PBI. La economía argentina, entre las que más cayeron por la pandemia
La Argentina está entre los países cuyo producto bruto interno (PBI) más cayó en el momento más crítico de la pandemia. Pero las causas no solo se deben a que dispuso una de las cuarentenas más rígidas del mundo, sino también a la incertidumbre y a la falta de confianza que arrastra la economía desde 2018.
En números, mientras la Argentina cayó 19,1% interanual en el segundo trimestre del año y tuvo un retroceso de 16,2% desestacionalizado con relación a los primeros tres meses, la caída de los países vecinos fue: Brasil, -11,4% interanual y -9,7% desestacionalizado; Chile, -14,1% y -13,2%, y Uruguay, -10,6% y -9%, respectivamente, según datos de la consultora Ecolatina.
Perú, en cambio, tuvo el peor rendimiento de la región, con una caída de -30,2% interanual y -27,2% desestacionalizado, ya que el país se quedó rápidamente sin camas de terapia intensiva y el impacto del coronavirus fue muy fuerte.
Otra economía que cayó más que la Argentina fue Estados Unidos, con un retroceso de 31,7% interanual y de 31,5% desestacionalizado, pero esto se debe a la flexibilidad en las políticas que tiene ese país, lo que hace que sus movimientos sean más bruscos: cae mucho, pero se recupera más rápido.
"La Argentina tuvo uno de los peores comportamientos por dos motivos: tuvo una cuarentena más estricta que otros países y la economía arrastra toda la incertidumbre desde 2018, que se agudizó mucho en la primera parte de este año", explicó Matías Rajnerman, economista de la consultora Ecolatina.
Juan Ignacio Paolicchi, analista del Estudio EcoGo, coincidió en que la caída se debe principalmente a que el Gobierno "priorizó la salud por encima de la cuestión económica, estableciendo una circulación restrictiva". "En una economía de elevada informalidad, con un pasado muy complicado, el producto se destruyó", comentó.
La caída del producto no es un dato menor. Según explica Paolicchi, esto genera cierre de empresas, caída del salario real y aumento del desempleo. "El grado de esos tres impactos, cuántas empresas cierran y cuánto aumenta el desempleo, depende de la estructura de la economía. En Estados Unidos, el desempleo subió mucho, pero los ingresos se mantuvieron, porque el Estado paga el seguro. En Alemania, en cambio, el desempleo no sube mucho porque el Estado asiste directamente a las empresas", indicó.
En la Argentina, por su parte, el economista dice que el Gobierno ayudó a que no se destruyan tantos puestos de trabajo en el empleo formal, pero sí se verá el impacto de la suba del desempleo en el mercado informal.
En el análisis hacia adelante, los economistas dicen que lo peor ya pasó, salvo que aparezca un rebrote de coronavirus. "Si no hay un súper rebrote, lo peor ya pasó en términos de actividad, ahora viene la recuperación. El plan oficial era que una vez que cerrara la reestructuración de la deuda, la recuperación que se daba desde el segundo subsuelo empezaría a acelerarse y a mostrar señales de solidez. Lamentablemente, esto no va a pasar porque las presiones cambiarias y el manejo del cepo agudizaron los controles y dificultan las chances de que la recuperación sea sostenida", dijo Rajnerman.
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