Para quién es importante lo que indica el riesgo país
El riesgo país volvió a la tapa de los diarios, y lamentablemente porque en las últimas semanas viene subiendo. ¿Ocupa un lugar en los medios de comunicación porque es importante o porque la información se publica todos los días? Resulta obvio que les importa a los actuales tenedores de bonos, pero ¿a quién más? En particular, ¿a los asalariados, cuentapropistas o jubilados?
Sobre el particular conversé con el francés Louis Jean Baptiste Alphonse Bachelier (1870-1946), a quien algunos consideran "el Isaac Newton de la Bolsa". Benoit B. Mandelbrot sostuvo que "el genio no reconocido es una de las figuras de la historia popular. En su tesis doctoral, aprobada en 1890, Bachelier inventó la teoría de los mercados eficientes, seis décadas antes de que la idea se pusiera en boga. Describió el modelo de precios basado en senderos aleatorios, la difusión ordinaria de la probabilidad -también denominada movimiento browniano- y las martingalas, que eran la expresión matemática de los mercados eficientes. Pero vivió ignorado hasta 1960".
-¿Cuál fue su aporte?
-Mi tesis surge de las implicancias matemáticas de dos principios fundamentales: 1) en cada instante el mercado no cree ni en un aumento ni en una disminución de los precios, y 2) la expectativa matemática del especulador es igual a cero. No se trata de conceptos matemáticos, sino de conceptos económicos que tienen implicancias matemáticas. Las referidas implicancias constituyen el núcleo de la hipótesis de los mercados eficientes, popularizada por Eugene F. Fama.
-En la Argentina, el riesgo país superó los 800 puntos básicos. ¿Quién debe preocuparse al respecto?
-Clarifiquemos, ante todo, de lo que estamos hablando. Imaginemos un par de bonos. Ambos dicen que al portador, el 31 de diciembre de 2030, se le abonarán US$100, pero uno de ellos está firmado por el secretario del Tesoro de los Estados Unidos y el otro, por el ministro de Hacienda de la Argentina.
-¿Y?
-Si se necesitan, digamos, US$98 para comprar el primero y solo US$90 para adquirir el segundo, el riesgo país es de 800 puntos básicos, entendiendo por este último la centésima parte de un punto porcentual.
-¿Por qué ocurre esto?
-Porque difiere la expectativa de que quienes emitieron los bonos, los Estados de Estados Unidos y la Argentina, paguen lo que se comprometieron a pagar.
-Pero en este contexto internacional
y nacional tan incierto, ¿por qué Estados Unidos no ofrece dudas y la Argentina sí?
-No por el presente, porque los números fiscales de la Argentina son mejores que los de Estados Unidos, sino por el pasado de ambos países y la correspondiente proyección del futuro.
-¿Qué tendría que hacer el Estado argentino para que le creyeran que va a honrar sus compromisos?
-Lo mismo que hace cualquier deudor: mostrar que cuando llegue la fecha tendrá suficiente superávit fiscal no solo para pagar los intereses de la deuda, sino también la cancelación de los bonos.
-También les puede decir a los tenedores de bonos que no se preocupen, porque en 2030 seguro que el país podrá volver a emitir deuda, con la cual podrá pagar las existentes.
-Decir se puede decir lo que quiera, la cuestión es convencerlos. Y convencerlos quiere decir que vuelvan a comprar bonos ya emitidos, para que el aumento de la demanda haga subir su precio y, automáticamente, disminuya el riesgo país.
-¿A quién le importa lo que ocurra con el riesgo país?
-Por favor, argentinos, no se vayan a los extremos. Es una exageración pensar que a todo el mundo le importa, como también lo es pensar que solo a los actuales y potenciales tenedores de bonos les importa.
-¿Por qué dice eso?
-Porque el aumento del riesgo país no es un fenómeno aislado, sino uno de los síntomas de cómo está funcionando hoy la economía. ¿Es posible pensar en la disminución del riesgo país en una economía recesiva, inflacionaria, etc.? En los papeles, casi todo es posible; en la práctica, difícil.
-¿Entonces?
-En lo inmediato, el aumento del riesgo país implica que los mercados financieros internacionales de hecho siguen cerrados para el Estado argentino. En rigor, siguen abiertos, pero a un costo exorbitante. Por eso, en marzo pasado el Gobierno acudió al Fondo Monetario Internacional (FMI), que presta al 4% anual sobre la base de que cobrará. A propósito: en su relación con el FMI, la Argentina es famosa por haber incumplido lo acordado, pero siempre se le pagó el 100% de lo adeudado.
-Siga, por favor.
-En este contexto, la cuestión del riesgo país afecta de manera directa a quienes ya compraron bonos y a quienes están pensando en hacerlo. Si el gobierno argentino de turno termina abonando lo que prometió, quien compre bonos aprovechando este aumento del riesgo país hará un negocio redondo. Muy pocos inversores institucionales se pueden dar el "lujo" de decidir sobre la base de esto.
-¿Qué más?
-El riesgo país, como otros indicadores macroeconómicos, va a mejorar de la mano de una política económica técnicamente consistente, planteada de manera creíble. Nada de esto es fácil, pero quien tiene una responsabilidad ejecutiva no tiene más remedio que intentarlo.
-Don Luis, muchas gracias.