Pese a que compró US$19.000 millones en el año, las reservas netas del Banco Central son negativas en casi US$10.000 millones
La situación vuelve al país más vulnerable a shocks externos, como la devaluación del real en Brasil, la baja de los precios de las commodities o la permanencia del nivel alto de tasas de interés internacionales
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El Banco Central (BCRA) está atravesando una de sus mejores rachas compradoras. En este cuarto trimestre, la autoridad monetaria lleva comprados US$4650 millones, lo que constituye un máximo para esta etapa del año, según destacó la Gerencia de Estudios Económicos del Banco Provincia. Para buscar un rendimiento mejor hay que trasladarse a 2006, cuando en el segundo año de gobierno de Néstor Kirchner, el BCRA compró US$4400 millones.
Si se extiende la lupa a todo el año, el Banco Central compró más de US$19.000 millones. Esto fue por varios motivos. Entre ellos se destacan la recuperación del agro, luego de la sequía sufrida en 2023, y la mejora de la balanza comercial energética, que será superavitaria en US$5000 millones, luego de una década en terreno negativo. A su vez, ayudó a la dinámica compradora del BCRA la caída de las importaciones por la contracción en la actividad y por la brusca devaluación ocurrida al comienzo de la gestión, lo que generó un nivel del tipo de cambio inicialmente alto.
Sin embargo, pese a esta situación favorable para el BCRA, las reservas brutas de la entidad mejoraron en solo US$9500 millones en el último año, casi US$10.000 millones menos de lo que compró, ya que pasaron de US$23.073 millones, a fines de diciembre de 2023, a US$32.550 millones, actualmente.
En cuanto a las reservas netas, según la metodología de cálculo del Fondo Monetario Internacional (FMI), que resta los compromisos de pago de los próximos 12 meses y los depósitos del Tesoro, serían negativas en US$10.489 millones, según estimaciones de la consultora Outlier. Bajo la gestión económica anterior de Sergio Massa, las reservas netas al 30 de noviembre de 2023 eran negativas en US$10.545 millones; es decir, mejoraron solo US$56 millones.
Si se le suman los depósitos que el Tesoro tiene porque ahorró y compró dólares con los pesos obtenidos del superávit fiscal, las reservas netas negativas se reducen a US$4789 millones. “En este caso, hay que tener en cuenta que ni bien arranque enero, caerán en unos US$3000 millones por el pago de los bonos Bonares y Globales”, dijo Outlier en su informe diario. Por lo cual, las netas seguirían negativas en US$7789 millones y la mejora con la situación que dejó el gobierno anterior sería de US$2700 millones.
La imposibilidad del Banco Central de retener más de los dólares que compró durante el año se debe a que tanto el Estado Nacional como las provincias tuvieron que pagar vencimientos de deuda. Como el país tiene vedado el financiamiento internacional, pese a la caída abrupta del riesgo país de más de 2000 puntos básicos a 650, la Argentina recurrió al pago en efectivo de sus compromisos, lo que redujo la capacidad de acumulación de reservas de la entidad monetaria.
En 2025, esta dinámica podría repetirse. El Ministerio de Economía mandó un mensaje a los mercados al anunciar que ya tiene los dólares suficientes para pagar los vencimientos de capital e intereses de US$4350 millones de enero y parte de los de julio. “A medida que el Gobierno sigue pagando cash los vencimientos, alarga la salida del cepo porque se queda con menos reservas. Tal vez tampoco tengan interés en salir al mercado a buscar financiamiento, ya que las tasas internacionales libres de riesgo son altas, en torno a 4,6%. Si le sumamos el riesgo país argentino de 650 puntos, son tasas en torno al 11% y salir a financiarse a esos niveles no es sustentable”, explicó Gabriel Caamaño, economista de Outlier.
El nivel de reservas del BCRA es un tema de discusión entre los analistas económicos, ya que la falta de dólares genera que el país sea más vulnerable a shocks externos, como la devaluación del real de Brasil o la baja del precio de la tonelada de soja. “Tenemos un contexto donde el dólar está caro a nivel internacional en términos reales, el precio de las commodities agrícolas está en su nivel más bajo de las últimas dos décadas y Brasil va a sufrir en su actividad económica el impacto de la devaluación y de la suba de tasas. En este sentido, el cepo no nos protege de los shocks: si el tipo de cambio no ajusta, nos pega en el nivel de actividad y en las reservas que perdemos”, dijo Caamaño.
El año próximo, la Argentina enfrenta vencimientos por más de US$25.000 millones de deuda en moneda extranjera entre los compromisos de la Nación, provincias y de las empresas. “Aunque es probable que el sector privado siga tomando crédito en dólares y eso fortalezca a las reservas -entre septiembre y diciembre, entraron casi US$9000 millones por esta vía-, la solvencia no está garantizada. Paradójicamente, la eventual recuperación de la actividad jugaría en contra en este frente: a mayor crecimiento de la demanda interna, mayores necesidades de importación y de dólares, en consecuencia”, dijo la Gerencia de Estudios Económicos del Banco Provincia
El economista Lorenzo Siguat, de Equilibra, agrega que además hay deuda comercial de importadores por alrededor de US$20.000 millones y dividendos de empresas no girados al exterior por alrededor de US$8000 millones. “En la medida que tengamos recuperación económica y un tipo de cambio bajo, las importaciones van a crecer a mayor ritmo que las exportaciones. Esto va a achicar la cuenta corriente en 2025, que este año cerrará levemente positiva”, dijo.
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