Por qué se fue: habla Fausto Spotorno, el economista que dejó el consejo asesor de Milei
En diálogo con LA NACION, el economista jefe de la consultora Orlando Ferreres y Asociados explicó los motivos de su salida y dio su visión sobre las variables que preocupan al mercado: salida del cepo, atraso cambiario y acumulación de dólares
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El economista Fausto Spotorno anunció ayer que dejaba el Consejo de Asesores del Presidente, que fundó el jefe de Estado, Javier Milei, en marzo último, integrado por economistas y empresarios. El titular de la consultora Orlando Ferreres y Asociados dijo que se generaba un problema cada vez que analizaba la coyuntura económica y que por eso decidió dejar de representar al Consejo, aunque señaló que todavía mantiene diálogo con el Presidente a través de WhatsApp.
El Consejo está liderado por el asesor presidencial Demian Reidel, e integrado por los economistas Miguel Boggiano (Carta Financiera), Ramiro Castiñeira y Ariel Coremberg, y por los empresarios Alec Oxenford (OLX), Eduardo Bastitta (Plaza Logística), Teddy Karagozian (TN&Platex) y Sebastián Braun.
“El Consejo se juntó una vez cada dos meses, pero no participa el Presidente. La idea es plantear, desde el punto de vista de gente que está en el sector privado, riesgos y oportunidades que pueda tener la Argentina en el largo plazo. Es una función ad honorem que ocupa gente que está fuera del Gobierno. Lo primero que salió del Consejo fue el tema de la inteligencia artificial, donde creemos que podría haber una gran oportunidad para la Argentina, y a Milei le gustó. Eso fue lo más importante”, dijo Spotorno, en una entrevista telefónica con LA NACION.
Al respecto de su salida del Consejo, explicó: “Cada vez que hablaba en representación de la consultora era un problema para mí y para el Gobierno. Esto se habló al comienzo y decidimos probar qué sucedía. Finalmente, creí que era mejor salir. Sigo en contacto con el Presidente. No hubo ningún problema, pero no era sostenible”.
Spotorno había dicho que la conferencia de prensa en conjunto del ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, había sido “mala” y que por eso se desató el descontento del mercado. Luego, Orlando Ferreres, el fundador de la consultora de la cual Spotorno es economista jefe, dijo que el anuncio “parecía un nuevo plan Bonex”.
–No cayó muy bien lo que dijo Ferreres acerca de que la migración de Pases a una Letra del Tesoro que quiere implementar el Gobierno es un nuevo plan Bonex...
–Es cierto que no es un plan Bonex, pero el tema es que estaba todo tan mal armado que podría haberse interpretado así, con la información que se dio. Porque se dijo que a los bancos les iban a dar un bono, sin explicar si iba a haber un mercado secundario o cómo iba a funcionar. La duda era cómo se iban a hacer de liquidez los bancos. De hecho, no está claro todavía ese punto, aunque el Banco Central dijo que va a haber un mecanismo. Pero si lo plantean así, puede haber un economista que lo interprete como plan Bonex. Ojo con los anuncios así, porque alguien lo puede interpretar mal. De hecho, el mercado no lo entendió, porque las acciones de los bancos se desplomaron.
–El ministro de Economía siempre se caracterizó por tener una buena comunicación con el mercado. ¿Por qué cree que no lo entendieron esta vez?
–Para mí quisieron dar una señal de que están avanzando hacia la salida del cepo y que, efectivamente, van a eliminar el problema de los pases pasivos del Banco Central. Pensaron que eso el mercado lo iba a comparar como una gran noticia. Pero tal vez primero deberían haber hablado con los bancos, aclarar el panorama y después dar la noticia, que tampoco era esperada por el mercado. Pero esto comenzó antes. El Presidente había dicho hace un tiempo que en el segundo semestre se salía del cepo. También el viernes mismo de la conferencia de prensa dijo que iba a haber un cambio en el régimen monetario, por los cual las especulaciones estaban volando. Y Caputo dijo también que después de la Ley Bases se iba a bajar el impuesto PAIS, lo cual el mercado interpretó que se está apreciando [bajando] el tipo de cambio para los importadores. Los bonos dollar linked, que están atados al tipo de cambio, se dispararon. Todos estaban apostando a que algo con el cepo iba a pasar. No fue solamente el error de comunicación de ese día, se venían acumulando cosas. Encima dieron una noticia muy técnica, sin muchas precisiones, lo que generó la malinterpretación.
–Parece que el mercado sigue preocupado por el tema de que el cepo no se va a sacar en el corto plazo y que el Banco Central no acumula reservas, por más que el Gobierno dice que estaba estipulado que iba a ser así. ¿Usted qué cree?
–Estoy de acuerdo con que el mercado está preocupado. En las últimas semanas, hubo muchas colocaciones de bono dollar linked de empresas. Eso es señal de que el mercado perdió la credibilidad sobre la salida de cepo. Por otro lado, pienso que el Gobierno está decidido a salir del cepo, tiene recontra claro que si quiere que esto funcione tiene que salir de cepo. El problema es que acá el programa económico entra en la fase mucho más delicada de cómo se comunican las cosas.
–¿Qué está esperando el Gobierno para salir del cepo?
