Pese a las promesas de Mario Meoni, no habilitaron el aeropuerto de El Palomar
Como pasa tantas veces, los hechos destrozan los dichos. Una, diez y varias veces más, el ministro de Transporte, Mario Meoni, dijo que el aeropuerto de El Palomar iba a permanecer abierto cuando regresen los vuelos. Pero finalmente, la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) le comunicó que la terminal aérea no fue habilitada.
La historia es simple y muestra los desencuentros en el ministerio. Todo empezó con una carta que el ministro le envió a la Anac, identificada con el número NO-2020-71814829. Mediante ese documento le pidió al organismo regulador que le indique "...si se han adaptado medidas y procesos en otros aeropuertos de la Región Metropolitana de Buenos Aires que permitan la operación de servicios aerocomerciales de pasajeros en esta etapa inicial del reinicio de operaciones, bajo condiciones de seguridad en materia sanitaria".
Con el Aeroparque Jorge Newbery cerrado y Ezeiza operativo, lo único que quedaba era responder qué pasaba en El Palomar. Claro que la pregunta no fue directa y no se mencionó a la base ubicada en el oeste bonaerense.
Y a respuesta indirecta, respuesta indirecta. "En este contexto y a fin de cumplimentar la responsabilidad conferida este Organismo Regulador, mediante Decreto N° 260/20, se ha definido un Corredor Sanitario Seguro conformado por aeropuertos que implementan protocolos y controles aprobados por el Comité Aeroportuario Covid-19 Nacional. En razón de todo lo expuesto, se comunica que en el ámbito del AMBA, el Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini de Ezeiza es el único donde se han adaptado medidas y procesos con el fin de atender la mentada demanda en condiciones de seguridad", dijo la ANAC mediante otra carta, esta vez fechada ayer, viernes 23.
Detrás de estas escuetas palabras quedaron las promesas de Meoni de mantener la operación en El Palomar, varias de ellas realizadas a los intendentes de la zona, interesados en sostener la actividad aeroportuaria comercial.
La novedad es un golpe más para las empresas de low cost, Flybondi y Jet Smart, que tenían basados sus vuelos ahí. Si se mantiene la decisión, las dos compañías deberían mudarse a Ezeiza y, claramente, una de las claves del negocio, el ahorro en los costos aeroportuarios, se vería afectada.
La cuestión esconde, además, una interna nunca resuelta en la política aerocomercial argentina. Por un lado, Meoni; por el otro, La Cámpora y la gestión de la Anac, el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (Orsna). Mientras el funcionario dio certezas sobre la continuidad, desde los reguladores prefirieron no dar luz verde. Flota en el ambiente un tufillo a la aerolínea estatal. Siempre se dijo que le convenía que todas operen desde Ezeiza. Así, una parte de la ventaja de las low cost desaparecía.
Por Diego Cabot
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