Por la crisis bancaria, las firmas europeas se animan a los bonos
El mercado de capitales comenzó a ser una opción para financiar las actividades
Entre las compañías medianas familiares que dan fuerza a la economía alemana ha sido por mucho tiempo una cuestión de fe: el crédito viene del banquero local amigable, no de los mercados de capitales fríos y distantes. Peter Leibold rompió la norma el año pasado cuando decidió financiar la expansión de su compañía, que fabrica pellets de madera, colocando bonos corporativos. La firma, Pellets Alemanes, obtuvo más de US$ 102 millones.
"La ventaja de un bono es que se puede conseguir un monto grande de un grupo totalmente diferente de inversores", dijo Leibold, fundador y CEO de la compañía.
Los bonos corporativos -esencialmente pagarés que pagan interés y que las compañías venden al que esté dispuesto a comprarlos- han sido desde hace mucho una herramienta esencial para obtener crédito para las compañías en Estados Unidos. Pero en Europa, tomar crédito de los bancos, sean locales o grandes multinacionales, ha sido tradicionalmente la manera preferida de obtener fondos. Solo el 9% del crédito corporativo en la zona del euro proviene de los mercados de deuda, según el Bundesbank, el banco central alemán, comparado con el 64% en los Estados Unidos.
En la medida en que la crisis financiera de la zona del euro ha forzado a los bancos a atesorar efectivo y limitar el crédito, muchas compañías europeas están recurriendo al mercado de bonos. Si continúa la tendencia, no sólo podría comenzar a revertir la preferencia de larga data por el crédito bancario, sino que también podría hacer que la región se vuelva menos proclive a las crisis bancarias. Pero podría haber resistencia de los reguladores europeos, que consideran este endeudamiento una forma de banca en las sombras que no pueden controlar.
"La gente le tiene miedo a un sistema financiero que no está basado en lo que conoce, que es la intermediación financiera de los bancos", dijo Nicolás Veron, un miembro de peso del grupo de investigación Bruegel de Bruselas. Los temores no dejan de tener sus motivos. Se puede argumentar que la propensión de los bancos en Estados Unidos a convertir créditos en papeles que pueden ser vendidos a inversores ayudó a crear la crisis de las hipotecas subprime .
Sin embargo, más tarde esto tuvo un lado positivo: significó que el destino de las compañías en los Estados Unidos estuviera menos atado al de los bancos. No es así en Europa, donde los problemas de las instituciones de crédito siguen siendo una grave amenaza para toda la economía. Este año, por primavera vez desde 2009, las emisiones de bonos superaron los créditos bancarios como fuente de financiamiento para grandes compañías. Pero estos mercados podrían no ayudar a las pequeñas empresas, que son el espinazo de la zona del euro.
Traducción de Gabriel Zadunaisky