística por zona del país. “Al mes de lanzada solo conseguimos 18 ítems. No funcionó”, agrega.
Desde la Secretaría de Comercio Interior que comanda Matías Tombolini indicaron a LA NACION que Precios Justos “opera con supermercados mayoristas y minoristas de las diferentes cadenas” y que, debido a la “diversidad de los llamados negocios de cercanía” (almacenes, autoservicios, supermercados chinos), para ellos se acuerda con mayoristas para que mantengan subas del 3,2% mensual para que esos locales tengan una “referencia de precios”.
Las fuentes consultadas por este medio aseguran que ese porcentaje no se cumple. “Están aumentando más y ellos lo saben; para que el nivel exigido en el programa se dé, en otros sectores el incremento es mayor, así cierra la ecuación”, sostienen.
A modo de ejemplo, refieren que cuando, en mayo del año pasado, el aceite de girasol de 1,5 litros debía venderse a $360 no conseguían más “que una caja o dos”, cuando escaló a $799 en julio “empezó a haber” sin cupo de venta. “Hay un marketing que no nos beneficia”, dice Savone.
Desde el Centro de Almaceneros de Córdoba, su titular, Germán Romero, señala que siete veces pidieron una audiencia con Comercio Interior para tratar de discutir de qué forma podría haber una canasta limitada para almacenes. “Es lógico que los mayoristas no puedan tener el mismo precio que los fabricantes; así como está es peor el remedio que la enfermedad. En un contexto inflacionario, si a uno le suben 3,2% a otros le terminan cargando más”, plantea.
“Lo que se termina haciendo, más allá de que perjudica a los comercios chicos, es malo para la sociedad en general porque los que menos tienen terminan pagando más caro. No es que compran en un súper por elección, es que no tiene volumen de dinero para hacerlo”, agrega Romero, quien ratifica que podría existir una canasta de 30 ítems para el comercio de cercanía, teniendo en cuenta que la básica incluye 54 con los frescos.
Un modelo que mencionan es que tiene Rosario, donde la Municipalidad de la ciudad y el Centro Unión Almaceneros llevan adelante desde hace más de tres años un programa de precios acordados para 60 productos que tiene un “doble impacto”, beneficia las ventas de los comercios de cercanía y busca “proteger” el bolsillo de los consumidores.
Juan Milito, titular del Centro de Unión de Almaceneros, estima que en enero las subas rondaron 6% “y no solo por la carne, sino por cervezas, quesos, gaseosas, y muchos otros productos”. Sostiene que la clave está en la quita de bonificaciones. Para este mes calcula un piso de 4% por los incrementos que ya hubo.