Patagonia. Aprueban fondos extra para las represas y buscan volver a cambiarles el nombre

Es la principal obra de infraestructura energética en construcción en la actualidad y una de las prioridades que tiene en su gestión la empresa estatal Ieasa (ex-Enarsa). El ministro de Economía, Martín Guzmán, aprobó ampliarle en $4118 millones el presupuesto destinado al proyecto de aprovechamiento hidroeléctrico del río Santa Cruz, que se suma a los $8021 millones ya habilitados en enero pasado, para reactivar las obras de las represas Cóndor Cliff y La Barrancosa.

El objetivo es que la reactivación comience el próximo 15 de septiembre, casi con la llegada de la primavera, cuando la temperatura empieza a ser más tolerable para trabajar en esos terrenos situados entre Lago Argentino y el océano Atlántico, a 145 kilómetros de distancia en auto de la ciudad de El Calafate. El comienzo de las obras permitiría no demorarse con el plan de que la primera turbina de las tres estilo Kaplan que tendrá la represa más chica, La Barrancosa, esté instalada en el segundo semestre de 2023. La obra tendrá 41 metros de altura y generará por año 1780 gigavatios por hora (GWh).

Cóndor Cliff, en tanto, tendrá una altura mayor, de 68 metros, y contará con cinco turbinas del tipo Francis, que proveerán 3167 GWh por año. En total, las dos represas permitirán aumentar un 4,5% la oferta de energía eléctrica nacional, lo que equivale a abastecer aproximadamente a 700.000 familias.

Las obras fueron adjudicadas en 2013 tras realizarse una licitación internacional. El ganador –con polémica de por medio por consignar un monto de $24.750 millones por debajo de las demás ofertas– fue la unión transitoria de empresas (UTE) integrada por la china Gezhouba, Electroingeniería y la mendocina Hidrocuyo, quienes hoy tienen el 70%, 20% y 10%, respectivamente, del total de participación.

Si bien en un primer momento trascendió que Electroingeniería debía vender su parte por encontrarse implicada en la causa de los cuadernos a través de su vicepresidente, Gerardo Ferreyra, en Ieasa desmintieron que eso sea así y descartaron la salida de la compañía cercana al kirchnerismo. De hecho, en enero pasado, Ferreyra acompañó a la vicepresidenta Cristina Kirchner y a la gobernadora Alicia Kirchner en un recorrido por las represas.

Desde marzo pasado, Ieasa es presidida por Andrés Cirnigliaro, quien conoce bien las represas, ya que antes de asumir se desempeñaba como presidente de la empresa provincial Servicios Públicos Sociedad del Estado (SPSE), encargada del servicio de agua y energía en Santa Cruz. De muy buena relación con la gobernadora Kirchner, el joven ejecutivo de 30 años se hizo cargo de la empresa apenas unos días antes de que se decrete la cuarentena obligatoria en todo el país.

Entre sus objetivos está que no solo Ieasa recupere su nombre inicial, Enarsa, sino que las represas vuelvan a tener los nombres de Néstor Kirchner y Jorge Cepernic, como las bautizó en 2012 el exministro de Planificación Federal, Julio De Vido. Cirnigliaro trabajó con el exfuncionario cuando se desempeñó como asesor del área de programas sociales del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento.

En 2017, el gobierno de Mauricio Macri cambió los nombres de las represas a su denominación original a través del decreto 882, que la actual administración buscará modificar junto con el objetivo de suspender también la instrucción de vender activos, para que la compañía no pierda presencia en el mercado de generación eléctrica como empresa testigo.

Además de ejecutar las obras de las represas, Ieasa está a cargo de las importaciones de gas de Bolivia y del gas natural licuado (GNL) a través de la terminal de regasificación de Escobar, y de la operación del Gasoducto del Noreste Argentino (GNEA), que la actual gestión también buscará reactivar sus obras para terminar de conectar las provincias de Salta, Formosa, Chaco y Santa Fe. A su vez, la empresa tiene acciones en Transener, la compañía de transporte de energía eléctrica de alta tensión, y en la generadora Central Puerto, entre otras.

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