Por la Argentina “regalada” las compras en la frontera generan una “provincia 25″
La brecha cambiaria impacta en la recaudación de Ingresos Brutos de las jurisdicciones limítrofes; desde los países vecinos se cruza para la compra de alimentos, artículos de higiene personal y textiles
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CORDOBA.- La brecha cambiaria tiene impacto fuerte en las zonas de frontera de la Argentina; desde los países vecinos cruzan a comprar alimentos, textiles, productos de perfumería e incluso medicamentos. Una alternativa para cuantificar el plus aportado por la demanda originada por esos compradores es el efecto en la recaudación de Ingresos Brutos. La mejora en los 21 distritos de los que hay datos entre enero y agosto es del 7,8% interanual, pero en ese período Formosa subió ese segmento de la recaudación un 20,6%
Un trabajo de Jorge Vasconcelos, economista del Ieral, sobre datos de recaudación provincial de Politikon Chaco, define como “provincia 25″ al impacto que está teniendo sobre el PBI y, particularmente, sobre la producción industrial de este año el comercio fronterizo que se normalizó cuando se normalizaron los cruces después de la pandemia del Covid-19.
La recaudación de Ingresos Brutos en términos reales creció 10,7% interanual en los primeros ocho meses del año en las siete provincias limítrofes; las seleccionadas son Mendoza, Misiones, Entre Ríos, Salta, Chaco, Jujuy y Formosa. De Corrientes no hay datos.
En cambio, el aumento de esa recaudación para los otros 14 distritos que cuentan con datos fue del 7,3% interanual en el mismo período. Así, el consolidado de las 21 provincias fue de 7,8%, 1,4 puntos porcentuales por encima de la variación del EMAE (proxy del PBI) para ese lapso. Hay que tener en cuenta que todas las estimaciones son “piso”, por la presumible mayor informalidad de las provincias que lideran el ranking.
Entre la variación del crecimiento de la recaudación de Ingresos Brutos entre los dos grupos de provincias hay una diferencia de 3,4 puntos porcentuales, que “puede ser atribuida al plus de demanda aportado por los consumidores de países vecinos, que diariamente cruzan la frontera”, dice Vasconcelos, quien añade que la participación de ese impuesto en las siete limítrofes ascendió al 14% del global de ingresos.
“Esos 3,4 puntos porcentuales de plus del incremento de recaudación podría estar indicando un aporte de los consumos de la denominada “provincia 25″, equivalente a 0,5 puntos del PBI nacional”, define. Los gobernadores de los distritos beneficiados por la brecha cambiaria deberían tener presente de dónde proviene el extra de la recaudación a la hora de administrar los ingresos.
El análisis señala que la incidencia fue “más significativa” si la medición se realiza contra el PBI del sector manufacturero: en ese caso el impacto alcanzaría al equivalente a 2,5 puntos del PBI industrial.
El efecto no es homogéneo para todo el entramado fabril, ya que hay una gama amplia de sectores que queda fuera de estos flujos, como en el caso de automóviles, camiones, máquinas, equipos e insumos industriales de cierto volumen. Por eso, fue “mayor todavía” sobre la franja de actividades que elaboran productos más demandados en el tráfico de frontera, desde alimentos a artículos de limpieza, pasando por bebidas y posiblemente medicamentos, cosmética y bienes asociados a reformas de las viviendas.
“No habría que extrañarse si cuatro o cinco puntos de la variación de la producción/ventas de compañías de esos sectores en este año se explica por el fenómeno de la ‘provincia 25′ y no por la reactivación del mercado interno”, sostiene Vasconcelos.
Las ventas en regiones de frontera estarían compensando en parte el hecho de que, según estimaciones de Marcelo Capello y Laura Caullo del Ieral, la masa de ingresos agregada de la población este año está experimentando una caída del 0,3% respecto a 2021. La baja es mayor cuando se compara ingresos individuales con inflación, pero hay también factores que contribuyen a paliarla, como la mayor cantidad de trabajadores informales, cuentapropistas y empleo público, junto al incremento del 20% en la asistencia social. Los ingresos previsionales serían los más golpeados, con una caída interanual del 6,5%. La combinación de factores es la que ayudaría a explicar la resiliencia de los indicadores de consumo y actividad en lo que va del año, pese a la aceleración inflacionaria.
Vasconcelos enfatiza que la intensidad del comercio de frontera tiene que ver con la “persistencia de la brecha cambiaria en torno o por encima del 100%”, en esta oportunidad más extendida en el tiempo que en otras.
Con dólar billete como medio de pago, los consumidores de países vecinos logran comprar iguales o mejores productos que en sus lugares de residencia pero a la mitad o a un tercio del precio de referencia.
De cara al año que viene, la estimación es que será “difícil” que la brecha cambiaria pueda reducirse en forma perceptible respecto del nivel actual, por lo que los “incentivos seguirán vigentes”.