Para una calificadora, la recompra de deuda anunciada por Sergio Massa aumenta los riesgos futuros de incumplimientos
A una semana de lanzada la operación, Moody’s dijo que el mecanismo aporta “poco para respaldar la capacidad de pago del soberano” y que “los bonos se están recomprando a niveles de dificultad
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Para la agencia calificadora Moody’s, la recompra de deuda lanzada por el Gobierno aporta “poco para respaldar la capacidad de pago del soberano desde el año 2024 y más allá”, por lo que supone “un intercambio en dificultades y, por lo tanto, un incumplimiento”, según los preceptos que manejan en la firma para evaluar el perfil de riesgo soberano.
“Los bonos se están recomprando a niveles de dificultad y darán como resultado una pequeña inversión a mediano plazo. Sin embargo, la operación viene a costa de la escasez de divisas que presiona las finanzas externas del país haciendo poco para respaldar la capacidad de pago del soberano en 2024 y más allá”, sostienen en línea con las inquietudes que generó el anuncio y lanzamiento de la operación entre los analistas de Wall Street y con la advertencia que, sobre ella, lanzaron incluso los bonistas agremiados que participaron de la última reestructuración, hace casi dos años y medio.
“La recompra de deuda parece insuficiente para mejorar las perspectivas de acceso al mercado para la Argentina en el corto plazo y su financiamiento sólo dispara más preguntas en medio del estrés en las reservas y el deterioro de las perspectivas para la cosecha del campo este año”, había coincidido en evaluar en un informe del banco de inversión J.P. Morgan días atrás.
Para los analistas de Moody’s, el Gobierno utilizará para llevar adelante esta estrategia “fondos que inicialmente estaban destinados para ser utilizados en las importaciones de gas” y que considera quedaron liberados sólo por las expectativas que la administración Fernández tiene sobre “una factura de importación de energía más baja” durante este año, dado los menores precios internacionales proyectados y las menores demandas de importación con las que se especula por la construcción del nuevo gasoducto troncal.
Pero consideran esa apuesta como riesgosa dada la denominada “restricción externa” y tomando en cuenta que la tenencia de reservas netas del Banco Central (BCRA), aunque se han recuperado en los últimos meses, se mantiene en poco más de US$6000 millones y el gobierno argentino acordó reforzarlas para cumplir con los objetivos del acuerdo vigente con el FMI. “La acumulación de reservas sigue siendo un desafío como resultado de las exportaciones más débiles que han llevado a la introducción de nuevas restricciones cambiarias y tipos de cambio múltiples que son exacerbando las distorsiones en la economía”, acotan incluso.
Hasta hoy, el BCRA (agente comprador) había usado unos US$280 millones sobre los US$1000 millones mínimamente previstos inicialmente que el Tesoro Nacional le habilitó a usar en estas adquisiciones que, según los analistas de mercado, tienen por el objetivo (no logrado aún) que se deje de ampliar la brecha cambiaria, al concentrar las intervenciones sobre los bonos globales por vencer en 2029 y 2030 (GD29 y GD30), los “más baratos” entre los reestructurados.
La advertencia de Moody’s llega a una semana de que el ministro de Economía, Sergio Massa, anunciara la decisión de avanzar en la recompra de bonos de deuda para promover una “baja del riesgo país” y mejorar el perfil de ese pasivo, según dijo. Pocas jornadas después, pidió una investigación -que está en curso- sobre posibles maniobras especulativas vinculadas por uso de información privilegiada.