Petrobras contraataca y dice que no ha perdido el rumbo
RIO DE JANEIRO—Brasil sacudió a los mercados en 2007 con el descubrimiento de enormes reservas de petróleo y prometió convertirse en uno de los principales exportadores de crudo del mundo.
La estatal Petróleo Brasileiro SA, Petrobras, encontró una de las mayores reservas descubiertas en los últimos 20 años en las profundidades del Océano Atlántico, atrapada debajo de una capa movediza de sal de cientos de metros de espesor. Los cálculos actuales sugieren que podría haber hasta 100.000 millones de barriles de petróleo en las reservas presal, como se conocen estos yacimientos, lo que convertiría a Brasil en uno de los 10 principales países petroleros del mundo. "El presal significa mucho para Petrobras. Significa que en 2020, al menos 50% de la producción de Petrobras vendrá del presal", apuntó la presidenta ejecutiva de la empresa, Maria das Graças Foster, en una entrevista.
Los hallazgos provocaron un giro importante en el gobierno brasileño, que posee 60% de las acciones con derecho a voto de Petrobras y 46% del capital total. El sector petrolero ha experimentado un auge desde 1998, cuando se abrió a la competencia y a las entidades extranjeras. Las empresas han comprado licencias de exploración, realizado importantes descubrimientos y desarrollado nuevos yacimientos.
Tras el descubrimiento de los campos presal, sin embargo, el gobierno detuvo las ventas de licencias nuevas durante cinco años —recién las reanudaron el 14 de mayo— y promulgó leyes que pusieron a Petrobras a cargo de desarrollar las reservas presal con el fin de mantener la nueva riqueza en Brasil.
Los críticos sostienen que las medidas le restaron ímpetu a la industria. Brasil perdió la oportunidad de recibir bonificaciones gigantescas por la firma de contratos e inversiones, además de los empleos altamente remunerados que el auge probablemente habría creado, mientras que las petroleras extranjeras desviaron su atención hacia otras partes del mundo, acusan los detractores.
Al mismo tiempo, dicen que no es realista colocar a Petrobras a cargo de operar los yacimientos presal y exigirle que asuma una participación de al menos 30% en todos los hallazgos presal, ya que la empresa no cuenta ni con el personal ni con los recursos financieros adecuados para liderar el trabajo de desarrollo, añaden.
Mientras tanto, la producción petrolera de la empresa comenzó a descender en 2011, cuando empezó las suspensiones de mantenimiento de las antiguas plataformas marítimas en los yacimientos tradicionales. Los declives naturales en los campos más viejos también redujeron la producción.
El valor de mercado de Petrobras ha caído 34% desde diciembre de 2010 y bordea los 250.630 millones de reales, unos US$123.110 millones, según la empresa de análisis de inversión Economática.
"Creo que Petrobras quizás ha sido la empresa o entidad gubernamental más afectada por el giro ideológico que ha ocurrido en este gobierno en dirección hacia el nacionalismo y a la izquierda", sentenció Gustavo Franco, ex presidente del banco central y economista de Rio Bravo Investimentos, una firma de gestión de activos de Rio de Janeiro.
Foster, que comenzó su carrera en Petrobras como practicante hace 30 años, fue designada presidenta ejecutiva hace poco más de un año. Su oficina del piso 23 de un edificio del centro de Rio de Janeiro ofrece una vista impactante de la Bahía de Guanabara, pero es un panorama que la ejecutiva confiesa encontrar a veces exasperante.
A pesar de que la producción de la firma prosiguió su descenso el año pasado, enormes torres petrolíferas permanecían estacionadas en la bahía esperando los permisos para operar. Expresa que respira más aliviada ahora que están en los yacimientos.
Foster defiende vigorosamente el amplio papel del Estado en la junta directiva de la petrolera. Su labor como presidenta ejecutiva, afirma con convicción, es representar los intereses de la empresa en la junta. "Me compete a mí como presidenta de la empresa llevar [al directorio] las cifras que representan la salud de la compañía", destacó.
Foster agregó que la suerte de Petrobras, en términos de producción, debería empezar a mejorar este año ya que dos nuevas plataformas petrolíferas comenzaron a operar en enero, una en un yacimiento presal y otro en uno convencional, y otras cinco están listas para empezar a bombear petróleo de ambos tipos de yacimientos más adelante este año. Petrobras tiene actualmente 70 torres de perforación en el litoral brasileño, a un costo promedio en torno a US$1 millón al día.
El ánimo de los inversionistas ha mejorado recientemente. Las acciones preferentes muestran un alza de 23% en el último mes y las ordinarias de 16%. Petrobras acaba de emitir deuda por US$11.000 millones, la mayor colocación en la historia por parte de un emisor de mercados emergentes.
El éxito final de Foster, sin embargo, dependerá de su capacidad para balancear los intereses del gobierno con los de la empresa y los accionistas minoritarios.