Precios: alertan por la aceleración de la inflación, sobre todo en alimentos
Las consultoras prevén números de dos dígitos para agosto y septiembre, pero preocupa en especial la suba de los productos esenciales y su impacto en la situación social
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Si bien todo parece haber aumentado de precio la semana pasada tras la devaluación del dólar oficial mayorista y la suba del dólar blue, varias consultoras alertaron en particular por la dinámica del sensible rubro de alimentos y bebidas, que quedaría por encima del nivel general en los meses de agosto y septiembre, que se prevé estén en el orden de los dos dígitos.
“En la semana que cerramos ayer (por el sábado), alimentos nos dio 2,8%. Hubo bastantes faltantes de oferta, así que es un número parcial que seguramente se corrija hacia adelante. Hubo idas y venidas con los supermercados y las empresas de consumo masivo. Seguimos sosteniendo la proyección del 11% para el mes, con alimentos en 12%, por encima del promedio”, dijo Sebastián Menescaldi, director de la consultora EcoGo, en diálogo con LA NACION.
En tanto, la consultora Equilibra coincidió en que la suba de alimentos sería superior al 24% que estiman en el bimestre agosto-septiembre pues la mayoría de estos bienes son transables –se mueven en línea con el tipo de cambio oficial– y el precio de la carne mayorista finalmente se despertó, trepando 70% desde mediados de julio, lo cual va a impactar de lleno en los precios minoristas en agosto y septiembre.
“La brusca aceleración de la inflación –particularmente en alimentos– no solo va a profundizar el deterioro de los indicadores socioeconómicos de nuestro país, sino que va a profundizar la recesión. Cabe destacar que, tras la devaluación post-PASO de 2019, el nivel de actividad retrocedió casi 4% en términos desestacionalizados entre julio y diciembre de 2019. Si ocurre algo similar este año, el PBI caerá en promedio 3% (pre-PASO esperábamos contracción anual del 2,5%)”, señalaron.
Camilo Tiscornia, director de C&T Asesores Económicos, indicó, por su parte, que, según su relevamiento, los alimentos estuvieron la semana pasada un 14% por encima de la tercera semana de julio y un 4% por arriba de la segunda semana de agosto. “No tomo semana de lunes a viernes. Tomo del 16 al 23 de agosto y comparo contra la del 8 al 15 de julio. O sea que falta para que termine mi semana, con lo cual el número va a ser mayor”, puntualizó.
“Claramente la inflación va a cerrar agosto arriba del 10%, tanto alimentos como total, y va a dejar mucho arrastre para septiembre. Pero septiembre es una incógnita. Nadie puede dar por sentado que el Gobierno no devalúe ni que el dólar blue no vuelva a saltar. Apunta a más de 10 de nuevo, sobre todo si ajustan servicios públicos”, agregó el experto.
Otra consultora que mide alimentos es LCG, que informó que en la tercera semana de agosto su relevamiento de precios del sector cerró con un aumento del 4,1% semanal, acelerando 1,9% respecto de la semana previa.
“Agosto ya acumula una inflación del 7,5% en solo tres semanas. La inflación promedio mensual continúa acelerándose, ubicada actualmente en 8,8%, niveles similares a los del pico de mayo”, agregaron.
La semana pasada el porcentaje de productos con aumentos fue considerablemente superior al de semanas anteriores: 47%. Este nivel sucede en tres semanas al hilo con solo un 19% de los productos relevados con aumentos. Sumando el último dato, el promedio mensual es de 26%, lo que significa que el total de la canasta ajusta cada 3,9 semanas en promedio. Para agosto, LCG proyecta un 13 o 14% de inflación general.
Comparación con 2019
Para contextualizar cuál sería el grado de pass through (traslado a precios) de la última devaluación, Equilibra comparó lo sucedido la semana pasada con la devaluación posprimarias de 2019. En ese entonces hubo una devaluación del oficial del 24% en una semana, es decir, de una magnitud similar a la del lunes pasado (22%). Y, pese a que actualmente existen diferentes tipos de cambio, el alza del precio del MEP durante los últimos días también acumuló un alza del 22%, por lo que ambas cotizaciones subieron a un ritmo similar entre sí y casi idéntico a la devaluación post-PASO 2019.
“Con magnitudes y fechas similares, la experiencia de 2019 es útil para estimar el impacto en precios del presente. Primero, esta fue liderada por el incremento de los precios de los bienes transables, que crecieron 16,3% trimestral (agosto-octubre). Como contracara, los servicios públicos fueron el ancla trimestral (5,8%), traccionando hacia abajo del nivel general. Detallando por capítulo del IPC, los bienes transables (autos y autopartes, equipamiento del hogar, equipos telefónicos y audiovisuales, medicamentos y productos de cuidado) lideraron la tabla, con subas de hasta el doble de la inflación general. Exceptuando los estacionales, en un segundo pelotón aparecen alimentos (aceites, azúcar, panificados, bebidas no alcohólicas y carnes) cercanos al nivel general, mientras que algunos regulados y servicios no transables fueron las anclas (nafta, educación, tarifas energéticas, transporte público, entre otras)”, recordaron. En esa oportunidad, el pass through del tipo de cambio al IPC fue del 36,5%.