Polémica por una norma oficial que dejaría a millones de personas afuera del acceso a la compra de dólares
La inclusión de una palabra en una comunicación del BCRA impacta en 3,5 millones de personas que no tienen la posibilidad de renunciar a los subsidios por tarifas que el Gobierno otorga compulsivamente
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Las palabras tienen un gran poder. La mera inclusión de una de ellas en una normativa oficial desde la semana pasada podría ampliar a millones de personas el cepo para poder acceder al dólar, casi en cualquiera de sus formas.
En este caso, el significante que modificó el universo es la palabra “agua”. En su Comunicación 7606 del jueves pasado, el Banco Central (BCRA) prohibió que quienes reciban subsidios de luz y gas, pero también por el agua, no tengan acceso a la compra de “dólar ahorro”, pero tampoco a la posibilidad de operar dólar MEP, contado con liquidación ni cedears.
Esa inclusión no es menor dada la diferencia de implementación de la segmentación entre los servicios públicos que lleva adelante el Gobierno. Para la segmentación de tarifas de luz y gas se abrió previamente un registro obligatorio. Allí debían anotarse quienes querían mantener los subsidios del Estado. Ese registro tenía además un botón de baja. Entonces, cuando comenzaron las versiones sobre la posibilidad de que el mantenimiento del subsidio restringiría el acceso al mercado de cambios, algunos usuarios optaron por darse de baja, sobre todo ante la galopante inflación y en medio de las crecientes expectativas de devaluación.
Pero el caso del agua fue diferente. La segmentación allí no se hará a través de un registro, sino que se realizará de facto por niveles zonales (alto, medio y bajo). La operación comenzará en noviembre, por lo que hasta ese mes todos los usuarios tienen subsidios. Se implementará luego un registro, pero a posteriori, para usuarios residenciales ubicados en las áreas calificadas como “altas” o “medias” que, sin cumplir los requisitos de acceso al programa de tarifa social, requieran mantener una parte de su factura por servicios de agua o saneamiento con subsidio del Estado.
Esto implica que, desde el jueves pasado, los 3,5 millones de usuarios de AySA que tienen subsidios por los servicios de aguas y cloacas estarían legalmente impedidos de acceder al “dólar ahorro”, a los dólares financieros o a las operaciones con cedears sin la posibilidad de revertir su situación por la simple determinación del BCRA.
“La norma es clara. Los que mantengan subsidios no pueden acceder al mercado oficial ni operar títulos y valores con moneda extranjera”, confirmaron en el BCRA. “AySA deberá poner el botón de baja o generar los mecanismos para desistir”, indicaron en la entidad monetaria. Sin embargo, fuentes oficiales indicaron que el impedimento “va a empezar a correr” cuando la empresa, por AySA, le envíe al BCRA los datos de los usuarios con subsidios, datos que no serían tan identificables, ya que la empresa que dirige Malena Galmarini releva domicilios, no personas.
El registro para el agua
En AySA reconocieron la situación, pero indicaron que la autoridad de aplicación es la que debe encargarse de generar mecanismos para darse de baja de la recepción automática de subsidios. La autoridad de aplicación es el Ente Regulador de Agua y Saneamiento (ERAS), que dirige Walter Méndez. “El formulario sobre el agua lo va a llevar a cabo el ERAS”, dijeron fuentes de esa entidad. “Va a estar listo, online, en el sitio del ERAS en aproximadamente tres semanas o 15 días”, agregaron y cerraron: “Es exactamente igual al de la luz y el gas. También va a tener el botón para darse de baja”.
Esta decisión implica que, por parte de septiembre y octubre, esos 3,5 millones de usuarios estarían imposibilitados legalmente de acceder al mercado de cambios. No obstante, sin bases de datos de AySA, será difícil de controlar por las autoridades a cargo de hablitar las operaciones con divisas, bonos y acciones en el exterior.
Desde noviembre, el nivel alto perderá automáticamente los subsidios del agua. El medio, lo irá dejando atrás en tramos, pero mantendrá una tarifa parcialmente subsidiada hasta marzo. El bajo tendrá siempre un porcentaje subsidiado. Sin el registro que el ERAS debe publicar, un 85% de los usuarios tendrían limitado el acceso al dólar ahorro hasta marzo (serán justamente aquellos que habitualmente tienen más problemas para cubrirse de la inflación)
“Establecer que las personas usuarias de los servicios púbicos que solicitaron y obtuvieron el subsidio en las tarifas derivadas del suministro de gas natural por red y/o energía eléctrica, como así también aquellas que lo hubieran obtenido de manera automática, y las que mantengan el subsidio en las tarifas de agua potable, no podrán mientras mantengan el mencionado beneficio”, comienza la Comunicación 7606 del BCRA del jueves pasado que limita al acceso al dólar.
AySA ya había logrado un aumento de tarifas en dos etapas: desde el 1° de julio (incremento del 20%) y luego desde el 1° de octubre (una suba del 10%), lo que totalizará un aumento final del 32%. La zona “alta” tiene –según datos oficiales– un subsidio de un 60% de la factura. En noviembre no tendrá ninguno. Si esa factura promedio ese mes era de $841, el incremento en noviembre será de $1258. En el caso de la “media”, una factura promedio mensual en octubre de $754 (subsidiada en un 60%), recibirá subas de $376 en noviembre; $377, en enero; y $376 en marzo. La zona “baja”, con un promedio de factura mensual de $707, recibirá alzas de $264 en noviembre; $265 en enero; y $265 en marzo. Este es el único sector que mantendrá un 15% de subsidio en la factura final después del tercer mes de 2023.
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