Deuda. Para el Gobierno, el FMI "no pide un Powerpoint", sino objetivos y un presupuesto
A punto de cerrarse la negociación final con los acreedores privados, el Gobierno comienza a abrirle la puerta a otra. Y para la que viene, con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Ministerio de Economía todavía rechaza presentar un plan macroeconómico y se concentrará en objetivos y en la ley de presupuesto 2021, que ya está en elaboración.
"El FMI no pide un Power Point. Sí objetivos. Sí tener la presentación de la ley de Presupuesto, pero no lo imagino como 'dame un Power Point, decime lo que quiero escuchar'", dijo hoy Sergio Chodos, el encargado de las relaciones con el organismo.
LA NACION consultó en el FMI sobre cuál será su política en este sentido, pero no tuvo aún una respuesta, mientras que otros especialistas creen que el país deberá mostrar a las autoridades del organismo un plan creíble y sustentable. Sin embargo, quienes conocen el funcionamiento del Fondo bien de cerca entienden que, más allá del significante vacío que elijan las autoridades, al final del día será imprescindible tener una idea de cómo será el crecimiento, la inflación, el déficit y, sobre todo, de cómo se va financiar todo.
"No conozco el contenido del diálogo. Pero es totalmente cierto que tienen que tener un programa creíble. Es decir con las políticas para llegar a los números. Por supuesto que tendrán en cuenta la situación actual. Pero necesitan un plan creíble. El Powerpoint será para empezar a presentar la posición la Argentina", afirmó a este medio Claudio Loser, el exdirector del Fondo para América Latina.
"Hay que esperar a ver qué pide el FMI", dijo el funcionario quien además fue uno de los hombres que avanzó con Martín Guzmán en la renegociación de la deuda con los acreedores privados con títulos en dólares bajo legislación extranjera, que cerró anteayer, pese a que todavía quedan puntos -cuestiones legales- en consideración.
El organismo que conduce Kristalina Georgieva ya le prestó US$44.000 millones a la Argentina en un programa Stand-By (SBA, según las siglas en inglés) cerrado por el gobierno de Mauricio Macri. Ese acuerdo, al que todavía le quedaban desembolsos remanentes, ya fue cancelado. Ahora, el gobierno de Alberto Fernández deberá cerrar un nuevo acuerdo para reprogramar los vencimientos de esa deuda, cuyos principales desafíos en el esquema de repago original se encuentran en los años 2022 y 2023.
"La discusión con el Fondo puede empezar relativamente pronto. Depende de la decisión de las autoridades de pedir el programa. Ese proceso no debería ser rápido. Nada bueno sale si te apurás", dijo Chodos en declaraciones radiales. Sin embargo, el Gobierno espera comenzar a negociar este mes y cerrar un acuerdo antes de fin de año, según Economía. Sin embargo, cerca de Chodos estiman que febrero de 2021 es una posible meta.
Un principio de solución y la pandemia podrían habilitar dólares frescos para el país. "Las líneas de crédito del FMI en medio de la crisis sanitaria global tienen menos condicionalidades que otras. Hay conciencia de que la pandemia es un problema global", sugirió. Sin embargo, en el Gobierno no creen que esto pueda prosperar fácilmente.
"Kristalina Georgieva tiene una visión distinta a la que tradicionalmente tiene el FMI", aclaró el Chodos. Georgieva fue una de las principales aliadas -la Argentina es el principal deudor del organismo multilateral- para que se lograra un alivio importante con los acreedores privados. "El FMI no giró 180 grados; no es un organismo de desarrollo ni de ayuda al crecimiento, sino que financia procesos de ajuste o de crisis de balanza de pagos o de endeudamiento. Esa es su naturaleza", dijo, sin embargo, Chodos. El Fondo no acepta quitas de sus deudas.
Pese a la buena relación que el Fondo cultivó con el Gobierno para lograr interesadamente un alivio en la deuda con los privados, la negociación que se abrirá ahora cambiará el vínculo. "Pasaremos de ser un romance de una semana a un matrimonio de 85 años", graficó hoy un hombre del equipo económico de Martín Guzmán.
"El FMI jugó para la sustentabilidad de la deuda. Que la deuda sea regularizada es una condición importante", analizó Chodos, que advirtió que no habría cepo cambiario si no hubiera habido "sobreendeudamiento". El economista volvió a rescatar un mantra del Gobierno en los últimos meses: "El FMI declaró que la deuda no era sostenible, eso fue muy importante", dijo el hombre que calificó de "muy buena noticia" el acuerdo con los tres principales grupos de acreedores. "Este acuerdo con los bonistas nos quita incertidumbre", adelantó Chodos, que dialogó esta mañana con las radios Rivadavia y Continental.
"Este acuerdo genera menor nivel de presión sobre el tipo de cambio. Mayor accesibilidad [al crédito] para las empresas argentinas que cotizan en el exterior. Esto no garantiza la recuperación económica, pero es un escalón más", estimó, y destacó que se llegará al umbral de participación mínima en el canje que fijó el Gobierno (50%) y que activarán las Cláusulas de Acción Colectiva.
Chodos volvió luego al tema de si es necesario o no un plan económico. "Hay que ver los efectos de la pandemia. En el mientras tanto, las medidas que está tomando el Gobierno son muy acertadas en cuanto al sostenimiento del empleo y la asistencia a los sectores que no tienen cobertura", dijo. "La clave para generar dólares es tener la matriz exportadora para poder generarlos", completó. Guzmán dijo anteayer en conferencia de prensa que sus objetivos eran tener empleo en blanco, agregar valor y sumar divisas a través de exportaciones.
"El Presupuesto es un objetivo claro. La discusión primaria es en el Congreso. No tiene que ser en términos de plan grandilocuente. Sabemos que estamos recién por comenzar", concluyó.
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