Por la caída de las importaciones, el país tuvo superávit energético
Luego de nueve años, la Argentina volvió a tener superávit energético en los primeros cinco meses del año. Si bien esto se debe principalmente a la caída de la demanda, producto de la recesión, también está explicado por una mayor producción local que permitió sustituir parte de las importaciones. Para el año, los analistas creen que el sector podría terminar con un déficit de entre US$500 y US$1000 millones, mucho menor a los US$2300 millones que hubo el año pasado. Si la economía reactiva, el rojo podría ser mayor.
El país llegó a tener un superávit energético de US$6100 millones en 2006, que significaba no solo que era autosuficiente, sino que el sector generaba ingreso de divisas. Siete años después, en 2013, la Argentina estaba en una situación completamente distinta, con un déficit de US$6900 millones solamente en materia energética. Desde entonces, las importaciones comenzaron a caer y el déficit disminuyó. Las exportaciones, por su parte, se reactivaron en 2018, producto de las mayores inversiones en Vaca Muerta, que hizo aumentar la producción de gas y petróleo no convencional.
"Nosotros estamos proyectando una balanza energética equilibrada en dólares para el año que viene", dice Daniel Montamat, presidente del estudio homónimo y exsecretario de Energía.
"Este año será un poquito deficitaria todavía en dólares. Juegan a favor las menores importaciones, que no solo tienen que ver con la caída de la actividad económica, sino porque hay mayor producción nacional. Para el próximo lustro, estimamos un superávit de entre US$5000 a US$6000 millones, ya que a partir del año que viene, la producción de petróleo no convencional generará crecientes excedentes exportadores", agregó.
Actualmente se producen por día 500.000 barriles de petróleo. Según las estimaciones de Montamat, en los próximos cinco años se incorporarán 300.000 barriles diarios más, gracias a la mayor producción de Vaca Muerta.
En los últimos meses, las exportaciones de petróleo aumentaron por la caída de entre 10% y 15% interanual en la demanda local de combustibles, lo que se tradujo en una menor actividad de las refinerías, y por el aumento de 4,4% en la producción. De lo que se exporta de petróleo, la mayoría es crudo pesado que se extrae en el Golfo de San Jorge. El petróleo de Vaca Muerta es liviano y actualmente está desplazando las importaciones de este tipo de crudo. A futuro comenzará a sumar del lado de las exportaciones.
En lo que se refiere al gas, con el comienzo del invierno, la demanda se quintuplica. En este período es cuando está el grueso del déficit energético.
Hasta el mes pasado, el sector había festejado que el país volvió a exportar gas después de casi 10 años. Sin embargo, a futuro, para que los envíos al exterior sean verdaderamente significativos, se necesita construir una planta de licuefacción para que se pueda enviar gas licuado por buque. Al momento, todas las exportaciones son a través de gasoductos a países limítrofes.
En lo que se refiere a las importaciones, según datos del Instituto Argentino de la Energía (IAE), en lo que va del año, los envíos de gas de Bolivia cayeron a un ritmo de 27% anual en cantidades, mientras que las importaciones de gas licuado disminuyeron 21% interanual.
"Es muy prematuro para decir que el año terminará en superávit, porque solo pasaron cinco meses y todavía hay que ver cómo se resuelve el invierno, cuando hay una demanda estacional. Pero aunque termine apenas en rojo, no es un mal resultado teniendo en cuenta el déficit energético de los años previos", dijo Julián Rojo, economista del IAE.
Fernando Navajas, de la fundación FIEL, coincide en que "si bien los resultados del sector externo están tremendamente afectados por la recesión muy brutal, la Argentina va camino a cerrar el déficit energético".
"Las exportaciones en energía crecieron 10% en los primeros cinco meses del año, pero las importaciones cayeron y explican US$300 millones de los US$400 millones de mejora", indicó el economista.
Vaca Muerta será clave en el futuro del sector
- En los primeros cinco meses del año, el sector energético acumula un superávit de US$51 millones, si bien ya a partir de mayo comenzó a ser deficitario.
- Para 2019, los analistas esperan un déficit de entre US$300 y US$1000 millones, que significaría una mejora en relación con el rojo de US$2300 millones que hubo el año pasado.
- En 2020, la Argentina podría volver a tener superávit energético después de 10 años, cuando hubo un resultado positivo de US$1800 millones.
- El país llegó a tener un superávit de US$6100 millones en 2006. Siete años después, producto del derrumbe de las inversiones, el sector tuvo un déficit de US$6900 millones.
- La mejora en la balanza energética se deberá gracias a la mayor producción de petróleo y gas no convencional de Vaca Muerta.
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