El trueque es una de las formas más antiguas de hacer negocios. El intercambio de bienes y servicios precede al uso del dinero y se cree que fue desarrollado por las primeras sociedades humanas.
Hoy en día, el trueque es usualmente asociado a los países en crisis, como Venezuela, donde un pescador intercambia sus productos por otro tipo de comida o medicinas, debido a que, tras años de hiperinflación, la moneda de ese país ha perdido casi todo su valor.
Otras redes de trueque surgieron en Grecia en el punto más alto de su crisis financiera ocho años atrás.
Sin embargo, no solo las personas practican el trueque, también es utilizado por los gobiernos. Y se da el caso cuando un país se enfrenta a problemas financieros y aislamiento en el escenario mundial, como Venezuela o Irán.
Para ambos países el intercambio de mercancías les permite sobrellevar los bloqueos económicos liderados por EE.UU.
Las empresas entran en el juego
El truque ocasionalmente es usado también por las compañías, como en Indonesia, donde el fabricante de aviones Industri Pesawat Terbang Nusantara (IPTN) acordó intercambiar dos de sus aviones de transporte por 110.000 toneladas de arroz tailandés en 1996. Eso era todo lo que el comprador tailandés tenía para ofrecer.
Y otro caso incluso más sorprendente se dio en la década de los 70, cuando el gigante estadounidense Pepsi negoció un trueque de su bebida por pasta de tomate de la Unión Soviética, para así poder entrar al mercado local.
Pepsi, quien también era dueño de Pizza Hut en ese tiempo, esparció la pasta de tomate en sus pizzas en Europa occidental. También intercambió su bebida burbujeante por vodka ruso, e incluso por barcos de guerra soviéticos que vendió como chatarra.
Abba, líder musical de las listas suecas, hizo algo similar en la Unión Soviética, donde ganaron regalías en forma de frutas, verduras y petróleo crudo, que luego vendieron en el mercado mundial.
Un estilo de comercio y de vida
Volviendo al caso de Irán, han usado el trueque para respaldar su economía desde el primer bloqueo económico que les impuso EE.UU. después de la revolución iraní de 1979.
Los iraníes incrementaron su actividad de intercambio aún más cuando las Naciones Unidasles impuso duras sanciones entre 2010 y 2015.
Las restricciones impuestas por la ONU hicieron imposible para Irán comprar bienes en el mercado internacional con su propia moneda, por lo que Terán comenzó a ofrecer petróleo crudo y oro almacenado en bóvedas en el extranjero a cambio de productos básicos como arroz, aceite para cocinar y té.
Después del acuerdo nuclear de 2015 entre Irán y los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (China, Francia, Rusia, el Reino Unido y Estados Unidos), así como Alemania y la Unión Europea, Irán pudo comenzar a comerciar con normalidad.
Pero el año pasado, el presidente Trump sacó a EE.UU. del llamado Plan de Acción Integral Conjunto y reimpuso las sanciones. Esto ha obligado a Irán a volver al trueque, y revivir su antiguo acuerdo con India, mediante el cual intercambia su petróleo por arroz.
Intercambios inusuales
Usando un método que es un poco más complicado que un intercambio directo, Irán acepta el pago de su petróleo en rupias indias. El dinero se deposita en una cuenta bancaria india operada por un banco estatal indio.
Luego, Irán usa estos fondos para pagar el arroz y otras importaciones indias, como productos farmacéuticos, sin dinero que atraviese bancos o fronteras. Es un punto discutible si este trueque viola las sanciones o no, pero hasta que EE.UU. eliminó las exenciones especiales para los principales importadores de petróleo de Irán, se convirtió en una forma común de hacer negocios.
Francia, Alemania y Reino Unido implementaron un esquema similar a principios de este año que les permite a las compañías de sus países hacer tratados comerciales con Irán.
La iniciativa se llama Instrumento de Apoyo al Intercambio Comercial, y se limita a bienes humanitarios, como medicamentos y alimentos.
En Venezuela no solo se hace trueque con bienes sino también con trabajadores. Venezuela envía 50.000 barriles de petróleo cada día a Cuba. A cambio Cuba envía sus altamente capacitados doctores, profesores y analistas económicos para trabajar en Venezuela.
"Algo anda mal"
La mayoría de los tratos de trueque se logran cuando se bloquean las vías convencionales de comercio, dice Michael Czinkota, profesor asociado de negocios internacionales en la Universidad de Georgetown en Washington.
Explica que este es también el caso de otros acuerdos comerciales que no contemplan pagos directos en efectivo, que se conocen colectivamente como "compensaciones". Estos pueden ser una mezcla entre trueque y dinero, o promesas de futuras inversiones o compras.
"El punto de partida para las compensaciones es siempre que algo está mal con el sistema tradicional", dice. "Las compañías con las que hablo que hacen comercio compensatorio dicen que si pudieran hacer todo lo que hacen por dinero, esa sería siempre su primera elección".
Mientras tanto, Shirley Mustafa, economista de la Organización de Alimentos y Agricultura de las Naciones Unida dice que estos acuerdos comerciales se volvieron más comunes después de la crisis financiera en 2008.
"Algunos países perdieron confianza en el sistema de comercio internacional (entonces tomaron acción)", dice.
Negociar con los excedentes
Intercambiar bienes por otros, o incluso por servicios también ayuda a los gobiernos a ahorrar valiosas reservas en moneda extranjera. Por esta razón algunos países practican activamente el sistema de trueque o de compensaciones, dice Lindsey Shanson, editora de la revista Countertrade and Offset.
Una de esas naciones es Malasia, que en la década de los 90 intercambió algunos de sus excedentes de aceite de palma por aviones de combate rusos. A principios de este año se propusieron hacer la misma acción ya que quería modernizar sus fuerzas de defensa, pero tenían poco dinero disponible.
Con respecto a la decisión de la empresa fabricante de aviones IPTN de aceptar el arroz tailandés como pago, el economista Travis Taylor dice que la compañía simplemente quería hacer un trato.
"En ese caso, en realidad se trataba de construir capital de reputación [en un nuevo mercado]", dice Taylor, quien es profesor asociado de economía en la Universidad Christopher Newport en Virginia.
"Nadie quiere quedarse con toneladas de arroz, pero esta compañía también quería pruebas de que el avión podría venderse. Por lo tanto, no podían ser exigentes".
El profesor Taylor agrega que un tipo específico de acuerdo de comercio compensatorio denominado "acuerdos de compensación" sigue prevaleciendo en el sector de defensa global. En virtud de estos acuerdos, las empresas de defensa acuerdan generar actividad económica dentro de un país durante un período de tiempo, como comprar o fabricar componentes allí.
En general, dice que el trueque y los otros tipos de comercio compensatorio están aquí para quedarse, "especialmente entre los países en desarrollo y en tiempos de inestabilidad".
BBC Mundo