Los planes de ahorro automotor están en la mira del Gobierno. Al final de la semana pasada se reunieron las entidades del sector con la Secretaría de Comercio Interior, a cargo de Paula Español, para buscar una solución al conflicto que mantienen los ahorristas que enfrentan dificultades para el pago de sus cuotas. Según voceros del organismo, "las automotrices quedaron en acercar una propuesta".
El encuentro responde a las directivas de la ley de emergencia económica, que dispone la evaluación del desempeño de los sistemas de planes de ahorro automotor y recomienda la implementación de mecanismos entre ahorristas y administradoras de planes que permitan compartir la carga del aumento de las cuotas.
Las autoridades tomaron nota de la reciente ola de decisiones judiciales que aceptaron los reclamos de los consumidores. Una importante cantidad de deudores (la mayoría del interior del país) reclamaron a la Justicia y obtuvieron a su favor el congelamiento de cuotas.
El problema de los planes de ahorro
En contextos de inflación, devaluación y caída de salarios, la posibilidad de acceder a un auto mediante el pago en cuotas de un plan de ahorro se puede transformar en una deuda impagable para las familias. Según la Inspección General de Justicia (IGJ), el organismo regulador en este tema, en la Argentina hay 1,1 millones de planes de ahorro.
La propuesta que espera el Gobierno busca atender la esencia misma de estos planes, en los que el valor de la cuota se actualiza siguiendo la evolución del valor que las automotrices le atribuyen al vehículo. Ese valor puede diferir notablemente del valor real de mercado y de aquel al que ofrecen el rodado las concesionarias por pago al contado, que incluye bonificaciones y descuentos. Además, el precio se actualiza todos los meses.
Basta un ejemplo. Un ahorrista pagaba una cuota inicial de $7112 al mes de marzo de 2018 por un vehículo (un SUV en este caso), cuyo precio de lista a esa fecha era de $493.000. Hoy, la cuota trepó a $24.088 y el valor del auto, a $1,385 millones. El total de cuotas del plan del ejemplo es de 84, y el aumento al cabo de 23 cuotas fue de 238%.
Las partes en conflicto
En diálogo con LA NACION, la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara) señaló que "la entidad no tiene nada que opinar, en cuanto son las terminales quienes administran los planes". Cada terminal tiene una sociedad administradora y éstas están nucleadas en la Cámara de Ahorro Previo Automotores (Capa). Ante la consulta de LA NACION, la entidad dijo no tener ninguna información que aportar.
Por su parte, la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa) señaló a LA NACION que las automotrices están trabajando en la propuesta para presentar al Gobierno, pero que aún no tienen una oferta definitiva ni tampoco consensuada. Y agregó: "La decisión sobre los planes de ahorro es parte de la política de cada marca y las firmas no necesariamente actúan en conjunto".
Otro reclamo de los ahorristas llegó a la Justicia en 2019, a través de la Asociación de Consumidores y Usuarios (Adecua), que se presentó en diciembre de ese año y argumentó que las terminales estaban incumpliendo la normativa de la IGJ, que, según Adecua, establece que el precio que toman en cuenta tanto fabricantes como agentes y concesionarios de su red de comercialización deben incluir los descuentos y bonificaciones que se le ofrecen a un comprador directo, y sobre ese valor se debe calcular la cuota mensual.
"Esto no ocurre: el precio que pagan los adherentes a planes de ahorro previo es mucho mayor al valor de quien lo adquiere directamente en la concesionaria, y eso es contrario a la ley", dijo Sandra González, presidenta de la entidad.
Según datos de Acara, en 2018 las suscripciones a planes de ahorro bajaron un 56,2% respecto del año anterior, y en 2019 recuperaron posiciones, aunque mantuvieron una baja de 2,2%. A su vez, el porcentaje de planes sobre patentamientos fue del 26,6% en 2018, mientras que en 2019 bajó a 18,2%.
El problema de los ahorristas endeudados ya había sido abordado por la gestión de Mauricio Macri. Durante cinco meses se aplicaron diferimientos de pago de un porcentaje de las cuotapartes que abonaban los suscriptores y se dispuso la eximición de punitorios como forma de atemperar el impacto de la devaluación del dólar en los precios de los autos.
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