Por la caída en sus ventas, Acindar volverá a parar sus plantas durante tres semanas

La caída en las ventas de acero a la industria y la construcción, dos motores de la economía que crecieron levemente en abril, pero que siguen muy golpeados, vuelve a impactar negativamente en la operación de Acindar (grupo ArcelorMettal), que anunció que parará tres de las plantas que tiene en el país.

Es la segunda vez en lo que va de este año que una de las dos productoras de acero más grandes de la Argentina toma esta medida, puesto que en marzo paró sus cuatro plantas durante un mes. La decisión, según afirmaron fuentes de la empresa, se debe estrictamente a que “las ventas cayeron 44% en los últimos meses”.

Las mismas fuentes confirmaron a LA NACION que, en principio, están establecidas paradas en las plantas de Villa Constitución, Rosario y San Nicolás. “Quedan en evaluación las plantas de La Tablada (provincia de Buenos Aires) y Villa Mercedes (San Luis)”, agregaron.

Estas suspensiones afectan a 450 empleados bajo convenio, de un total de 1500 comprendidos en esta modalidad más 2000 indirectos. De todos modos, en la empresa aclararon: “[Las suspensiones] No van a durar todo el tiempo de la parada, sino que se efectuarán en forma rotativa para que impacte lo menos posible”.

Las fechas de las paradas no serán las mismas para todas las plantas ni para todas las etapas del proceso productivo. “En la planta principal, que es la de Villa Constitución, la acería parará por tres semanas a partir del 24 de este mes. Después, hay un esquema de paradas para los tres trenes laminadores, con distintas fechas de inicio, pero se estima que para el 15 de julio ya deberían estar operando normalmente. La parada es para ajustar stocks a la demanda”, confiaron fuentes de la compañía.

En las paradas de marzo, la empresa había explicado mediante un comunicado: “ArcelorMittal Acindar informa que, a raíz de la caída sostenida de la demanda en el mercado interno, que ha impactado en una abrupta reducción de entre el 35% y el 40% de las ventas en los últimos meses, la compañía se ve obligada a reajustar los niveles de producción conforme a los nuevos niveles de actividad”.

Sin dudas, no se trata del mejor momento del sector. Según datos de la Cámara Argentina del Acero, con 316.900 toneladas, la producción de acero crudo tuvo una caída del -26,3% interanual. “Comparado con marzo, mes que se vio especialmente afectado por los 6 días de paro de la UOM y el cierre de las cuatro plantas de Acindar (forzado por la caída de la demanda), la producción creció un 31%. Por su parte, la producción de laminados tuvo un incremento del 35,8% con respecto a marzo y una caída del -29,9% interanual”, indicó la entidad mediante un comunicado.

La cámara hizo también una mención a lo que sucede por el lado de la demanda por parte de la cadena de valor industrial. “No se ven aún signos de recuperación de la actividad, con la excepción del sector energético. Los sectores más afectados son los de línea blanca, por la caída del consumo, y construcción que se encuentra expectante a la espera de la sanción del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI). El sector automotor y envases, que son más estables, se muestran también sin novedades”, se destacó en su informe.

En tanto, los indicadores de la metalurgia tampoco arrojan buenas cifras. Según informó la Asociación de Industriales Metalúrgicos (Adimra), el sector registró durante mayo, una caída en su producción de -17,6% en forma interanual, y respecto a abril de este año, la disminución de la actividad ha sido de -0,7% registrando una leve desaceleración en términos mensuales. “De esta manera, si acumulamos las bajas mensuales que el sector registra durante el presente año, el valor asciende a -8,9% en lo que va del 2024″, se subrayó.

El informe elaborado por el Departamento de Estudios Económicos de Adimra señaló además que la utilización de la capacidad instalada también ha registrado una fuerte disminución ubicándose -13,1% por debajo del mismo mes del año previo y -11,1% debajo del promedio del 2023. “Las empresas proveedoras de las cadenas de valor de la construcción, consumo final y automotriz son las que han demostrado peores desempeños relativos, con caídas de hasta -26%”, se especificó.

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