Pocos impuestos, universales, sin excepciones
Eliminar tributos que generan poca recaudación alivia la operatoria de las empresas y libera recursos a la administración de ARCA; hay que cobrar pocos gravámenes y a todos
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Imaginemos el momento en el cual se crea un país, a partir de la nada. Entre las cuestiones a decidir está la del financiamiento de los gastos públicos. Imaginemos que, por problemas de falta de credibilidad, al comienzo al menos las flamantes autoridades no pueden endeudarse o emitir moneda. Primera pregunta: ¿qué respondería el mejor experto mundial en finanzas públicas, cuando fuera consultado acerca del mejor régimen impositivo, en base a las circunstancias descriptas? Segunda pregunta: ¿qué tiene que ver esto con la Argentina de hoy?
Para saber más sobre esta cuestión conversé con el noruego Agnar Sandmo (1938-2019). En su obituario, Hans Werner Sinn indicó que Sandmo “vivía muy conectado con colegas del resto del mundo, porque era consciente de que –residiendo en Noruega– la alternativa era el aislamiento profesional. Pasaba los años sabáticos en alguna universidad extranjera, como Yale, Queen’s, Indiana o el CORE (Center for Operations Research and Econometrics), ubicado en Bélgica. Ganó varios premios resolviendo crucigramas. El trabajo que en 1972 publicó con Michael G. Allingham, sobre evasión impositiva y economía informal, fue pionero en la materia”.
–Sinn apunta que, en finanzas públicas, usted debe ser considerado un seguidor de Erik Robert Lindahl y Richard Abel Musgrave.
–Así es. Los economistas de la escuela de Chicago afirman que finanzas públicas es una cuestión superflua, porque supone la existencia de un Estado benevolente, que corrige las fallas de mercado, nada de lo cual existe. Para resultar significativas, las teorías tienen que tener en cuenta el contexto institucional en el cual van a ser aplicadas.
–Una verdadera obviedad.
–Que resulta imprescindible recordar, por la frecuencia con la cual se la ignora. Yo no sé si alguien, cuando es consultado por el hambre en India, recomienda que se coman las vacas, pero quien modela cualquier cuestión apelando a “la teoría pura”, desde el punto de vista práctico, en el mejor de los casos resulta inocuo, y en el peor, peligroso.
–Una misma cantidad de recursos que el Estado extrae del sector privado afecta las decisiones de este último de manera diferente. ¿Qué impuestos generan menor daño en el bienestar privado?
–La aplicación de los principios económicos generales, al diseño e implementación de los impuestos, ocurrió en el siglo XX, pero San Mateo, uno de los cuatro evangelistas, era recaudador de impuestos, de manera que existe mucha experiencia práctica en la materia.
–¿Qué surge de esa experiencia?
–Que hay que cobrar pocos impuestos, que deben ser universales, y que no tiene que haber excepciones. Pocos impuestos, porque más allá de la justificación individual, la creación de cada impuesto implica dedicar personal, oficinas, a su administración. Lo cual, en muchos casos, distrae energías de los contribuyentes, y le genera escasos recursos al fisco, máxime neto de los gastos que ocasiona la recaudación.
–Me convenció. ¿Cuáles “pocos” impuestos?
–Aquí es donde aparece la cuestión de la universalidad, que no debe ser tomada en sentido literal. El impuesto a las ganancias, mala denominación de lo que en realidad es impuesto a los ingresos, neto de los gastos ocasionados en generar los ingresos, es universal, aunque no lo pagan aquellas personas que generan ingresos inferiores al mínimo no imponible. A propósito: no tiene que haber excepciones, más de que cada uno se siente diferente a los demás.
–¿Ninguna excepción?
–Casi ninguna. El impuesto a los cigarrillos se propone, principalmente, disminuir el consumo de tabaco, sin prohibirlo por completo; y algo parecido, aunque no totalmente igual, se puede decir de los impuestos a las bebidas alcohólicas. Pero hay que ser muy riguroso con las excepciones, para que sean exactamente eso, excepciones.
–¿Qué otros impuestos deben considerarse universales?
–El impuesto al valor agregado, y –aunque en menor medida– los aportes personales y las contribuciones personales al sistema de seguridad social.
–¿Cuál es la ventaja de los impuestos universales?
–Que dificultan la elusión impositiva, actos legales que consisten en modificar las conductas de los individuos, o las empresas, para gambetear hechos alcanzados por los impuestos. Ejemplo: no trabajar, para no pagar ganancias.
–Todo bien, pero existe una tensión entre la elusión y la evasión impositivas.
–Si, porque en general los impuestos difícilmente eludibles son más fácilmente evadibles, y viceversa. ¿Cómo hago para cargar nafta y no pagar el impuesto a los combustibles? Existe economía informal en el IVA, pero no se puede operar en el sistema financiero sin abonar el impuesto a los débitos y créditos bancarios. Por eso, en la práctica, los sistemas impositivos tienen que tener en cuenta el conflicto que se plantea entre elusión y evasión.
–Hasta ahora hemos conversado pensando en un país que se inventa desde cero. ¿Qué tiene que ver con Argentina 2024–2025?
–En el discurso que pronunció, a propósito de su primer año de gestión presidencial, Javier Gerardo Milei prometió eliminar 95% de los impuestos. Lo cual a algunos contribuyentes les generó una gran emoción, pensando que el primer mandatario dispondrá que, el año que viene, la carga impositiva disminuirá 95%.
–¿No va a ser así?
–Difícil porque, como no piensa contraer deuda pública neta, ni emitir pesos, esto equivaldría a una sustancial reducción del gasto público.
–¿Cómo debe entenderse?
–Tomemos la planilla de recaudación impositiva, aduanera y previsional, y ordenémosla según la recaudación verificada, por ejemplo, en los últimos 12 meses. Si la ordenamos de mayor a menor, al tope encontraremos las recaudaciones por impuesto a las ganancias, IVA y seguridad social, que equivalen a tres cuartas partes del total. No digo que sean intocables, pero su revisión no sería prioritaria.
– ¿Qué cabe esperar?
– Vayamos a la porción inferior de la tabla, donde aparecen los gravámenes que generan escasa recaudación. Aquí cabe esperar que funcione la famosa motosierra, sin alto costo en términos de recaudación. Pero generaría un par de efectos importantes: ahorrar energías por parte de los contribuyentes, y concentrar los esfuerzos por parte de la ARCA.
– ¿Con qué criterio debería procederse a la eliminación de impuestos?
– Las reformas nunca se dan en el vacío, sino en un aquí y ahora. Los impuestos generan varios efectos, no solamente recaudatorios: protección, empleo, redistribución, etcétera; y además tienen efectos directos y los indirectos. En Argentina 2024–2025 deben tener particularmente en cuenta aquellas reformas que favorecen las importaciones, versus aquellas que alivian los costos de los productores locales.
–Don Agnar, muchas gracias.