Para Fiat no sería fácil separarse de Chrysler
La automotriz italiana amenaza con cortar los lazos si la estadounidense vuelve a bolsa
La advertencia de Fiat SpA de que podría reducir su alianza con la automotriz estadounidense Chrysler Group LLC si no puede obtener el control completo equivale a una amenaza contra una sociedad que se volvió clave para la suerte del atribulado fabricante de autos italiano.
Fiat, con sede en Turín, se ha vuelto significativamente dependiente de Chrysler, en momentos en que su negocio europeo pierde cientos de millones de euros al año debido a una severa caída en la demanda, afirman analistas.
El plan de Fiat de tomar el control completo de Chrysler, tener acceso a su efectivo y trabajar más de cerca en vehículos nuevos es fundamental para su propia recuperación y sus ambiciones de competir cabeza a cabeza con los rivales de mayor tamaño.
El lunes, Chrysler presentó los documentos para sacar a bolsa acciones en manos de un fondo de seguros médicos para jubilados del sindicato, UAW, que posee una participación de 41,5% en Chrysler. Esa parte fue obtenida mediante con-cesiones antes y durante su proceso de reestructuración encabezado por el gobierno de Estados Unidos. Los planes de salir a bolsa responden a una exigencia contractual del fondo de salud del sindicato, que es el segundo mayor accionista de la automotriz estadounidense.
Aunque el registro de la salida a bolsa se considera ampliamente como una forma de determinar un precio de mercado para las acciones del fondo sindical, también pone de manifiesto la necesidad urgente del presidente ejecutivo de Fiat, Sergio Marchionne, de fusionar por completo ambas automotrices. Fiat ha buscado evitar la salida a bolsa porque le impediría tener acceso a todo el efectivo de Chrysler para ayudar a revivir sus operaciones en Europa, donde las ventas de autos se ubican en mínimos de 20 años, y expandirlas a otros países, en particular a EE.UU. y China, que están creciendo con solidez. Bajo las condiciones del rescate de Fiat a Chrysler, la automotriz estadounidense paga la mitad de su ganancia neta a Fiat y el fondo. Un vocero de Fiat prefirió no hacer comentarios.
"Si (la salida a bolsa) se materializa, insistimos en que será algo negativo (para Fiat) porque transformaría a la empresa en un holding" en lugar de una entidad individual, sostuvo en un informe Martino De Ambroggi, analista de la firma de corretaje Equita.
La operación empujaría a Fiat a alcanzar un acuerdo con el fondo antes de una oferta pública inicial de acciones.
En el segundo trimestre, Fiat reportó una ganancia neta de 435 millones de euros. Sin contar las contribuciones de Chrysler, habría tenido una pérdida neta de 247 millones de euros. La liquidez total disponible de Fiat, incluidas líneas de crédito no utilizadas, sumaban 21.000 millones de euros; excluyendo a Chrysler, sería la mitad.
Aparte de EE.UU., el único mercado adicional donde Fiat obtiene buenas ganancias es Brasil, donde tiene una posición dominante. Pero el mercado se está desacelerando luego de un fuerte crecimiento en los últimos años, lo que reduce su atractivo. Las ventas en Brasil crecerían entre 1% y 2% este año, a aproximadamente 3,88 millones de unidades, por debajo del estimado original de la industria local de 4,5%.
Adquirir el resto de las acciones de Chrysler le permitiría a Fiat unificar las dos automotrices bajo una sola junta directiva, equipo de gestión y balance financiero, con lo que podría usar más recursos para competir contra rivales como Volkswagen AG y General Motors Co., a las que no ha podido alcanzar en inversión de nuevos modelos.
Actualmente, Fiat está usando a Chrysler para reposicionar sus modelos de consumo masivo en el mercado estadounidense, con un enfoque particular en las marcas Fiat y Alfa Romeo.
Fiat está utilizando la tecnología de Chrysler en autos grandes y vehículos todoterreno para expandir su línea de productos. El próximo modelo de su marca de lujo Maserati, un todoterreno llamado Levante, será fabricado en Italia sobre la plataforma básica de un Jeep Grand Cherokee, una marca de Chrysler.
Al impulsar la producción de estas marcas en sus plantas italianas, Fiat puede operar sus fábricas de manera más eficiente.
La automotriz italiana también está actualizando modelos existentes de Chrysler en Europa, principalmente en Italia, lo que le ahorra el trabajo de desarrollar nuevos vehículos.
Dado el alto riesgo de que una fusión entre los dos grupos no se concrete, los analistas y banqueros dijeron que dudan que Fiat cumpla su amenaza de abandonar a Chrysler. En cambio, creen, la advertencia tiene el propósito de fortalecer su poder de negociación.
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