Polémica: el Gobierno anuló una licitación para electrificar el San Martín días antes de comprar trenes eléctricos
El ministro de Transporte canceló el proceso que había empezado en 2018 y que tenía un crédito del BID por US$400 millones; el organismo consideró que habían cambiado las condiciones y puso en revisión el financiamiento
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Pocos días antes de avanzar en la compra de trenes eléctricos para un ramal que no tiene electricidad, el Gobierno tomó otra decisión polémica: anuló una licitación que iba a dotar de energía a esa línea.
La cronología llama la atención. El 21 de diciembre pasado, mediante la resolución 490/2021, se tomó la decisión de volver a foja cero con el proceso que había empezado en 2018. “Déjase sin efecto el procedimiento correspondiente a la Licitación Pública Internacional número 1/2017, “Electrificación de la Línea San Martín: Ramal Retiro - Pilar. Etapa 1″, autorizado por la Resolución número 1290 de fecha 7 de diciembre de 2017 del Ministerio de Transporte”, dice la parte resolutiva de la norma.
Sin embargo, pocos días después, exactamente el 29 del mes pasado, adjudicó la compra de material rodante ruso por 850 millones de dólares que, justamente, estaba destinado a nutrir esa traza. Por ahora, el huevo y la gallina: empezar por las vías eléctricas o por los trenes. El Gobierno optó por los vagones.
La postergada licitación que se enterró en diciembre empezó hace cuatro años cuando se aprobó el modelo de contrato de Préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Mediante ese instrumento se firmaría un contrato para que el organismo de crédito aporte US$400 millones para financiar parcialmente el “Proyecto de Mejora del Ferrocarril General San Martín: Ramal Retiro-Pilar”. Finalmente, en febrero de 2018, se firmó el préstamo con el “objeto de lograr la mejora integral de los servicios del Ferrocarril San Martín, en su traza principal entre Retiro y Pilar, cuyo recorrido se extiende en 54,44 kilómetros”. Finalmente, 23 de julio de ese año, se realizó la apertura de ofertas.
Entonces, la crisis cambiaria que se dio en el gobierno de Mauricio Macri, pegó de lleno en los planes de infraestructura. El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la necesidad de ajustar las cuentas pusieron en pausa la gran mayoría de los proyectos de obra pública. Todo quedó quieto.
El 16 de abril de 2021, la Comisión Evaluadora de Ofertas, mediante Informe registrado en el Sistema de Gestión Documental Electrónica bajo el número IF-2021-33080036-APN-SSGA#MTR, analizó las ofertas presentadas y recomendó su adjudicación a un consorcio integrado por la argentina Supercemento y las empresas China Railway International Group y China Señal y Comunicación Ferroviaria Internacional por un monto de $6.243 millones, US$241 millones y 49,1 millones.
Empezó un ida y vuelta que está registrado en el sistema de contratación del Estado, con requisitos y pedidos de unos y de otros. El BID, por caso, pidió varias veces información al consorcio que fue contestada en tiempo y forma. El último de ellos, el 5 de agosto pasado.
Finalmente, llegó la noticia que nadie quería escuchar: el BID se retiró. A su modo, con la diplomacia que lo caracteriza, pidió anular aquel proceso. Lo hizo mediante las notas 3401 y 3404, del 18 de octubre pasado. El BID dijo que “no puede emitir su no objeción a la propuesta de adjudicación y dio cuenta del tiempo transcurrido desde la elaboración de los documentos de la licitación en el año 2017 y la presentación de las ofertas y su apertura en el año 2018″. Pero sumó algo más. “Desde entonces hubo cambios que han generado riesgos sustanciales desde el punto de vista técnico y de costos del proyecto, respecto de su planteamiento actual”, y destacó que “dadas tales condiciones se podría ver comprometida la elegibilidad del financiamiento”.
Ahora todo vuelve a fojas cero. Ya no hay licitación en marcha ni tampoco 400 millones de dólares que aportaba el BID. Hay que volver a empezar, una vez más. Se termina así el trunco proceso que empezó durante el gobierno de Mauricio Macri y que se acaba de dar de baja. Esta licitación venía a retomar otro proyecto de electrificación que no pasó de los anuncios. Aquel primer intento fue en 2008. El 11 de abril, la entonces presidenta Cristina Kirchner encabezó el acto de llamado a licitación pública nacional e internacional para ejecutar obras de ingeniería y electrificación integral de la línea ferroviaria San Martín, un recorrido que une las estaciones de Retiro con Pilar a lo largo de 55 kilómetros. La obra debía empezar en dos meses y terminarse en seis años, con un presupuesto de 650 millones de dólares. No hay un cable en el ramal San Martín. Probablemente, por varios años, es posible que tampoco se ve enchufe ningún tren.
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