Para los inversionistas, el euro se vuelve un puerto en la tormenta
El euro está emergiendo como un refugio inesperado de los últimos vaivenes de los mercados.
Activos que van desde acciones japonesas a los precios de bonos de mercados emergentes y del Tesoro de Estados Unidos se han desplomado en los últimos meses, conforme los inversionistas se preparan para una posible retirada de los programas de estímulo de los principales bancos centrales del mundo. Sin embargo, el euro ha evitado en buena medida la volatilidad que ha sacudido a otras monedas, incluidos el dólar y el yen. En las últimas cuatro semanas, el euro ha escalado 4% frente al dólar y ayer se transaba a US$1,3367 en Nueva York.
Se trata de un abrupto cambio de rumbo para una moneda que en los últimos años ha estado con frecuencia en el centro de la agitación de los mercados globales. Inversionistas habían colocado apuestas récord a que el euro caería, arrastrado por la recesión económica europea y las dudas sobre la viabilidad a largo plazo de la unión monetaria.
Las posiciones bajistas frente al euro han descendido 90% en las últimas dos semanas, según la Comisión del Comercio en Futuros sobre Mercancía de EE.UU. (CFTC, por sus siglas en inglés). A pesar de problemas como el estancamiento del crecimiento en Europa, el alza del desempleo y las pesadas cargas de deuda en las economías del sur del continente, muchos inversionistas sostienen que el euro es una apuesta relativamente segura, gracias a su estatus de moneda de reserva muy utilizada y el hecho de que los temores a una crisis inminente se están apaciguando.
La posibilidad de que la Reserva Federal ponga fin a sus políticas de dinero fácil llevó a muchos corredores a desprenderse rápidamente de sus posiciones en mercados emergentes y otros activos de altos retornos. En este contexto, algunos inversionistas están recurriendo al euro como un puerto en la tormenta. Consideran que la moneda europea tiene más en común con refugios como el dólar y el yen que con divisas más riesgosas, menos utilizadas y con mayores retornos, como el dólar australiano.
"Es difícil apostar contra el euro", indicó Sam Katzman, director de inversión de Constellation Wealth Advisors, una firma de Nueva York que invierte alrededor de US$5.000 millones en varios fondos. "Hasta que dejemos de imprimir dinero en EE.UU., o hasta que empiecen ellos, el euro tiene el viento de cola".
Lo que impulsa la fortaleza del euro es un desinflamiento del carry trade, en que los inversionistas toman prestada una moneda de retornos bajos como el euro, la venden y luego usan lo recaudado para comprar activos de mayores retornos como acciones de EE.UU. o bonos de México. Los carry trade, que ayudaron a cosechar sólidas ganancias en categorías de activos más riesgosos durante los últimos años, dependen de un diferencial con una tasa de interés estable para ganar dinero.
Pero ahora que el panorama para las tasas de interés está menos claro, los inversionistas se esfuerzan por salir de los carry trade antes de que los bancos centrales cambien de rumbo. El euro acumula un alza de casi 10% desde comienzos de mayo contra el dólar australiano, un blanco popular de esta estrategia financiera.
Sin dudas, apostar al euro tiene sus desventajas. La apreciación de la moneda no es una buena noticia para los países europeos en problemas, como España, Portugal e Italia. Un euro más fuerte socava sus esfuerzos para mejorar su competitividad. Un euro más sólido resta atractivo a las exportaciones europeas y reduce los ingresos de los exportadores cuando convierten sus ganancias en divisas extranjeras a euros.
Además, los precios de los bonos soberanos de Italia y España han vuelto a declinar en las últimas dos semanas, una señal de que los inversionistas aún consideran que algunas partes de la zona euro son riesgosas. MSCI Inc., que publica índices de acciones y bonos, recientemente reclasificó a Grecia como un mercado emergente en lugar de uno desarrollado.
La fortaleza del euro también está en riesgo si el mercado se estabiliza y los inversionistas recuperan la confianza para volver a apostar por el carry trade.
Algunos inversionistas hacen referencia a señales tentativas de que la recesión europea podría haber tocado fondo. La producción industrial de la zona euro aumentó en abril por tercer mes consecutivo, encabezada por Alemania y Francia. Un indicador divulgado la semana pasada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sugirió un regreso al crecimiento para la zona euro de aquí a fin de año.
Estos datos más optimistas reducen las posibilidades de que el Banco Central Europeo necesite relajar su política monetaria en momentos en que la Fed advierte que pronto podría empezar a pisar el freno. Eso preserva una ventaja crucial que ha tenido el euro sobre el dólar y el yen. Otros inversionistas citan como una razón para comprar el euro el hecho de que su valor ha resistido pese a una serie de desafíos. "El sistema ha sido puesto a prueba y ha aguantado", dijo Matthew Alexy, director de corretaje de divisas de TD Securities.