¿Podría alguien decirle al FMI que se deje de molestar?
El gobierno presidido por Javier Gerardo Milei no necesita que el Fondo lo defienda, por lo que mi sincera recomendación es que haga su trabajo e interactúe con los funcionarios relevantes en privado
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El Fondo Monetario Internacional fue creado en 1944. La Argentina es país miembro desde 1956. Celebramos con la institución 28 acuerdos de todo tipo que rara vez cumplimos. ¿Qué cambió en el FMI desde su creación hasta nuestros días?
Primera divisoria de aguas: hasta fines de la década de 1960 y desde entonces. El FMI operó sobre la base del sistema de patrón cambio oro, con algunos recursos y alto prestigio intelectual (su bendición encendía la “luz verde” para que otras instituciones les prestaran a los países miembros); desde comienzos de la década de 1970, el mundo opera con tipos de cambio flotantes, el Fondo cuenta con muy pocos recursos (brilló por su ausencia durante la crisis subprime) y es uno más en el plano intelectual.
Pero también sufrió fuertes modificaciones en la exposición pública de su interacción con los países miembros. Cuando estudiaba en la UCA, el FMI interactuaba, en privado, con un par de funcionarios: el ministro de Economía y el presidente del Banco Central. Desde que Michel Camdessus se desempeñara como director gerente, todo se ventila en público.
Pero no solamente las opiniones políticas, emanadas del directorio o de Kristalina Georgieva, sino también las de los equipos técnicos. Quienes, últimamente, quieren mostrar que tienen buen corazón y le recomiendan al gobierno argentino que atienda las necesidades de los pobres.
Encima, mal informados. Se acaba de conocer un documento del Fondo donde destaca “los riesgos de una recesión prolongada”. ¿Sabrán quienes lo redactaron que –ajustada por estacionalidad– tanto la producción industrial como la de la construcción aumentaron en abril con respecto a marzo? De mayo y junio la información es puntual, pero todo indica que –siempre en un contexto heterogéneo, tanto inter como intrasectorial–, las ventas están mejorando.
Informe favorable
Última. Guillermo Laborda se tomó el trabajo de leer el referido informe, un escrito de 110 páginas. Según “Willy”, el informe es muy favorable para la Argentina. Pero, si esto es así, los funcionarios del FMI deberían hacer un curso básico de comunicación para destacar lo que quisieron decir por encima de las interpretaciones apocalípticas.
El gobierno presidido por Javier Gerardo Milei no necesita que el Fondo lo defienda, por lo que mi sincera recomendación es que se dejen de molestar, hagan su trabajo e interactúen con los funcionarios relevantes, en privado, como corresponde.