–No hay forma limpia de salir del cepo. Nunca. Siempre es un salto al vacío y a jugársela. Las condiciones nunca van a ser perfectas. Por lo tanto, depende mucho del equipo económico de a qué condiciones le den prioridad. Idealmente, eso sucede cuando no hay brecha cambiaria, cuando hay muchas reservas y cuando los pases pasivos remunerados del Banco Central son mínimos. Esa es la condición ideal para salir del cepo, pero no se va a lograr nunca, porque es muy difícil acumular reservas cuando hay cepo. Dentro de esas tres condiciones grandes, el Presidente hacía rato que le daba prioridad al tema de los pasivos remunerados. Para él siempre fue lo más importante, porque si se sale del cepo con muchos pasivos remunerados y teniendo que pagar muchos intereses por esa deuda, el riesgo es que en vez de que el tipo de cambio se estabilice, siga subiendo y no se lo pueda parar. Por otro lado, si la brecha es muy grande, el salto del tipo de cambio que se va a necesitar tal vez sea más grande.
–¿Coincide con Nicolás Dujovne entonces en que el mejor momento para salir del cepo era ayer, porque ahora hay más brecha, menos reservas e igual cantidad de pasivos remunerados?
–Eso depende del ojo del que lo mira. Un mes atrás teníamos más pago de intereses por los Pases. Depende de la prioridad que le esté dando cada equipo económico, qué es lo que estén pensando y cómo prefieren salir del cepo. Me parece que para el Gobierno la condición de pasivos remunerados bajos no estaba ahí.
–¿Cree que el Gobierno está esperando acordar primero con el FMI un nuevo programa antes de salir del cepo o no necesariamente?
–Puede ser. Creo que el Gobierno está en vías de solucionar el problema que para ellos era importante, que era el tema de los pasivos remunerados. Entonces por ahí sí se puede aprovechar el acuerdo con el FMI para salir del cepo, pero no sé qué condiciones está buscando el Gobierno para salir del cepo.
–Con respecto a la actividad económica, ¿cómo ve el repunte? ¿Ya tocó piso la caída de la economía? ¿Ya empezó a recuperarse?
–Estamos en el piso todavía. La ventaja es que ya debemos estar hace tres meses en el piso; es decir, no sigue cayendo la actividad económica, aunque tampoco recupera. Ahora hay señales que están mejorando, pero todavía no hay mejoras concretas. Por ejemplo, el índice de expectativas empresariales de la UADE muestra que la mitad de los empresarios ya empezó a ver recuperación, cuando hace dos meses era menos del 40% de los encuestados. Hay señales de que se podría salir del piso en algún momento y de que está más para rebotar que para seguir cayendo. Si vemos cuestiones históricas, la típica recesión argentina dura entre 18 y 20 meses, entra que arranca la caída y se vuelve al punto inicial.
–¿Cómo se imagina la recuperación? ¿Cuáles van a ser los motores del crecimiento?
–Como una U estirada, una sonrisa. Y con relación a los motores, el principal va a ser el crédito. En la medida que el Banco Central se va corriendo de ocupar el activo de los bancos, las entidades tienen que salir a dar crédito. Hoy todavía los bancos están mirando, pero creo que esto va a ser el principal motor de la recuperación. Vamos a ver más cuotas sin interés, en la medida que la inflación baja. Después están los sectores que empujan las exportaciones, como agro, minería y petróleo. Del lado del asalariado, obviamente el salario formal viene mejor, no está perdiendo con la inflación, a diferencia del informal. En general, el salario es una variable rezagada, primero se recupera la economía y después mejora el salario y el empleo. Hoy estamos viendo que el empleo formal no cayó mucho. De hecho, sacando la construcción, creció. Creció mucho el empleo en el sector del comercio, que creemos que son todos los que se suman a PedidosYa y a ese tipo de aplicaciones. La gente pierde trabajo y enseguida se suma a Uber o alguna similar. Y como tiene que ser monotributista, entra dentro del empleo formal. Pero eso no creemos que vaya a empujar la economía, sino en la medida que el salario formal privado deje de caer. Si a eso le cargás el crédito, hay una oportunidad. Y el otro tema que puede ayudar un poco es la recuperación del salario en dólares, que está subiendo y eso está motorizando mucho el sector inmobiliario en los últimos meses, porque por metro cuadrado se mejoró el salario.
–¿Este tipo de cambio es sostenible en el tiempo?
–El oficial no, tiene un atraso cambiario [el de $917], porque el tipo de cambio histórico estuvo más cerca de $1100 o $1200, lo que llamamos las paridades teóricas de equilibrio bilateral con Estados Unidos. Si se lo mide con los países con los que más se comercializa, eso da $1300 hasta junio. El tipo de cambio oficial de $917 puede ser que esté un poquito atrasado, pero tampoco es mucho. Y además, ese no existe realmente, porque nadie lo usa. Los exportadores cobran el dólar blend [$1000] y los importadores pagan el oficial más el 17,5% del impuesto PAIS [$1075]. Cuando se salga del cepo, el tipo de cambio va a converger a un intermedio entre el libre total [$1400] y el actual. El problema de la presión cambiaria, si bien puede haber algo, no es suficientemente grave como para estar modificando todo el programa económico. El atraso es relativamente chico, no tiene sentido preocuparse mucho por eso. Sí tiene sentido la discusión sobre la salida del cepo.
–¿Le recomendaría al Gobierno salir del cepo ya?
–Les recomendaría salir lo más rápido posible, porque libera las expectativas. Para eso se puede preparar el terreno, como subir un poco la tasa o arreglar con el FMI. Para mí, lo más importante que tiene que hacer el Gobierno es preparar el terreno para salir del cepo y hacerlo lo más rápido que pueda, antes que el mercado le empiece a perder la confianza que tiene.
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