Por la crisis, los consumidores dejan de darse pequeños gustos y se reduce la venta de alcohol
Las compras “impulsivas” se desplomaron un 26,5% en supermercados en abril; es el rubro que más cae, junto con las bebidas alcohólicas (21,5%); entre súper y autoservicios, la contracción el mes pasado fue del 13,8% en promedio, el peor registro en lo que va del año
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Cuando el bolsillo ajusta, se terminan los gustos y se prioriza lo esencial. Así viven hoy los consumidores argentinos, según reflejan los números de consumo en tiempos de caída del poder adquisitivo y 65% de inflación en cuatro meses: cuando todo se resigna, lo que más se recorta es lo que puede esperar.
En abril, las compras “impulsivas” representaron el rubro que más cayó en los supermercados, de acuerdo con los datos de Scentia, la consultora que releva mensualmente la dinámica del consumo en estos puntos de venta. Según este relevamiento, las ventas de esta categoría en las grandes cadenas se desplomaron el mes pasado un 26,5%, casi 11 puntos más que la contracción general de este segmento (15,3%).
Abril, a su vez, fue el mes de mayor caída del consumo en lo que va de 2024 si se contempla la dinámica de ventas conjuntas del canal ‘self service’ (supermercados, súper chinos y autoservicios). Según Scentia, la contracción de abril fue del 13,8% (en marzo había sido 7,5%) y acumula un 7,2% en el cuatrimestre.
Los fríos números enmarcan un sensible cambio de rutinas. Sin margen en la billetera, no hay espacio para los gustos o los gastos hormiga en el supermercado, donde se prioriza lo indispensable: en el carrito no ingresan golosinas, caramelos, alfajores y otros rubros estrella que buscan tentar al consumidor en las filas de las cajas.
“Hoy lo que hay que considerar es que el cambio de hábitos de la gente está relacionado con la capacidad de compra, que está muy golpeada. Entonces restringe gastos o cambia lo que habitualmente compra. El contexto impulsa una situación más severa, porque se intenta no tocar las categorías de primera necesidad”, explica Osvaldo Del Río, titular de Scentia.
Y dentro de los impulsivos, la caída se explica por algunos rubros sensibles, como las golosinas. “Chicles y caramelos son los que tienen caídas de volumen”, confirman en una de las grandes cadenas de supermercados al describir el nuevo escenario de consumo.
Hay otro rubro que también fue víctima del impacto de la contracción del poder adquisitivo: el turrón. “Es el ítem más vendido en el mercado, porque es barato, te hace zafar de una colación o te ayuda a seguir trabajando”, explica Del Río, sobre ese snack que habitualmente aparece en las bateas de los pasillos de los supermercados.
En las empresas del sector monitorean de cerca esta dinámica, y advierten diferentes realidades entre los rubros de consumo masivo. “A nivel industria hay algunos productos que se mantienen en términos de consumo, como el caso de galletas, y otros que caen más, como los denominados on the go o de impulso, principalmente golosinas y chocolates”, dicen a LA NACION en una de las grandes firmas del sector.
De todas maneras, describen que este mes comenzó a frenarse la caída con el impulso de estrategias de promociones y las bajas temperaturas, que desincentivan las salidas fuera del hogar. “La tendencia empezó a revertirse lentamente a partir de mayo con la llegada del frío y también las promociones, que hicieron que las ventas dejaran de caer”, dicen en una gran compañía, donde perciben en mayo un rebote mensual frente a abril.
Para las empresas, el mecanismo para intentar recuperar ventas es el de las promociones agresivas, que incluso fue motivo de entredichos con el ministro Luis Caputo meses atrás, en un contexto de inflación aún mayor, cuando muchas firmas avanzaron con fuertes ajustes de precios, aun con desplomes en las ventas, que dejaron sus depósitos con stocks inmovilizados.
Ese escenario se verifica hoy en los supermercados: según datos de Scentia, los productos comprados con alguna promoción o descuento ya representan un 12% de un ticket promedio de supermercado. “Como todavía las activaciones promocionales no estaban tan extendidas, el año pasado eran el 8% y ahora subió porque empezaron a aparecer estas acciones”, explica Del Río.
Si bien es una constante en diferentes rubros, desde los productos de higiene personal a los alimentos secos, las fuertes acciones de descuento son hoy una marca registrada del segmento de las cervezas. Junto con los ‘impulsivos’, el segmento de las bebidas alcohólicas fue el más afectado por la caída del consumo en abril, con un desplome del 21,5% de las ventas en supermercados y de 24,3% en autoservicios.
“En este contexto se combina la pérdida de salario real, por la aceleración inflacionaria de principios de año, con un menor ingreso disponible dado el mayor peso que tomaron otros gastos, como los servicios públicos o la nafta”, explica Eugenio Raffo, vicepresidente de Marketing de Quilmes, quien comenta que, para reactivar las ventas, aplicaron estrategias de promoción sobre los empaques de mayor conveniencia, como la botella de litro retornable.
La cerveza, el producto de mayor peso dentro de las bebidas alcohólicas, sintió a su vez un doble golpe en el primer cuatrimestre: tuvo su pico estacional de consumo en los meses más cálidos y ahora enfrenta el período habitualmente menos activo.
Por su parte, el Indec informó ayer que las ventas en supermercados cayeron 9,3% en marzo respecto del mismo mes del año pasado, mientras que la facturación en autoservicios mayoristas retrocedió 10,7%. A precios corrientes, las ventas en supermercados aumentaron 279,8% en comparación con marzo de 2023, mientras que en el mismo período la inflación general interanual fue de 287,9%.
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