El BCRA se ve forzado a vender más reservas pero las maquilla con préstamos

El Banco Central (BCRA) se vio obligado hoy a seguir abasteciendo con sus menguantes reservas a la plaza cambiaria oficial, en una jornada de gran actividad, para mantener el cansino ritmo de devaluación del peso al que lo obliga el Gobierno en un intento -hasta aquí vano- por aplacar la elevada inercia inflacionaria que mantiene la economía doméstica.

Se desprendió de un total que rondó los US$180 millones para abastecer a la demanda básicamente de importadores (el resto de las compras están reprimidas o muy cuotificadas).

Esta cifra representa cerca del 24% volumen operado, que escaló más del 69% con respecto a la rueda previa hasta orillar los US$771 millones, el mayor monto en casi dos años. De hecho, para dar con un volumen mayor hay que remontarse al 25 de octubre del 2019, es decir, la última rueda antes de las elecciones presidenciales que depositarían a Alberto Fernández en la Casa Rosada, rueda en que se habían transado US$1125 millones.

Los operadores adjudicaron el salto que dieron las operaciones a una anticipación, tomando en cuenta que mañana será feriado en los Estados Unidos por conmemorarse allí el Día de los Veteranos de Guerra, pero también a la premura que muchas empresas importadoras tienen por cerrar compras temiendo que, si se demoran, podrían sufrir alguna sorpresa, habida cuenta la expectativa devaluatoria que domina al mercado.

La actividad vendedora del BCRA, como ayer, comenzó temprano. Fue apenas el billete traspasó los $100,14 para la venta, primera referencia del día, y para evitar que supere los $100,15, nivel al que cerró con un aumento de apenas 4 centavos respecto del nivel de clausura previo. De ese modo el dólar mayorista o comercial aumentó apenas 19% en el año, 21 puntos menos que la inflación acumulada hasta el mes pasado.

Lo concreto es que, con la venta del día (la mayor en lo que va del mes, el BCRA ya se desprendió en lo que va del mes de unos US$320 millones sólo por intervenciones de venta en el mercado de contado. Esa cifra en total se amplía en unos US$150 millones, coinciden en el mercado, si se consideran los dólares que dilapida para intentar mantener un precio testimonial de algunas versiones de los dólares financieros, valores que se ubican entre $13 y $17 por debajo de los que marca el mercado en operaciones libres, en una operatoria que ya levanta sospechas dado que asegura el acceso a precios subsidiados a algunos demandantes, sin que se entienda el motivo.

La entidad que comanda Miguel Pesce no puede detener el drenaje de reservas propias, pese a haber ampliado en los últimos dos meses las restricciones de acceso al mercado.

Pero intenta acotar ese impacto reemplazándolas por dólares “prestados” en este caso conseguidos por financiaciones que distintos organismos internacionales de crédito le dieron a programas o inversiones que el Gobierno ejecuta o se comprometió a ejecutar.

Por caso, el viernes último había recibido unos US$290 millones (entre giros del BIRF, el BID y la CAF) lo que le permitió mantener las reservas brutas estabilizadas en torno de los US$ 42.800 millones en la última semana (cerraron ayer en US$ 42.790 millones), aunque -vale tener presente- sólo el 17% de eso es propiedad del Banco Central.

Hay que recordar que ese tipo de asistencias corren el riesgo de discontinuarse si el Gobierno no avanza en los próximos meses en un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), dado que estarían impedidos de mantener esos desembolsos por lo que disponen al respecto sus propios estatutos.

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