Pelea por los subsidios: las dos principales eléctricas condicionan inversiones a un aumento de tarifas

Edenor y Edesur, las únicas dos distribuidoras eléctricas que están bajo jurisdicción nacional, hicieron pública su situación financiera de cara a la audiencia que se llevará a cabo el próximo 17. En concreto, indicaron que, desde mayo de 2019, sus ingresos aumentaron 20,9%, mientras que la inflación acumulada fue 216%, el tipo de cambio oficial subió 171% y el salario promedio, 179%. Para este año, ambas compañías condicionaron sus inversiones a la certidumbre que el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) les puede dar.

El último aumento otorgado a las compañías fue en mayo pasado, con una suba de casi 21% que representó un incremento de 9% en la tarifa final de los usuarios residenciales. Para este año, en la Subsecretaría de Energía Eléctrica ya adelantó que el alza final de las tarifas será de hasta 20%. Dentro de este incremento estará reflejado las tarifas que le darán a los tres componentes que están representados en la boleta final de electricidad: la generación, el transporte y la distribución. Adicionalmente, se deben sumar los impuestos nacionales, provinciales y municipales, que representan alrededor del 25% del precio final del servicio.

Si las tarifas de Edenor y Edesur aumentan solo 20%, el Ministerio de Economía y las empresas terminarán perdiendo. Las distribuidoras, porque sus ingresos no subirán lo suficiente como para cubrir los costos. La cartera que conduce Martín Guzmán, por su parte, no verá una baja significativa de los subsidios que le destina al sector. Actualmente, según datos oficiales, los usuarios cubren con las tarifas solo el 35% de lo que cuesta la generación eléctrica, mientras que el resto es aportado por el Tesoro.

En cuanto a la segmentación de tarifas, fuentes de la Subsecretaría de Energía Eléctrica, que dirige Federico Basualdo, indicaron que “el plan hecho por el ENRE en conjunto y coordinación con el Conicet fue presentado y entregado en diciembre pasado al Ministro de Economía y al secretario de Energía, para que ambos funcionarios puedan tener la herramienta a disposición y poder utilizarla en el momento que crean adecuado”.

“Como se informó en el mes de enero, se estableció un parámetro de aumento tarifario que tiene como techo un 20% y dicho incremento, si así lo disponen las autoridades antes nombradas, podría aplicarse simultáneamente con el trabajo de segmentación ya entregada”, agregaron.

El secretario de Energía, Darío Martínez, indicó hoy en Twitter que “el ENRE, Conicet y Enargas acercaron propuestas que están siendo trabajadas por la Subsecretaría de Planeamiento que, junto al equipo del Ministerio de Economía tiene a su cargo el diseño de la herramienta, la cual se aplicará cuando el Gobierno tome la decisión”.

En el caso de Edenor, según el documento que presentó ante el ENRE, el Estado le debe a la compañía $85.200 millones, entre capital e intereses al 31 de diciembre pasado, por el congelamiento tarifario. La compañía indicó que esto repercutió directamente en su nivel de inversiones, que “se vio obligada a disminuir.

Para este año, Edenor prevé una inversión de $27.961 millones. Sin embargo, indició que “la ejecución de las obras está supeditada a la emisión oportuna de los permisos correspondientes por parte de los distintos organismos autorizantes, y a la disponibilidad de ingresos suficientes, a determinar en este Régimen Tarifario de Transición”.

Por otro parte, indicó que, si no hay actualizaciones de sus ingresos, la compañía requiere $56.817 millones de fondos adicionales para cubrir el déficit del período. “Como mencionáramos anteriormente, esta necesidad de fondos se debe principalmente a la falta de aplicación de los ajustes tarifarios que fueran previstos en la Revisión Tarifaria Integral (RTI) aprobada por Resolución ENRE 63/2017, donde queda evidenciado que el único incremento de los últimos 3 años del 20,9% recibido en mayo de 2021 en un contexto de elevada inflación resulta más que insuficiente”, señala el documento.

Asimismo, admite que la falta de ingresos y la “prohibición de trasladar a tarifa otros costos y gastos originalmente previstos son los causantes directos de la actual situación financiera de Edenor, que le imposibilita transitoriamente cumplir con el pago total de las facturas por la energía adquirida en el mercado mayorista y de poder ofrecer a Cammesa [la compañía encargada de los despachos de electricidad] un compromiso de regularización sustentable y cumplible en el tiempo”. Según el documento, Edenor le debe a Cammesa $69.906 millones.

En el caso de Edesur, la distribuidora controlada por la empresa italiana Enel indicó que “la prestación del servicio de distribución eléctrica requiere el aporte sistemático de recursos para inversiones y que los saltos en la certeza de su disponibilidad terminan afectando al desarrollo lógico del sistema”.

La compañía solicitó ingresos por $43.236 millones para no dar pérdidas este año. En este cálculo, indicó que a Cammesa se le deben $52.584 millones. “En el marco y a los fines de poder asegurar la ejecución de las obras de infraestructura es necesario poder trabajar y que el ENRE defina un esquema regulatorio que dé certidumbre a la ejecución de estas obras significativas, que implican la continuidad de una senda de mejora en la calidad, y en lo venidero dote al sistema de la robustez necesaria para el abastecimiento eléctrico”, señaló.

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