Persuasión y garrote, la receta del Banco Central para domar al dólar libre
La ofensiva que lanzó en los últimos días el Gobierno contra la carrera alcista que emprendieron los precios libres del dólar mezcló ayer persuasión y garrote.
El diagnóstico oficial es que, más allá de que las condiciones laxas monetarias derivadas del plan para asistir a la economía en tiempos de cuarentena, buena parte de la escalada derivó de operaciones especulativas.
La responsabilidad para intentar frenarlas se la cargó el presidente del Banco Central (BCRA), Miguel Pesce, quien dispuso anoche prohibirle a los bancos la posibilidad de operar en el mercado de préstamos bursátiles (cauciones). "A partir del 17.4.2020 inclusive, las entidades financieras no podrán realizar operaciones de caución bursátil tomadoras ni colocadoras", señala la comunicación "A" 6978.
No fue la única: también determinó, en una circular por publicarse, que las empresas exportadoras deberán optar entre financiar sus operaciones por el sistema bancario o por ese canal crediticio, pero no podrán hacerlo por ambos canales a la vez.
Ambas forman parte del plan que la entidad lanzó para cortarles las alas a los precios libres y legales del dólar que surgen de operaciones con bonos o acciones cursadas con fines cambiarios, cotizaciones que se habían escapado hasta tocar un récord de $114, en el caso del contado con liquidación (CCL) hace algunas ruedas.
Desde la entidad aseguran haber detectado que muchas empresas exportadoras, tentadas por las tasas del 1,5% al 11% anual a que podían financiarse por plazos que van de 1 a 27 días en este mercado, estaban demorando la liquidación de dólares en la plaza local. "En lugar de hacerse de pesos vendiendo los dólares, optaron por financiarse por esa vía y -en algún caso- hacer operaciones en búsqueda de ganancias rápidas", apuntaron.
Por lo pronto el volumen de cauciones operado en el mercado bursátil local, pese a la abrupta baja que tuvieron las tasas que allí se negocian, creció de $33.900 millones a $57.600 millones en las últimas semanas, llegando a representar casi 40% del volumen total operado en la plaza local.
La sospecha oficial es que esa oferta de liquidez muy barata dio lugar a maniobras especulativas con bonos y acciones que terminaron provocando un salto del 30% en los precios libres del dólar en cuestión de días.
Pesce había anticipado en las últimas horas que tenía proyectado aplicar medidas para terminar con la carrera alcista de los precios libres del dólar, luego de realizar (vía Leliqs) la mayor absorción monetaria el martes al retirar del mercado $171.000 millones para restarle combustible y comenzar a ralentizarlas, algo que completó ayer quitando de circulación $13.000 millones más.
"Maniobras especulativas"
Su teoría es que parte importante de este salto se debió a "maniobras especulativas" que llevaron adelante algunos operadores "luego de que le pagáramos Leliqs a los bancos para que cuenten con fondos para las líneas de crédito" diseñadas para asistir a empresas afectadas por la inactividad. "Ese dinero lo pusimos en las cuentas corrientes de los bancos, lo que provocó una caída muy fuerte de la tasa de interés. Algunos se han aprovechado esas circunstancias", explicó.
Para limitar la baja de tasas pasivas, por caso, el BCRA ya estableció que los bancos deberán pagar a los ahorristas por sus colocaciones a plazo fijo al menos una tasa equivalente al 70% de la que cobran por invertir en sus Leliqs (ver aparte). La medida, que supone un aumento de entre 7 y 8 puntos en las tasas que venían ofreciendo en las últimas horas, busca evitar una mayor presión monetaria por el desarme de este tipo de colocaciones.
La ofensiva oficial contra la escalada del dólar bursátil incluyó ayer una dura advertencia oficial a las administradoras de fondos comunes de inversión (FCI) que, según la lectura oficial, tenían claros incentivos para promover estos saltos en los tipos de cambio implícitos a que se cierran estas operaciones porque valúan sus tenencias dolarizadas a un promedio entre dólar cable y dólar MEP.
"Se los conminó a bajar el nivel de operaciones o abstenerse de hacerlas o resignarse a una normativa, que no descarto que conozcamos en los próximos días, que los obligaría a anotar esas tenencias al cambio oficial. Como tener que hacerlo implicaría reconocer fuertes pérdidas y tener que dar explicaciones a sus cuentapropistas, muchos acataron la sugerencia oficial", explicó a LA NACION una calificada fuente del mercado que adjudicó a esto buena parte de la responsabilidad en la baja de $108,37 a $103.37 (4,60%) con que cerró ayer el dólar Bolsa o MEP y la del 6,1% que mostró en la rueda el CCL, al caer de $108,79 a $102,10 en promedio.