Para un exministro de Macri, “una devaluación es inevitable”
Ante unos 300 empresarios, Dante Sica planteó que Massa “quiere ser Lavagna”, pero recordó que “antes hubo un Remes Lenicov”; por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio rechazó que los empresarios sean responsables de la inflación
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CORDOBA.- “Una devaluación es inexorable. El Gobierno quiere evitarla; vamos a ver si llega a lograrlo”, dijo Dante Sica, exministro de Producción de la administración de Mauricio Macri, en el seminario anual de la Cámara Argentina de Comercio en esta ciudad. Además, advirtió que un salto devaluatorio “debe estar acompañado por un programa consistente”. También planteó, en diálogo con LA NACION, que Sergio Massa “quiere ser Lavagna [Roberto, el exministro de Economía de Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner]”, pero -advirtió- que Lavagna “tuvo un Remes Lenicov [Jorge, que lo antecedió en el cargo]”.
Junto a Guilermo Olivetto, fueron los disertantes en la reunión que tuvo como eje “el comercio y el contexto político-económico 2022″ y en la que participaron unos 300 empresarios y ejecutivos. Sica sostuvo que más que medidas hasta ahora hubo anuncios y señaló que es clave que haya “señales muy fuertes de contención del gasto y de reducción del déficit”. Definió la coyuntura como una nueva etapa del “plan aguantar” con, “hasta ahora, más apoyo político” que con Martín Guzmán y Silvina Batakis.
Respecto de las restricciones a las importaciones, apuntó que el sector industrial “todavía tiene stock; no está parado”, pero ante la incertidumbre sobre las posibilidades de reposición toma medidas defensivas. Sica afirmó que el sector privado está en stand by, esperando las definiciones.
“No todos tienen proveedores que les financien a 180 días y no consiguen financiamiento por otra vía -agregó-. Sin acceso a los dólares oficiales, terminan comprando CCL y eso impacta en los precios; al igual que lo hacen los cuellos de botella que se generan cuando los consumidores se vuelcan a determinados sectores que después no pueden reponer”.
Para el exfuncionario -quien destacó el canje de deuda de ayer con el aplazamiento del pago de $2 billones- hasta el momento “no hay un programa para corregir desequilibrios, sino una serie de anuncios para aguantar”. Estimó que, este año, el impacto de la quita de subsidios “pegará muy poco, un 0,2% del PBI”.
A su entender, el comportamiento del sector externo fue clave para que la macroeconomía no esté “todavía más desbalanceada” y calificó de “terrible” el desbalance de precios relativos: “Estas distorsiones más tarde o más temprano se corrigen y es mejor que lo haga el Gobierno. Es inexorable. Y cuando me refiero a precios me refiero también a tipo de cambio”. Calculó en 30% el atraso del tipo de cambio oficial respecto de diciembre de 2020.
“No quiere decir que el dólar tiene que estar a valor del blue, pero la brecha existente hace muy difícil gestionar”, indicó, y como riesgos apuntó una nueva suba de tasas de la Fed, la baja de los precios de las commodities y la pérdida de reservas, que “presiona sobre las expectativas de devaluación”.
El ex funcionario enfatizó que ya la idea de que con un “plan de estabilización alcanza para recuperar el desarrollo” es errada. “Sin reformas estructurales profundas podemos estabilizar la economía y seguir cayendo”, resumió.
Por su parte, Natalio Grinman, presidente de la Cámara de Comercio, repasó la decadencia que vive la Argentina “hace 90 años”. Lamentó la “Argentina planera que hay; está bien que se cuide al ser humano. Lo que está mal es que los planes lleguen para quedarse. Esos planeros salen a la calle a exigir cada día más de algo que no hay, que son recursos. Y esa pobre gente muchas veces es usada políticamente. Lo que hay que generar es trabajo”. Insistió en que una nación “necesita educación, orden y trabajo, lo que inexorablemente lleva al progreso”.
Apuntó que la “mala política de todos los colores” fracasó en armar un “modelo consolidado” para el desarrollo. “Sino veamos qué pasa con Bolivia, con Chile, con Uruguay, que tienen en un año la inflación que nosotros tenemos en un mes”, graficó. “El día que nosotros estemos en condiciones de exportar petróleo y gas puede ser que el mundo ya no los necesite porque va hacia otras modalidades. Eso puede ser lo que suceda si no cambiamos”, añadió.
Convocatoria
Grinman reclamó “terminar con las grietas que no llevan a nada” y construir sobre la base del consenso y, fundamentalmente, sobre la actividad privada. Ratificó que la Argentina tiene un “sesgo antiempresario bastante marcado; no somos los que generamos la inflación y la decadencia del país. Se necesitan más y más empresas. No hay más porque para que se creen deben estar las condiciones”.
Respecto del llamado que hizo ayer el presidente Alberto Fernández a empresarios y sindicalistas para un acuerdo señaló: “No tenemos ningún detalle de cuál será el temario de la convocatoria -afirmó Grinman a este diario-. Una cosa es que sea para hablar de congelamiento de precios y salarios y otra que se busque congelar precios y los salarios sigan”.
Sostuvo que los lineamientos presentados por Massa coinciden, en general, con lo que viene pidiendo la Cámara desde hace tiempo pero la duda es “si la política, si las diferencias internas” en la coalición gobernante permitirán que se traduzcan en medidas concretas.
En el arranque del seminario, José Viale, presidente de la delegación Córdoba de la Cámara, ratificó que se debe bajar el gasto público, reducir el déficit fiscal y alentar las exportaciones para que ingresen divisas; también pidió una reforma fiscal y laboral.
Enfatizó que “la puja ideológica sin cuartel” está “robando futuro”. “Hay una crisis cultural y política que pone en riesgo las bases de la Nación”, añadió.